Marchas en Francia por el abuso policial y una polémica ley
Hubo protestas en 70 ciudades por un proyecto que prohíbe la difusión de imágenes tomadas con celulares.
Decenas de miles de franceses se volcaron ayer a las calles para protestar contra un proyecto de ley de seguridad, considerado una mordaza por sus detractores, en medio de un nuevo caso de violencia policial que tiene al Gobierno de Emmanuel Macron en aprietos.
En el centro de las protestas figuran tres artículos que castigan la difusión de la imagen de la policía, el uso de drones, así como imágenes tomadas por ciudadanos con sus teléfonos móviles a las fuerzas del orden.
Miles de personas marcharon de manera pacífica en más de setenta ciudades en todo el territorio, como Lille, en el norte del país, y Montpellier, en el sudeste.
En París, unos 46.000 manifestantes se concentraron esta tarde en la plaza de la República y marcharon poco más de dos kilómetros hasta la plaza de la Bastilla, según datos de la Policía local.
“Policía en todas partes, justicia en ninguna parte”, “Estado policial” y “sonríe mientras te golpean” eran algunos de los lemas más coreados en la manifestación parisina, que se desarrolló principalmente de manera pacífica. Sin embargo, al final de la tarde, se registraron algunos incidentes cerca de la plaza de la Bastilla entre uniformados y manifestante.
Gendarmes y policías fueron heridos durante los disturbios en las manifestaciones, según el ministro de Interior francés, Gerald Darmanin, quien condenó “una vez más, la violencia inaceptable contra la Policía”.
En el centro de la controversia, está el artículo 24 que castiga con un año de cárcel y hasta 45.000 euros de multa la difusión “malintencionada” de imágenes de las fuerzas del orden.
El Gobierno asegura que esta disposición pretende proteger a la policía de llamados al odio y amenazas en las redes sociales, con revelaciones de detalles sobre su vida privada.
Pero los detractores sostienen que muchos casos de violencia policial quedarían impunes si no hubieran sido grabados por las cámaras de periodistas o por los teléfonos de los ciudadanos. También alegan que es una disposición inútil, ya que el arsenal jurídico actual es suficiente para reprimir estos delitos y que el derecho francés “sanciona los actos, no las intenciones”.
En medio del debate por la sanción de la ley, dos casos de violencia policial reavivaron el debate y desataron un verdadera crisis en el Gobierno de Macron. El lunes durante una actividad de organizaciones promigrantes, la policía evacuó brutalmente a los que se habían instalado en una plaza del centro de París, y agredieron a periodistas.
El artículo 24 de la ley castiga con un año de cárcel y hasta 45 mil euros la difusión “malintencionada” de imágenes de policías.