Las organizaciones destacan que la gente está perdiendo el temor
Lidia Zurbriggen, del colectivo Socorristas Córdoba Hilando, indicó que siguen recibiendo llamados a diario. “Desde el 1° de enero y hasta el 5 de mayo recibimos 918 llamadas, la mayoría de Córdoba capital”. De estos llamados, 857 fueron de personas que pedían información sobre cómo abortar; 42 por información para alguien cercano; dos que ya estaban en proceso de aborto, y 17 por distintas razones (violencia, anticoncepción, entre otras)”, describió.
“Las situaciones que nos plantean varían mucho. Primero les preguntamos si saben que está la ley. La mayoría la conoce, pero no sabe el circuito sanitario, cómo hacer el recorrido, entonces las orientamos en eso. Por eso creo que hace falta una campaña fuerte de difusión sobre este aspecto”, explicó.
Luego, agregó: “Otras nos llaman porque han sufrido situaciones de maltrato, abuso de poder en el sistema de salud y no quieren volver allí, por eso acuden a nosotras. Algunos de esos casos que nos reportaron fueron en la Maternidad provincial”.
Para Zurbriggen, en Córdoba capital se garantiza la ley mejor que en las localidades del interior. Hilando registró –al igual que lo hicieron desde la Red de Profesionales– a la zona norte de la provincia como una de las más complicadas para garantizar la práctica.
“En Jesús María hay un equipo que trabaja bien, pero allí derivamos todos los casos de localidades del norte. Falta un trabajo del Ministerio de Salud sobre esa zona. También detectamos quejas en los departamentos Río Primero y Río Segundo”, indicó. Por su parte, destacó el trabajo que hacen los centros de salud de Traslasierra. En el resto de los lugares, hay una “respuesta dispar”, según la localidad.
A nivel general, Zurbriggen remarcó que la despenalización social del aborto desde hace algunos años ha ido haciendo que las mujeres se acerquen más a los sistemas de salud, pero que aún falta avanzar en información para los profesionales sobre cómo hacer las derivaciones (que deben ser inmediatas), sobre la consejería y para las gestantes también.
La Rudelar
Por su parte, desde la agrupación La Rudelar (ex Socorro Rosa) reciben alrededor de dos o tres llamados por día. Desde la organización indicaron que en general articulan con la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir. “Entre las situaciones que nos plantean en los llamados, algunas dan cuenta de que hay faltante de misoprostol o de que las farmacias no les quieren vender. Incluso muchas reportan que sus obras sociales no les dan respuesta”, explicó Jazmín, de La Rudelar.
En tanto, desde la Red de Profesionales por el Derecho a Decidir, donde participan más de 200 trabajadores de la salud de toda la provincia, vienen implementando equipos desde hace años para garantizar las interrupciones legales del embarazo (ILE) y ahora las IVE.
María Julia Córdoba, médica generalista que trabaja en el centro de salud municipal 72, de barrio La Floresta, de Córdoba, es parte de la red y también de la Comisión de Salud Sexual Integral de la Municipalidad de Córdoba. Expresó que les preocupa la situación del norte, sobre todo el corredor de la ruta 9. “Desde la Provincia armaron un dispositivo, pero no hay una propuesta clara de capacitación a los servicios y de empezar a generar servicios que garanticen el cumplimiento de la ley en los espacios de salud pública provincial”, dijo.
Desde la Red detectaron que las consultas han aumentado en estos meses. “Que las mujeres consulten a los profesionales de la red significa que están saliendo de la clandestinidad y de esa manera se pueden salvar vidas, porque ya sabemos las consecuencias que tienen para la salud y para la vida de las mujeres las prácticas inseguras”, afirmaron.
“Un dato importante que detectamos es que las mujeres están consultando en las primeras semanas de embarazo, y eso nos da la posibilidad de disminuir tanto los riesgos como las posibles complicaciones”, explicó Córdoba.
La médica además valoró como positivo que las personas y familias que se acercan al centro de salud tengan la tranquilidad y la seguridad “que en otras circunstancias no podían tener”.
“La práctica del aborto estaba relacionada con la clandestinidad y con la imagen de la complicación y de la muerte. Entonces poder explicar que eso no va ser así con la medicación genera en la familia y en la mujer un mejor nivel de seguridad y tranquilidad”, agregó.
Desde la Red indicaron que detectaron una actitud positiva de los profesionales para capacitarse. “Creo que las resistencias vienen más de jefes de servicio o de autoridades que de los mismos profesionales. Con las capacitaciones, muchos perdieron el miedo y armaron equipos para garantizar la IVE. Los que estamos en la Red hace muchos años sabemos que hemos sido los trabajadores los que nos hemos organizado y quienes exigieron a las autoridades que se garantizara el derecho”, concluyó Córdoba.
Mujeres. La legalización les permitió tener mayor tranquilidad al ser atendidas por personal de salud.
Profesionales. A través de capacitaciones, pueden tener conocimientos específicos sobre la práctica a través de medicamentos.