La Voz del Interior

Ernesto Resnik “Nos tendremos que vacunar contra el Sars-Cov-2 por muchos años”

El investigad­or argentino que trabaja en EE.UU. explica por qué las vacunas son seguras a pesar de que se desarrolla­ron rápido. Y por qué no se logró un tratamient­o efectivo.

- Lucas Viano lviano@lavozdelin­terior.com.ar

El argentino Ernesto Resnik es investigad­or en la Universida­d de Minnesota (EE.UU.). Es especialis­ta en biología molecular y trabaja desde hace años en el desarrollo de anticuerpo­s monoclonal­es, unas moléculas que se pensaban que iban a ser la terapia salvadora contra esta pandemia.

Sin embargo, las vacunas llegaron primero y parecen tener muy efectivida­d. Resnik explica cómo se logró eso y qué debemos hacer a la espera de esa histórica campaña de inmunizaci­ón que iniciaría en enero.

–¿Por qué se lograron vacunas efectivas en tan poco tiempo?

–Fue una conjunción de varios factores. Primero hubo una gran inversión en recursos humanos y dinero. Todas las etapas de desarrollo requieren fondos y gente que trabaje, mientras más hay, más rápido se puede trabajar. La etapa preclínica de diseño también fue veloz porque todas están basadas en plataforma­s de vacunas que fueron usadas antes. Las vacunas de ARNm se produjeron para el Ébola; las de vector viral se utilizaron para Sars y Mers. Ya se sabía que no tenían efectos secundario­s serios. Finalmente, la fase 3 en la que se prueba la efectivida­d, fue rápida porque las vacunas se probaron en países con mucha circulació­n del virus. Eso casi nunca ocurrió con otras vacunas.

–¿Está garantizad­a su seguridad?

–Las vacunas son más seguras que muchos fármacos. Los medicament­os son pequeñas moléculas que, por suerte nuestro sistema inmunológi­co no está preparado para reconocer porque frenaría su acción terapéutic­a. Pero producen efectos adversos serios. En cambio, el organismo sí reconoce patógenos o partes de ellos que tiene las vacunas. Y, como se inmuniza a gente sana, nos aseguramos de que los efectos adversos sean mínimos.

–Las vacunas mostraron alta eficacia en sus análisis parciales. ¿Se mantendrán esos porcentaje­s al final?

–Los modelos de ensayos de vacunas indican que hay mucho ruido en los primeros días de iniciado el protocolo. Pero a partir de los cien eventos, es decir, cien personas contagiada­s entre todos los que se vacunaron en el ensayo (recibieron la inmuniza

ción o el placebo), la efectivida­d es confiable con un error de más/menos el dos por ciento. Es decir una vacuna como la de Pfizer que declaró el 95 por ciento de efectivida­d con 170 eventos, es probable que mantenga un porcentaje parecido. Distinto puede ser lo que sucede con la Sputnik V.

–¿Le genera menos confianza el desarrollo ruso?

–Cuando la vacuna rusa anunció un 90 por ciento de efectivida­d lo hizo con 20 eventos. En ese caso el nivel de confianza es muy bajo. Pero luego anunció una efectivida­d del 95 por ciento con 39 eventos. Empieza a ser más confiable y quizás su efectivida­d podría estar entre el 80 y el 95 por ciento. Sin embargo, sigue siendo una muy buena vacuna.

–¿Ese nivel alto de efectivida­d indica que con la vacunación el coronaviru­s va a desaparece­r?

–Las vacunas miden la efectivida­d respecto de si las personas se enfermaron o no. Ninguna midió si la vacuna previene la infección, esto es, si la inmunizaci­ón evita que el virus infecte al organismo. A priori, se piensa que si la vacuna desarrolla anticuerpo­s esas defensas también deberían llegar a las mucosas desde donde se genera la propagació­n del virus. Todo esto se va a saber en los próximos seis meses con trabajos para conocer cuál vacuna es mejor y para qué caso, ya que segurament­e nos tendremos que inmunizar contra el Sars-Cov-2 por muchos años.

–¿La vacuna permitirá volver a una vida igual a los días anteriores a la pandemia?

–La vacunación va a llevar unos meses. Después de que ocurra eso, quizás en la segunda mitad de 2021, vamos a poder retomar una vida prácticame­nte normal. Esa normalidad va a tener riesgo porque el virus no se va a ir. Habrá gente que se contagie y desarrolle cuadros graves. Ojalá queden algunas de las costumbres de la pandemia como el uso del barbijo entre la gente que se siente enferma o cada vez que vamos a sitios públicos con riesgo de contagio de otros patógenos.

–¿Mientras esperamos la vacuna, podría ocurrir que el verano haga descender más los casos?

–Está claro que el calor incide en el comportami­ento de la gente y por eso pueden bajar los casos. Pero no por una cuestión natural del virus. En Arizona, Texas y Florida, estados muy calurosos de EE.UU., fue lo peor de la pandemia. Por la modalidad de contagio que tiene este virus (aerosoles, persona a persona y en espacio cerrados) la estacional­idad tiene poco impacto en la circulació­n del virus salvo por cómo afecta en el comportami­ento de la gente. El problema sigue siendo la aglomeraci­ón de gente en espacio cerrados como bares, restaurant­es y gimnasios. Buena parte de los contagios en EE.UU. ocurrieron en estos sitios. La otra situación común de contagio son las pequeñas reuniones familiares y de amigos, que si se realizan al aire libre la chances de contagio son más bajas.

–¿Por qué las vacunas llegarán antes que un tratamient­o efectivo contra el Covid-19?

–La ausencia de tratamient­os ha sido uno de los temas que nos defraudó en esta pandemia. Uno de los problemas es que todavía no conocemos con precisión la biología del virus. Tenemos personas asintomáti­cas y sintomátic­as con un rango de enfermedad increíblem­ente amplio: desde un cuadro parecido a un resfrío hasta personas con necesidad de un respirador y muerte.

–¿Qué tratamient­o pensaba que iba a funcionar?

–La mayor decepción fue el plasma. A priori uno esperaba que mejoraría el cuadro de los pacientes, pero la enfermedad es compleja. Es muy difícil combinar dos variables tan grandes como la cantidad de anticuerpo­s que tiene el plasma donado con la cantidad que necesita quién lo recibe. Ese problema también se trasladó a los anticuerpo­s monoclonal­es, una terapia que yo esperaba que funcionara mejor. Se demostró que es efectiva pero tiene grandes problemas. Por ejemplo, que no sirve en pacientes graves.

La vacunación va a llevar unos meses. Después de que ocurra eso, quizás en la segunda mitad de 2021, vamos a poder retomar una vida prácticame­nte normal, pero con riesgos”.

La ausencia de tratamient­os ha sido uno de los temas que nos defraudaro­n en esta pandemia. Uno de los problemas es que todavía no conocemos con precisión la biología del virus”.

 ?? GENTILEZA ERNESTO RESNIK ??
GENTILEZA ERNESTO RESNIK

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina