Dos posiciones opuestas sobre la plataforma de exámenes Respondus en la UNC.
Recientemente se despertó una polémica en la Universidad Nacional de Córdoba a partir de la compra de un software extranjero para la toma de exámenes virtuales. Respondus es una plataforma estadounidense para vigilancia remota en exámenes.
Entre quienes fomentan su implementación, se argumenta sobre las bondades del monitoreo y alerta de quienes pretenden “hacer trampa”. A su vez, entre quienes lo cuestionan, plantean preocupación sobre la seguridad y el uso de datos personales.
Sin embargo, para otros sectores de la UNC –y en particular el nuestro–, el debate puesto en estos dos términos esconde un tema que nos preocupa más: el punitivismo educativo. Discursos, prácticas y métodos punitivistas atraviesan los procesos de enseñanza-aprendizaje en todos los niveles educativos, desde lógicas en las que priman premios y castigos que muchas veces poco tienen que ver con lo aprendido. No hay ingenuidad ni liviandad en poder repensar cómo reposicionamos los procesos de enseñanza-aprendizaje en torno de los nuevos desafíos que enfrentamos.
La pandemia expuso las tensiones de los sistemas educativos a nivel global, en especial el de las universidades. Y nos hundimos en debates que son placebos de los interrogantes que evitamos abordar. ¿Cómo enseñamos y cómo aprendemos? ¿Qué herramientas necesitamos incorporar para el mundo que viene?
Dicho de forma más clara, poner esfuerzos, siempre limitados, en el mejor sistema de vigilancia tiene poca importancia si no nos involucramos en los procesos. Creemos que esta situación debería encontrarnos preocupadas/os colectivamente por las implicancias que este aislamiento y la modalidad virtual vienen teniendo sobre la vida universitaria. Los altos números de desgranamiento y deserción, los obstáculos de las/os estudiantes en los procesos, la formación de nuestras/os docentes, el acceso a la conectividad como derecho, son algunos de los puntos que requieren de nuestro mayor compromiso y creatividad.
En definitiva, la UNC no necesita un Respondus. Las instancias evaluativas deben sostenerse para asegurar la permanencia y el egreso del conjunto de las/os estudiantes. Adquiriendo o elaborando soportes que tenga sus prioridades en la interfaz, la experiencia del usuario/a, que se pueda usar con baja conectividad y adaptarse a las modalidades de examen de cada disciplina. Pero bajo ningún punto de vista haciendo foco en la vigilancia, bajo la presunción de la falta de honestidad de las/os estudiantes.
La coyuntura nos desafía a repensar y a transformar estructuras para construir una universidad a la altura de las complejidades de estos tiempos. Desde la convicción de que la educación pública es un derecho que debemos defender, no desde posturas conservadoras y retrógradas sino desde una constante reactualización para la construcción verdadera de una universidad al servicio de las necesidades, demandas y de nuestras sociedades.
* Presidenta de la FUC (2016); consiliaria estudiantil en el Consejo Superior de la UNC (2017)