Salud prioritaria
Este eslogan flota en el ambiente político argentino. Pero, mirando los números, es sólo eso, un enunciado sin fundamento. El gráfico de barras de La Voz, del domingo 25 de abril, muestra esos fríos números, donde se verifica que la situación económica de los empleados de Salud no ha variado un ápice desde el año 2020 y continúa esa disparidad abismal entre ciertos sectores dependientes del Estado provincial cuyas remuneraciones superan los 200 mil pesos y el escalafón Salud, con apenas 73 mil pesos, una tercera parte de los bancarios, Epec y aeronáutica.
No se trata de cuál de esas remuneraciones es la óptima, sino cuál es la justa y equitativa. Suponiendo que esos tres gremios favorecidos hacen una labor equivalente a la del personal de salud –discutible– no se entiende por qué hay esa gran diferencia al momento de reconocer económicamente sus servicios, siendo que el empleador es el mismo: el Estado provincial.
Los ciudadanos vemos con preocupación que se tome como normal esta situación, donde hay privilegiados por continuidad de derechos adquiridos en el tiempo y en el otro extremo que continúen en situación desventajosa sectores como salud y educación, logrando consolidar esa mala costumbre, dada la habitualidad. ¿El objetivo es convencernos de que la salud y la educación no son prioridad en nuestra Argentina?
No es ese el sentir ciudadano y no claudicaremos en denunciar tal injusticia.
Alicia Zurita