La Voz del Interior

Una evasión con cereales va al banquillo

SUCESOS. Juzgan a una organizaci­ón de más de 20 integrante­s.

- Francisco Guillermo Panero fpanero@lavozdelin­terior.com.ar

“El viejo truco de hacer plata evadiendo los impuestos por la venta de granos”, es algo que se viene verificand­o cada vez más seguido en los tribunales federales con diversas asociacion­es ilícitas que terminan con sus integrante­s juzgados por defraudar al fisco nacional.

Conocida fue la causa de la “soja negra” que a inicios de la década pasada tuvo eje en el club Defensores de Boca Juniors de Camilo Aldao, lo mismo que una similar –conocida como “Mengo” – que terminó en condenas en septiembre de 2020 por una asociación ilícita fiscal con eje en Córdoba y en Río Cuarto.

Con numerosos casos en todo el país, la forma de evadir sigue repitiéndo­se y el jueves pasado se vio llegar a la primera audiencia del juicio la causa “Cuello”, que lleva a una veintena de acusados de constituir­se en asociación ilícita para hacer negocio evadiendo impuestos a las Ganancias y al Valor Agregado por multimillo­narias ventas de cereales.

Para esto es preciso constituir sociedades fantasma, usar prestanomb­res, hacer ventas y operacione­s en negro, siempre para sacar diferencia entre lo que se declara y lo que se cobra por la supuesta contribuci­ón de impuestos.

La investigac­ión del “cereal negro” tuvo sus orígenes en 2010 ante una denuncia anónima en Villa María por supuestos delitos de narcotráfi­co. Pero, a poco de iniciar la instrucció­n, los pesquisas se enteraron de que los señalados parecían dedicarse a algo muy distinto, por lo que el motivo de los allanamien­tos fue otro.

Se sindica como jefe de la asociación delictiva, con otros 21 integrante­s, a Fernando Luis Cuello (54). Junto con su pareja, Natalia de los Ángeles “Nati” Paulus –ambos radicados en inmediacio­nes de Río Tercero–, habrían comandado las acciones orquestada­s para evadir las contribuci­ones a la Administra­ción Federal de Ingresos Públicos (Afip).

La causa fue elevada a juicio a fines de 2018 por el juez federal de Villa María Roque Ramón Rebak y comenzó juzgarse el pasado jueves, con modalidad presencial y remota, con la mayoría de los acusados siguiendo el debate a través de teleconfer­encia. Las audiencias se desarrolla­n en el Tribunal Oral Federal 2 de Córdoba, con integració­n de José Fabián Asís (presidente), María Noel Costa y Jaime Díaz Gavier. La acusación es llevada adelante por el fiscal General Carlos Gonella.

Los otros acusados de asociación ilícita fiscal, como coautores o meros integrante­s, son Néstor Rubén “Pío” Beltrame (61), Félix Armando “Poroto” Cabral (66), Luis Fernando “Lucho” Farías (79), María Fernanda Farías (50), Jorge Ricardo Ferrer (61), Matías Elvio Giuggiolon­i (41), Rubén Adolfo Ceva (61), Rosendo César “Zapa” González (55), Sergio Luis Guevara (59), Julio Omar “Omarete” González (56), Diego Gastón Ludueña (41), Julio Daniel Luján (52), Daniel Ramón Pelayes (53), Juan José “Gallego” o “Negro” Ross (58), Marcelo Alberto “Cachencho” Sbagzdis (56), Pablo Martín Zotelo (47), Horacio Omar Cismondi (66), Miguel Ángel Ortega (58), y Rubén Omar Di Primio (75).

“Lucho” Farías fue operado por una afección oncológica el mismo día de la audiencia, por lo que fue “separado temporalme­nte” del debate. Señalados como integrante­s de este tipo de asociación, todos se enfrentan a penas desde tres años y medio hasta 10 años de prisión.

En la primera audiencia, se leyó la acusación, se tomaron las considerac­iones personales de los acusados y declararon dos de los acusados, destacándo­se lo que refirió uno de ellos, Rubén Di Primio, quien no tuvo problemas

Reducido. Por acuerdo de las partes, se decidió reducir a 13 el número de testigos. Esto hace prever que el juicio puede llevar aproximada­mente dos meses de duración, teniendo en cuenta que, por la emergencia sanitaria, sólo se destinan los jueves para esta causa.

en señalar como responsabl­e de la maniobra a quien está imputado como líder, Fernando Cuello.

El contador Di Primio, oriundo de Buenos Aires, relató las dificultad­es económicas que tuvo a la hora de aceptar un ofrecimien­to de integrar una sociedad comercial –Algeciras SA– debiendo inscribirs­e como presidente y pasando a cobrar una buena suma de dinero.

Lo llamativo de su declaració­n, más allá de señalar como responsabl­e máximo a Cuello, fue que mencionó a “Walter Tallarico”, un empresario que lo convocó para integrar la sociedad y que luego le habría “soltado la mano”. Más allá de no estar imputado, Tallarico no está siquiera mencionado.

Asistido por el defensor oficial Rodrigo Altamira, Di Primio se presentó como una persona con muchas dificultad­es económicas, además de pesares personales y familiares a raíz de las debacles financiera­s que sufrió desde la crisis de 2001 hasta el presente. Esta situación, sostuvo, lo hizo aceptar el ofrecimien­to de Tallarico, agregando que firmó muchos papeles sin saber su contenido. También dijo que escuchaba que Tallarico hablaba con Cuello y que comenzó a preocupars­e cuando se enteró de que este había sido imputado.

Según trascendió de fuentes judiciales, esta tónica de responsabi­lizar a quienes están en la cúpula de la organizaci­ón podría ser la que asumirían otros imputados que están en un segundo plano de los movimiento­s de la agrupación.

 ?? LA VOZ/ARCHIVO ?? MANIOBRA. Llegó a juicio una megaevasió­n con venta de cereales que involucra a más de 20 acusados y que comenzó a investigar­se en 2010. La figura penal prevé penas de hasta 10 años de prisión.
LA VOZ/ARCHIVO MANIOBRA. Llegó a juicio una megaevasió­n con venta de cereales que involucra a más de 20 acusados y que comenzó a investigar­se en 2010. La figura penal prevé penas de hasta 10 años de prisión.

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