Silvana vivió bajo la violencia de su exmarido
La mujer asesinada el domingo no se animaba a plantear una nueva denuncia.
Silvana del Valle Contreras tenía 47 años, dos hijas de 21 y 26 años en común con Guillermo González (51) y una pequeña fábrica de sándwiches en barrio Ituzaingó Anexo, ubicado en la periferia sur de la ciudad de Córdoba, donde también reside gran parte de su familia: Silvana era la única hermana mujer de un total de siete hermanos. Quienes la conocieron la recuerdan como una mujer alegre, emprendedora y siempre atenta a las necesidades de los otros.
Hace un año se había separado de González, quien se quedó con la casa que ambos compartían en barrio Almirante Brown. Allí también residía su hija más chica. Silvana lo había denunciado al menos dos veces por violencia de género aunque la violencia nunca cesó. La última denuncia fue en 2017. Por la anterior le habían establecido a González una orden de restricción de acercamiento que ya no se encontraba vigente a la fecha.
Este domingo 18 de julio, Silvana se acercó al domicilio de González al mediodía para llevarle comida. El hombre, que era remisero, había sufrido una fractura en una pierna y tenía dificultades para movilizarse.
Según indicaron fuentes de la fiscalía de Violencia Familiar de turno, la mujer llamó a su hija que vive en Cruz del Eje para pedirle ayuda. La joven inmediatamente después da aviso a uno de sus tíos, hermano de Silvana, quien se acercó al domicilio. Allí, desde la ventana, vio cómo González se quitaba la vida. Cuando entró junto con un vecino, se encontraron con la terrible escena. Silvana había sido asesinada minutos antes.
El asesinato de Silvana provocó gran conmoción en la familia y en los vecinos del barrio.
La causa fue caratulada como homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género. Si bien resta realizar la autopsia de los cadáveres y pruebas balísticas, la causa no sufriría grandes modificaciones por la contundencia de las pruebas recabadas en las primeras horas.
Hasta el momento intervino la fiscalía de Violencia Familiar de feria a cargo de Pablo Camacho y desde el jueves quedará a cargo del fiscal José Pueyrredón.
Una historia de violencia
Glenda Henze, médica generalista del Centro de Salud N° 90 de barrio Ituzaingó Anexo era allegada a Silvana. Desde que se instaló el equipo de psicología en el centro de salud, Silvana acudía para poder salir de la situación de violencia que vivía con su exmarido, con quien había convivido 25 años.
“Ella sufría hace tiempo y aunque la acompañáramos y aconsejáramos no quería denunciarlo porque decía que él ‘se iba a poner como loco’. Hace un año logró separarse y alquilarse algo para ella sola. Él la acosaba y perseguía todo el tiempo”, indicó Henze quien aclaró que ella no lo vio en todo este tiempo, pero que debido al accidente que sufrió en la pierna había empezado a ir a cocinar, ya que allí también vivía su hija.
“Ella era una persona alegre, emprendedora. Estaba por empezar a estudiar una carrera universitaria y siempre estaba atenta a las necesidades de los otros. Si había niños que necesitaban algo, les llevaba cosas. En el barrio era muy querida”, recordó Henze quien hablaba con Silvana una vez a la semana cuando iba al centro de salud.
Algunos vecinos de barrio Almirante Brown sabían que González era violento con su exmujer y que tenía un arma. Otros, como Jorge, que vive al lado, fue algo “que jamás se esperó”. “Teníamos una relación no de amigos pero sí de buenos vecinos en general. Ayudé a los hermanos de Silvana cuando vinieron para abrir la puerta y ver todo eso me dejó muy mal. Estoy conmocionado y quiero darle el pésame a las chicas (por las hijas de ambos) y a la familia ”, dijo en diálogo con La Voz.
Emergencia en violencia
Henze es además referente de la Campaña Nacional por la Emergencia en Violencia de Género. Recordó la importancia de la declaración de la emergencia: “Hacen falta equipos técnicos en los barrios y lugares alejados. El Polo de la Mujer es muy importante pero no alcanza, necesitamos descentralizar, necesitamos cambiar la Justicia y, para ello, presupuesto”. “A las mujeres les digo que es necesario seguir organizándonos, que hablen con sus amigas, cuenten los que les está pasando y armemos redes de ayuda”, concluyó.