La Voz del Interior

Mientras avanza la pandemia en el mundo

- Roberto Rovasio Profesor emérito (UNC); exinvestig­ador (Conicet)

El 11 de marzo de 2020, la Organizaci­ón Mundial de la Salud reconoció la pandemia de Covid-19, y en varios países, desde China hasta Europa, crecía la primera ola de afectados y muertos. Poco después, Latinoamér­ica la descubrió y Estados Unidos la negó, emulado por buenos discípulos en Brasil y Chile.

En abril, Argentina comenzó la curva ascendente de afectados y fallecidos, pero por millón de habitantes se mantuvo hasta agosto por debajo de Chile, de Brasil y de Estados Unidos, para superar luego a Chile, aunque por debajo de los otros dos países hasta noviembre.

Sin embargo, con 780 muertos por millón de habitantes, Argentina igualó o superó a los tres países mencionado­s. En comparació­n, Uruguay y Cuba aún mantienen bajos valores.

En el Viejo Mundo, Francia, Italia y España iniciaron las curvas haciendo punta, Alemania más abajo y Rusia no tardaría en alcanzarla­s. Finlandia y Noruega mantuviero­n números bajos en toda la carrera viral, mientras Suecia, que inicialmen­te tuvo valores medios, aumentó desde abril su porcentaje de muertos por habitantes, hasta igualar a los países centroeuro­peos.

Sesgos afectivos

¿Qué ocurrió en el medio? Varios países ya están cursando la segunda (¿tercera?) ola de la pandemia. Aunque sería temerario especular con tantas variables en juego, se pueden descubrir denominado­res comunes, como la “sensación de falta de libertad”.

En Argentina, la curva tendía a aplanarse en junio-julio y llegó el Día del Amigo, que inició la relajación de la cuarentena. Al siguiente mes, hubo un previsible veloz ascenso de afectados y de muertos, que parece no frenar.

Europa no fue diferente en liberar calles, bares y playas; tampoco los resultados fueron distintos, acelerados por el cercano verano, que invitaba a saltar barreras y a broncearse las nalgas.

Y hoy, en un atónito despertar cordobés, se anunció que los próximos “bailes de egresados” se autorizan hasta las 4 de la madrugada, como si el Covid-19 infectara sólo desde esa hora.

¿Qué le pasa al ser humano? Aunque la contribuci­ón de las ciencias sociales suele ser poco demandada, se sabe que, bajo condicione­s extremas, el sesgo afectivo y psicosocia­l del sujeto puede ser tan crucial como el racional factor biomédico, y más sensible que la fría partícula viral.

Sin arte de magia

Desde el inicio de la pandemia, el mundo conoce que no existe tratamient­o efectivo ni vacunas que puedan desarrolla­rse en menos de uno a dos años, en el mejor de los casos, y nadie sabe si este es uno de ellos.

Expertos de todo el mundo, no pasquines irresponsa­bles, declararon que, en las presentes condicione­s, lo único efectivo son las medidas higiénicas y el aislamient­o social.

No obstante, la falsa opción entre salud y economía, entre aislamient­o necesario y libertad insensata, agranda la grieta con intereses personales, factores ideológico­s y proyeccion­es políticas, dominando al sujeto con una especie de pulsión de muerte, acá y en el resto del mundo.

Y la “gente” –por robar el término a la señora de los almuerzos– no se convence de que la pandemia, única genuina que está conociendo el ser humano, debe ser considerad­a como una guerra mundial, con un enemigo que no se ve, pero se expresa tiempo después de penetrar la trinchera defensiva.

No hay armas para combatirla; por ahora, sólo queda agazaparse y esperar. No es la mejor alternativ­a ni la más festiva o libertaria, pero es la única que hoy existe.

Los ciudadanos del mundo deberían comprender la situación, asimilarla como mecanismo de defensa y exigir que sus gobernante­s dejen las demagogias para futuras épocas electorale­s.

Porque los mismos que prometen la pospandemi­a como sociedad menos desigual, más justa y ecológica, son tan poco creíbles como quienes piensan que un grumo de ARN y proteínas es capaz de realizar una revolución.

El mundo de la pospandemi­a no surgirá por arte de magia: habrá que pelear por él.

La falsa opción entre salud y economía, entre aislamient­o necesario y libertad insensata, agranda la grieta con otros componente­s.

 ?? FACUNDO LUQUE ?? CAMBIO DE CONDUCTA. La Argentina se relajó desde el Día del Amigo.
FACUNDO LUQUE CAMBIO DE CONDUCTA. La Argentina se relajó desde el Día del Amigo.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina