Covid-19. La variante Delta mantiene en vilo a buena parte del mundo
En Reino Unido la tendencia de contagios crece a diario. En España la nueva ola afecta a los más jóvenes. Confinamiento para 11 millones de australianos. Advertencia en Italia.
La variante Delta de coronavirus mantiene en vilo a buena parte del mundo y posterga por tiempo indeterminado cualquier fecha hipotética del final de la pandemia.
Ayer, el Ministerio de Salud de Reino Unido notificó 48.553 nuevos contagios de Covid-19, frente a los 42.300 confirmados el miércoles, una cifra que consolida su tendencia al alza, atribuida a la propagación de la variante Delta del Sars-CoV-2.
La cantidad de fallecidos por la enfermedad también experimentó un repunte este jueves: 63, mientras que el miércoles fueron 49. Con estas cifras, los totales del país insular europeo ascienden a 5.281.098 casos y a 128.593 muertos desde que comenzó la pandemia.
En España, en tanto, en medio de una nueva ola de contagios que está afectando sobre todo a los más jóvenes, el Gobierno y también los reyes rindieron homenaje a las víctimas del coronavirus y a los trabajadores y trabajadoras de la salud.
“Hoy estoy aquí porque mi padre ya no está”, abrió su emotivo discurso María Díaz Diñeiro, la hija del jefe del servicio de Cirugía General del hospital madrileño de La Paz, fallecido por Covid-19 en abril de 2020.
“No le pudimos dar el último abrazo. Pero no hay sombra sin luz y la esperanza se hace hueco: la vacuna permite ilusionarnos con un futuro mejor”, agregó la joven.
El coronavirus ha dejado 81.043 muertos en el país, según datos del Ministerio de Salud, y más de cuatro millones de casos confirmados.
Cuando pensaba que vislumbraba ya la salida de la crisis sanitaria, España sufrió un nuevo revés y enfrenta en estos días a una verdadera explosión de contagios debido a la propagación de la variante Delta, principalmente entre los menores de 30 años, a los que todavía no se vacunó en su totalidad.
Entre la población española de 20 a 29 años, la incidencia acumulada es de 1.508 casos por 100 mil en los últimos 14 días.
Para hacer frente a esta quinta ola, varias regiones como Cataluña solicitaron a la Justicia poder instaurar de nuevo el toque de queda nocturno y decretaron el cierre de los espacios interiores de las discotecas, limitaciones en las reuniones familiares y sociales del horario de las actividades nocturnas.
Confinados
En Australia, los más de cinco millones de habitantes de Melbourne –la segunda ciudad más poblada del país–, tendrán que confinarse por quinta vez por el coronavirus, anunciaron ayer las autoridades, un día después de extender hasta el 30 de julio la cuarentena que rige en Sídney desde hace tres semanas.
Australia, que llegó a estar casi libre de Covid-19, ahora intenta frenar un rebrote causado por la más contagiosa variante Delta, que dejó unos mil nuevos casos en un mes y las únicas tres muertes registradas en el país este año, las primeras desde octubre pasado.
Unas 11 millones de personas viven en ambas ciudades, las más grandes y pobladas de toda Australia, y desde anoche todas ellas quedarán imposibilitadas de salir de sus casas para otra cosa que no sea comprar alimentos o medicamentos o ir al médico.
Italia, en un intento por desalentar la salida de personas durante las vacaciones, advirtió a quienes decidan salir del país que “pueden quedar un tiempo más” varados en el extranjero por complicaciones derivadas de la pandemia de coronavirus.
“Todos aquellos que pretendan viajar al exterior, independientemente del destino y los motivos del viaje, deben considerar que cualquier movimiento, en este período, puede implicar un riesgo para la salud”, advirtió el canciller italiano Luigi Di Maio en una nota aclaratoria subida a su sitio web sobre el turismo en época de pandemia.
La nota se da en medio del aumento de la difusión de la variante Delta del coronavirus en muchos países de Europa y mientras en Italia se espera que sea la cepa “predominante” la semana próxima.
Japón reportó ayer 1.308 nuevos casos de coronavirus en Tokio, la mayor cifra en la capital del país, en medio de temores de un desborde hospitalario durante los Juegos Olímpicos.
Tokio, que se venía preparando desde hace meses para poder celebrar el evento deportivo sin inconvenientes, se vio obligada el lunes último a adoptar el estado de emergencia que obliga a bares y restaurantes a cerrar temprano y a no servir alcohol.
Pese a las precauciones, el recuento de la víspera es el más alto desde el
21 de enero, cuando se reportaron
1.485 contagios; también es un salto con respecto al miércoles, cuando se detectaron 1.149.
Los nuevos casos diarios vienen en aumento constante desde mediados de junio, y los expertos alertan que podría afectar a varios miles más durante los juegos, que se realizarán sin público entre el 23 de julio y el 8 de agosto.