La Voz del Interior

Brochero, de exportació­n: una escultura viaja a África

Un escultor de Alta Gracia elaboró una escultura del “Cura Gaucho” desarmable, que entra en una valija, para la obra del sacerdote Diego Cano, en Tanzania.

- María Luz Cortez Correspons­alía

De la mano del escultor de Alta Gracia Julio Incardona, una escultura de José Gabriel Brochero se prepara para llegar a Tanzania, en África. Allí, en medio de parajes inhóspitos donde predomina la población rural, el cura misionero Diego Cano eligió el nombre Brochero para una de las 43 capillas de la misión.

“Para nosotros es un gran ejemplo (se refiere a Brochero) como sacerdote o misionero (más allá de que él era diocesano). Es inspirador no sólo en el aspecto espiritual, sino también en el social por cómo trabajó para llevar educación, caminos”, destacó Cano. Para poder transporta­rla, el escultor creó una escultura desarmable y liviana que puede ser llevada en una valija.

Para Incardona, esculpir a Brochero se volvió una forma de vida e inspiració­n. Cuando habla de él, se emociona como si lo hubiera conocido personalme­nte y diseña sus esculturas tratando de pensar el contexto y quién será la persona o comunidad que recibirá su diseño. Sus obras brocherian­as se encuentran en España, viajando hacia la Antártida, junto con el propio papa Francisco y en otros puntos de la provincia de Córdoba y del país.

Incardona recordó que, hace varios años atrás, su maestro Luis Hourgras le recomendó estar “conectado” con su inspiració­n. Fue así como, una noche antes de acostarse, vio en la televisión el anuncio de la beatificac­ión de Brochero. Alrededor de las 4 de la madrugada se despertó con su imagen y se dirigió al taller, donde comenzó a tallar hasta las 10. Ya tenía un diseño en yeso, pero le faltaba algo. Así que, apenas abrió un negocio del frente, se cruzó a comprar un sombrero para poder ver bien esa imagen. “Me agarró como una pasión. Una cosa llevó a la otra y así llegué a la escultura que está al lado de la tumba de Brochero”, precisó.

“Quería hacer una imagen diferente y sabía que él hasta arriba de la mula había bautizado”, precisó el escultor sobre la imagen que recibió el papa Francisco de la mano de un obispo. Aunque la idea fue original, Incardona recordó que cometió un error: “Cuando lo estoy modelando en vez de levantarle la mano derecha para bendecir, le levanto la izquierda”. Sin embargo, eso no afectó el presente para el Sumo Pontífice, que se rió de la situación, según narró.

“En un proceso diferente, en el marco de un concurso llamado ‘La amistad mueve montañas’, los niños de las escuelas del país se ganaban una escultura de San Martín (de tamaño real). En una charla con peregrinos de Brochero, me propone uno de los chicos que había estado enseñando allá que a los alumnos de escuela en la Antártida les va a gustar y no tienen”, destacó, y agregó que se encuentran en viaje las dos esculturas para la base Esperanza de la Antártida.

Un encargo muy especial

Durante la pandemia, Oscar

Un escultor brocherian­o. Julio Incardona ya hizo esculturas del “Cura Gaucho” para su tumba, otra que le envió de regalo al papa Francisco y una más que está en viaje a la base Esperanza, en la Antártida. Ahora, viajará otra a África.

Sánchez, del grupo Amigos de Brochero, se comunicó con Incardona para contarle el caso de la misión del padre Diego Cano. Para Sánchez, el proceso de evangeliza­ción es muy parecido entre el cura Diego y Brochero. “Cuando supimos que iba a estar en Argentina para visitar a su familia, nos vino la ilusión de que se llevara una escultura a su misión”, precisó Sánchez. En ese contexto, surgió el pedido para la nueva obra de Incardona que debía tener caracterís­ticas muy especiales: poder llevarla en una valija, ser liviana y viajar a África. El escultor dona su mano de obra para esta causa.

Material adaptado

La tarea de Incardona fue diferente junto con Hugo Córdoba, su colaborado­r de hace más de siete años. Tuvieron que pensar en una nueva ingeniería para la escultura. Córdoba precisó que buscaron una lana de vidrio muy resistente pero muy liviana y agregó que usaron plástico para evitar el hierro, que puede ser un problema en los aeropuerto­s. “Hemos armado las estructura­s para que queden ensamblada­s dentro de su maleta. Pero conservamo­s las medidas del cura que se hizo en el santuario de él al lado de la tumba que hicimos en 2014”, precisó. La obra pesa entre 15 y 20 kilos.

“Achicamos todo porque normalment­e usábamos ejes más gordos, todo lo compactamo­s. Para la base usamos lo mínimo e indispensa­ble que vos usás para mantenerte en pie. Todo tiene tramos de 50 para que entre dentro de la maleta”, detalló Incardona. Debe ser una escultura que pueda armar el mismo cura cuando llegue a su aldea. Le hicieron una sotana réplica a la del santo y también llevará un poncho. Además en el diseño pensaron en una cruz frente a sus ojos, una Biblia en el centro de su cuerpo y una mano con una marca de lepra. También, lo hicieron caminando para emular su caracterís­ticas misioneras.

El viaje

El padre Diego explicó que probableme­nte sólo llevará dos maletas y en una de ellas vaya todo lo que tenga que ver con el santo argentino. Para poder cargarlas, probableme­nte tenga que dejar algunos encargos que le hicieron los otros misioneros y otras misioneras como una parte de la yerba que se comparte entre todos. Hay cuatro curas argentinos y una hermana argentina. “Trato de meter las cosas que haya, que no conseguimo­s y que tanto necesitamo­s, como la yerba y esas cosas, que nos repartamos un poquito entre todos”, destacó el padre Diego.

Con la misión en la diócesis de Kahama, llevan adelante un dispensari­o y una escuela y se ocupan de 43 aldeas en el lugar. Sobre el lugar, el padre Diego indicó que es una zona rural con muchas necesidade­s. Su experienci­a en el lugar suele plasmarla en su página de internet, llamada: http://ivetanzani­a.org/.

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LA VOZ ÚLTIMOS DETALLES. Julio Incardona, escultor de Alta Gracia, le da los últimos toques de pintura a la escultura del “Cura Gaucho” que enviará a la misión del sacerdote Diego Cano en Tanzania, en África.

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