Preocupa el impacto del Covid en los taxistas de Córdoba
PANDEMIA . Gremios de choferes estiman que la mitad se habría contagiado. Piden vacunar más.
La pandemia en la ciudad de Córdoba llevaría a unos 2.700 choferes de taxis contagiados y entre 55 y 60 fallecidos, aunque no se cuente con relevamientos oficiales.
La cifra preocupa y angustia a los conductores porque, además, pone al descubierto cómo vivieron los meses de mayor exposición.
Muchos de los conductores pasan arriba de sus autos turnos de 12 horas diarias de trabajo y algunos hasta más tiempo. La baja notoria de los viajes por la menor circulación desde marzo de 2020 y hasta buena parte de este año fue del 80%. Pero, a la par, por ser considerado servicio esencial, continuaron con sus salidas e incrementaron horas de trabajo debido a la baja recaudación.
Hoy la actividad sigue con una disminución de los viajes del 50%, pero los choferes continúan con turnos de 12 horas para redondear mejores ingresos. Buena parte de los autos ya no son puestos a trabajar de noche por el poco movimiento nocturno en la ciudad, debido a las restricciones.
Menos viajes
Ese combo de merma en el trabajo y la necesidad de extender sus turnos para cobrar unos pesos más se hizo sentir en sus niveles de exposición al virus. Si bien no hay cifras oficiales acerca de cuántos son los choferes que integran los grupos de riesgo (la ciudad tiene un total de 4.442 chapas de taxis habilitadas, según datos de la Municipalidad de Córdoba), se estima que una buena parte se suma a las personas vulnerables por tener alto sedentarismo, problemas de obesidad y de hipertensión.
La vacunación para este sector se dio, al igual que al resto de la población, por turno según edades y sin excepciones por ser servicio esencial. Hubo pedidos de distintas organizaciones para que el Gobierno provincial priorice inocular a este grupo, pero eso no fue concedido.
Hoy, alrededor de un 65% de peones de taxi tiene la primera dosis de vacuna colocada.
Unos pocos, entre los trabajadores del volante, desistieron de trabajar para evitar el riesgo de exponerse. La gran mayoría continuó, por la necesidad de sostener sus ingresos.
Poca protección
Matías Álvarez, chofer de Rapitaxi y creador de Infotaxi, es uno de los más críticos de la situación en la que debió cumplir sus tareas este sector laboral. “Muchos compañeros se nos fueron. En la ciudad de Córdoba trabajamos toda la pandemia, desde el 19 de marzo de 2020, mientras que el colectivo estuvo de paro meses y nosotros estábamos en la calle sin ningún medio de control; no tenemos casi nada de protección. Es desesperante el tema”, apuntó.
“Dicen que tenemos que tener ese separador en el auto, pero nadie lo controla y más del 60% de los taxis no lo tiene. Los titulares no quieren gastar, no sé si nos les importa la vida del chofer. Claro, total nosotros tenemos que salir lo mismo. No nos queda otra. Y más vale que no te vayas a enfermar, no te dan ni un peso”, planteó Álvarez.
Los números que manejen los taxistas en cuanto a contagiados y fallecidos por Covid-19 parten de datos por ellos mismos elaborados, porque no hay registros oficiales.
No hay tampoco un seguimiento de cada caso y por lo general la relación se reduce al vínculo entre el dueño del auto y el peón–chofer.
En pandemia el municipio asistió a parte de este sector con bolsones de alimentos, aunque fue reducido y la gran mayoría de las colectas para ayudar a los enfermos y a sus familias o por gastos de sepelio se cubre con los aportes que hacen los mismos compañeros. También, algunas familias pueden percibir un seguro por única vez, de unos 100 mil pesos, que deben gestionar.
En muchos casos queda a criterio del permisionario dueño del auto de ayudar o no al peón y a su grupo familiar, en caso de contagios o de complicaciones más severas por enfermedad.
Desde el gremio
“Al Sindicato Conductores de Taxis de Córdoba nos llega en forma permanente la información de compañeros que van contrayendo Covid-19, como así también de quienes pierden su vida por este virus. La información que manejamos nos deja el triste saldo de más de 55 compañeros fallecidos desde el inicio de la pandemia y no menos del 50% de los conductores ya ha contraído la enfermedad”, aseguró César Lidio Soriano, del gremio de los conductores.
“Nuestra actividad jamás dejó de prestar servicio a los usuarios, el contacto con los pasajeros siempre es estrecho compartiendo un mismo habitáculo y, en muchos casos, sin los separadores de aislamiento a pesar de ser una exigencia emanada del municipio, a la que los empleadores deberían dar cumplimiento”, agregó Soriano.
En ese caso, la protección demandada debe servir tanto para conductores como para pasajeros.
“Debido a las condiciones laborales y físicas en que se encuentran, por ejemplo, muchos casos de obesi
dad, hipertensión arterial o diabetes, el Covid-19 los ataca con más énfasis provocando en muchos casos situaciones de gravedad en los distintos procesos de la enfermedad”, indicó Soriano.
De acuerdo con los números que relevó el sindicato, un 65% de los taxistas recibió la primera dosis de la vacuna.
“Instamos a aquellos que no se anotaron para recibirla, que lo hagan a la brevedad, en lo que respecta a la vacuna para la gripe, hemos recibido las dosis a través de un programa organizado por la Municipalidad de Córdoba”, dijo. Y aseguró que reparten los módulos alimentarios que reciben del municipio a las familias de los conductores que requieren asistencia.
Otra mirada
Miguel Arias, de Peones Taxis de la Terminal de Ómnibus, estimó que por Covid-19 fallecieron unos 60 taxistas. “Tenemos ese número, pero pueden ser más; contagiados creemos que han sido miles; no tenemos precisa la cantidad. Hoy está el protector, que es una exigencia de la Municipalidad, y tratamos de mantener las condiciones de higiene del auto”, expresó.
“Pero no sé, por la exposición que tenemos, cuánto nos puede proteger eso. Es nuestro trabajo, pero pasamos por los centros de hisopados, por los centros de vacunación y, como hay poco trabajo, cargamos pasajeros, lo que venga. Cuando salen de las carpas de hisopados me pregunto cuántas de esas personas estarían infectadas y nosotros las tenemos que llevar. Es riesgoso, pero es nuestro trabajo y alguien lo tiene que hacer”, resumió Arias, uno de los impulsores para que se adelantara la vacunación para este grupo laboral.
“Los choferes contagiados son miles porque llevamos a la gente, por ejemplo, que se va a realizar el testeo y que sale de las carpas con resultado positivo y hay que llevarla igual. En la parada de la Terminal tuvimos en junio pasado un brote con por lo menos 20 compañeros contagiados. Contabilizamos 60 fallecidos, pero otros muchos que están con secuelas o que no han podido seguir trabajando”, marcó.