Inseguridad. Un violento asalto en medio de la tranquilidad de las Sierras
PUNILLA. Ocurrió de madrugada en un domicilio de San Antonio de Arredondo. La víctima sufrió toda clase de golpes por un grupo de ladrones que copó su vivienda. Descartan conexión con el “vuelco fantasma”.
Néstor Lezcano escuchó ruidos en la casa en plena madrugada. En San Antonio de Arredondo, un pueblo tranquilo del sur de Punilla, cuando pasa un auto por el frente de la vivienda, los vecinos suelen asomarse para ver de quién se trata ya que en invierno prácticamente nadie circula por sus calles.
La mujer de Néstor, que también se había despertado por el barullo, terminó de despertarlo y el hombre se levantó para ver qué pasaba. En la cocina lo esperaban cuatro hombres y uno de ellos, sin mediar palabras, le asestó un golpe de puño en un ojo. Después de increparlo, lo condujeron hasta la habitación y cuando Néstor intentó cerrarles la puerta para franquearles la entrada, le asestaron un martillazo en la cabeza.
Lo tiraron al piso y mientras su mujer gritaba pidiendo ayuda, le pegaron patadas en todo el cuerpo.
“La plata, danos la plata, sabemos que tenés plata”, le gritaron en reiteradas ocasiones al hombre, un conocido vecino de la localidad que se dedica a actividades de prensa, filmaciones y reparación de computadoras.
Como no encontraron dinero, los ladrones se llevaron tres notebooks, las dos de la familia y una tercera de un cliente. Además, les quitaron los teléfonos celulares y se fueron segundos antes de que llegara la Policía.
“Creo que uno me conoció”, aseguró Lezcano ante las cámaras de Canal 12. El hombre dijo que descubrió en la mirada de uno de los delincuentes, al que no puede identificar, la sensación de que ya se habían visto antes.
Los inquilinos de la planta baja de la propiedad de la familia escucharon los gritos y llamaron a la Comisaría local.
En esta zona de las sierras de Córdoba la sensación de inseguridad de los vecinos es creciente, más aún cuando se trata de personas acostumbradas a la paz que ofrecen la naturaleza y la serenidad del invierno.
Sin conexión
En el ingreso a Villa Carlos Paz, unos minutos más tarde, un automóvil Toyota Corolla rojo apareció dado vuelta en la colectora de la autopista Justiniano Allende Posse.
Al lugar arribaron varios móviles policiales que no encontraron ocupantes en el auto que, según se supo unas horas más tarde, está a nombre de un sujeto con antecedentes penales.
La versión de que el siniestro vial de la colectora guardaba algún tipo de relación con el violento asalto de San Antonio Arredondo no tardó en desparramarse primero en las filas de la Policía y luego entre los periodistas de la región y de los medios de Capital.
Desde la fiscalía del Segundo Turno de Villa Carlos Paz, a cargo de Jorgelina Gómez, apuntaron en el atardecer del viernes que en un principio no existiría conexión entre ambos episodios.
“Es el auto fantasma”, dijo un investigador al referirse a la sorpresa con que se toparon los policías que llegaron al lugar del vuelco y no encontraron a nadie. Tampoco estaba la llave del vehículo.
Esto hizo que a lo largo de la jornada comenzaran a circular toda clase de versiones. Hasta que cerca del mediodía empezó a cobrar forma la sospecha de que el vuelco podría estar relacionado con el asalto, pese a que en el interior del vehículo no se había encontrado ningún elemento que pudiera hacer avanzar en esa idea.
Hasta que a la tarde, la Justicia confirmó que el propietario del auto brindó sus explicaciones, dijo que abandonó el auto “por un asunto privado” y se descartó que tuviera alguna vinculación con el violento asalto de San Antonio de Arredondo.