Intendentes peronistas, obligados a jugar a dos puntas
Aunque no arrancó el tramo más álgido de la campaña electoral para las elecciones legislativas nacionales, muchos intendentes peronistas de la provincia ya sienten la incomodidad de tener que elegir entre dos espacios del mismo partido. Con un agravante: ambas alianzas peronistas son oficialismos en distintos niveles y manejan fondos muy necesarios para los gobernantes locales. El gobernador Juan Schiaretti impulsa las listas de Hacemos por Córdoba y administra los programas y fondos provinciales. Sus dos principales candidatas, Alejandra Vigo y Natalia de la Sota, ya están en campaña. En tanto, desde la Casa Rosada respaldan a los candidatos del Frente de Todos y han provisto fondos para obras en más de
300 municipios cordobeses.
En un contexto de caída de ingresos tributarios por la pandemia, es sabido que los intendentes de las localidades de menos de 10 mil habitantes (más del
60% de los 427 municipios) necesitan, para hacer obras, el respaldo de los gobiernos provincial y nacional.
Hasta hace pocos días, no había problemas de que los intendentes golpearan las puertas del Centro Cívico y la Casa Rosada para conseguir recursos. Pero en tiempos de campaña, el clima se enrarece.
“Soy peronista. Apoyo al gobernador, pero también al Gobierno nacional, que es peronista. Además, mi comunidad necesita de la ayuda de ambas gestiones, y en campaña todo se complica. Tenés que decidir entre uno y otro. Es una c... que no hicieran un acuerdo entre peronistas. Ahora, los intendentes recibimos presiones de ambos lados”, se quejó con amargura un intendente de sureste provincial.
En este contexto, no son pocos quienes prometen apoyo para ambos frentes peronistas. Aunque tendrán un problema en el futuro inmediato: el resultado de las urnas los dejará expuestos según para quién hayan trabajado en la campaña.