Un índice crítico, fuera de toda pauta

Cuando en cualquier país del mundo un 3,2 por ciento de inflación en un mes haría volar por los aires la economía, en Argentina el porcentaje, si no da para festejar, aporta algo de alivio al abonar la sensación de que esa incontrolable variable comienza a aplacarse, lentamente.

Que en sólo seis meses el registro haya quedado a unos pocos puntos de la meta para todo el año trazada por la principal autoridad económica del país, el ministro Martín Guzmán, ya no parece espantar a nadie. Hace al menos un trimestre que esa pauta se parecía más a una utopía que a una estimación afinada.

En el camino hacia las elecciones de medio término, que se encuentran a la vuelta de la esquina, el Gobierno nacional abriga la esperanza de que ese 3,2 por ciento de junio sea menor al tres por ciento este mes, y menor aún en agosto, con lo que imagina que podrá afrontar las elecciones primarias del 12 de septiembre en un escenario de cierta calma en el nivel de los precios.

La otra variable que Alberto Fernández necesita imperiosamente controlar es la del impacto que la pandemia está causando en el país, tanto por el estrago sanitario –acabamos de trasponer los 100 mil fallecimientos– como por el deterioro de la economía nacional.

En este punto, la vacunación es clave. El país está recién saliendo de la segunda ola, y la amenaza de la tercera ya comienza a tomar cuerpo.

En la sección Ciudadanos, la infectóloga Florencia Cahn lo dice claramente desde el mismísimo título de la entrevista: “La vacunación va bien, pero tenemos una meseta muy alta de casos y muertes”.

Economía y pandemia. Son los dos temas que ocupan la cabeza de los argentinos.

Para salir del cerco, proponemos la nota que abre nuestra sección VOS, que recuerda los 25 años de la muerte de Bernardo Bevilacqua, Berna, el “Pibe de Oro”, ícono del cuarteto cordobés de todos los tiempos.

La vacunación es clave. El país está recién saliendo de la segunda ola, y la amenaza de la tercera ya comienza a tomar cuerpo.