Ley: el bioetanol quedó atado a una promesa
POLÉMICA. El Senado sancionó el proyecto del kirchnerismo. Aseguran que se le respetará el corte del 6% pero la norma lo baja a la mitad.
Con la sanción en el Senado del nuevo régimen de los biocombustibles, además de la rebaja del 10% al 5% en el corte de biodiésel para el gasoil, el sector del bioetanol de maíz –de fuerte producción en Córdoba– quedó atado sólo a una promesa: en la reglamentación de la ley mantendrá su participación en el 6%.
En la madrugada de ayer, con 43 votos afirmativos y 19 en contra, la cámara alta le puso punto final a una extensa discusión y convirtió en ley el proyecto que originalmente había sido impulsado por el presidente de la bancada de Diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner.
Para eso, el oficialismo contó con el apoyo extra de tres senadores radicales de provincias azucareras, la tucumana Silvia Elías de Pérez y los jujeños Mario Fiad y Silvia Giacoppo. El proyecto aprobado le da un trato preferencial al bioetanol de caña, con un corte fijo del 6% en la mezcla.
Esa condición es vital ahora para el bioetanol de maíz pero no quedó fijada en la ley, sino todo lo contrario: la norma establece que su participación podrá bajarse del 6% al 3% si los precios de las comodities suben.
Los votos en contra fueron del grueso de Juntos por el Cambio (incluida la reemplazante del fallecido Carlos Reutemann, Alejandra Vucasovich), sumados a la neuquina Lucila Crexell y la riojana Clara Vega.
El proyecto dividió a los senadores cordobeses del oficialismo y la oposición. Ernesto Martínez y Laura Rodríguez Machado, fueron muy críticos con la iniciativa y denunciaron que esconde una intencionalidad política contra la provincia.
“Cuando levanten la mano o aprieten el botón para sancionar esta ley, Córdoba va a estar de luto”, graficó la parlamentaria macrista.
Al cierre del debate, Carlos Caserio, presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, recogió el guante y lamentó que se haya “cruzado lo electoral”. “Qué enorme contradicción que nos digan que nosotros queremos destruir a Córdoba, cuando el expresidente Néstor Kirchner llevó adelante esta propuesta en 2006 y, además, la mantuvo 15 años”, retrucó.
Caserio comentó que él, personalmente, se ocupó de mediar entre los sectores productivos de la provincia y el Gobierno “para encontrar una solución” al tema del corte de bioetanol de maíz. “Los senadores de Córdoba y los míos tienen que quedarse tranquilos, no va a haber ninguna baja en el corte, porque así quedamos de acuerdo con el Gobierno nacional y con el secretario de Energía”, Darío Martínez.
En realidad, en Córdoba todo el sector está atado a esa “promesa”, reconoció a La Voz el gerente de Promaiz, Juan Cano. “Es una ley que no va en línea con la tendencia mundial.
No obstante, hay algunas posibilidades. Tenemos ese compromiso para conservar el corte del 6%. Llegado el caso, si se distorsiona el precio de la nafta en el surtidor por el bioetanol, el valor se ‘topearía’ con el del etanol de caña y se mantendría ahí”, explicó. El excedente se exportaría.
Si este acuerdo es incluido en el decreto reglamentario y se respeta, el sector no debería producir el cierre de plantas, evaluó Cano. “Sin esa garantía, seguimos igual y con riesgo”, aclaró.
En una disertación para la Bolsa de Comercio de Córdoba, Matía Kulfas, consideró que con esta ley las plantas productoras de biocombustibles “pueden seguir funcionando perfectamente para la exportación, (asimismo) con el corte readecuado para el mercado interno y también para los mercados regionales”, aseguró el ministro de Desarrollo Productivo.
Pero para su par provincial, Eduardo Accastello, la norma implica una involución en la matriz productiva de Argentina con respecto al mundo y pone en riesgo el funcionamiento de plantas cordobesas de bioetanol, que como está la ley tendrán que cerrar seis meses al año, reduciendo al 50 por ciento su producción y perdiendo empleo de cientos de cordobeses”, recalcó.