La nueva estrella pop
Con temas sobre sus exnovios, Olivia Rodrigo lidera todos los rankings.
En noviembre de 2020, nuestro compañero Diego Tabachnik la tenía disponible en un Zoom para hablar del estreno de High School Musical: el musical: la serie. Y hoy, a sólo siete meses de ese contacto virtual, la vemos convertida en la máxima estrella del pop anglo, superando en rankings a titanes como Justin Bieber, Ariana Grande y The Weeknd.
Se trata de Olivia Rodrigo, que a la velocidad de la luz ha pasado de ser una joven y prometedora figura de la factoría Disney a una influyente popstar que el mismísimo presidente Joe Biden convocó para concientizar a los jóvenes de la importancia de vacunarse contra el coronavirus.
“Olivia Rodrigo visitará la Casa Blanca para reunirse con el presidente y el doctor (y epidemiólogo Anthony) Fauci, y para grabar videos sobre la importancia de que los jóvenes se vacunen”, explicó un funcionario del Ejecutivo estadounidense, quien a su vez agregó que la artista es la figura indicada para persuadir a los integrantes de la “Generación Z”.
“Generación Z”, o aquella franja de población formada por los nacidos a partir de 1996.
“¡Tuve el absoluto honor de visitar la Casa Blanca hoy y conversar con @potus (cuenta de Joe Biden) sobre la importancia de vacunarse!”, expuso Olivia en Instagram.
“Incluso si sos joven y no estás inmunodeprimido, vacunarte contra el Covid es lo mejor que podés hacer por tu salud y por la de tus seres queridos. Tenés el poder de salvar vidas”, completó Rodrigo.
Ahora bien, ¿qué hizo esta joven californiana de 18 años de ascendencia filipino-alemán-irlandesa para entreverarse en la agenda del hombre más poderoso del mundo?
Hasta aquí, actuar desde niña en la voraz industria del entretenimiento infanto-juvenil y publicar un disco luego de ser “descubierta” por un directivo de sello multinacional mientras garabateaba canciones al piano en Instagram.
Lo de la actuación ya había posicionado a su nombre. Revisemos.
En 2015 y aún niña, protagonizó la comedia American Girl: Grace Stirs Up Success, dirigida por Vince Marcello y en plan de mocosa malcriada que tiene que bancarse (“fumarse”, se dice ahora) a una prima francesa de su misma edad.
Esa pegada no alcanzó a diluirse por cuanto ahí nomás, en 2016, se cargó el rol de Paige Olivera en Bizaardvark (tres temporadas en Disney Channel). Y en 2019, llegó High School Musical: el musical: la serie (aún disponible en Disney +), un producto que, además de generar el contacto con VOS, le permitió perfilarse como performer pop en dos canciones del soundtrack oficial.
De todos modos, estas interpretaciones no fueron las que catapultaron a una Olivia Rodrigo ya perfilada como mujer con carácter. El rescate industrial, vale repetirlo, se dio cuando publicó videos en Instagram, con canciones propias al piano.
La que dejó estupefacto al directivo de Interscope, el mismo que “reclutó” a Lana del Rey desde YouTube, fue la balada driver’s license, que llegó a 21 millones de reproducciones a tres días de haber sido publicada oficialmente. Ese agente industrial puede colgarse todas las escarapelas, porque visualizó el tono
Lorde tomaba una experiencia normal y la convertía en un hermoso hecho artístico. Siempre quise hacer un disco así.
Te rompen el corazón a los 16 o 17 años, cuando aún no tenés perspectiva, cuando no sabés que la vida sigue.
épico que puede alcanzar una sencilla oda al desamor luego de ser inflada por hábiles productores.
El tipo vio a Olivia (jovencita e irradiando desenfado y vulnerabilidad) cantando sobre eso de rendir para sacar el carné de conducir, algo que había soñado con su ex, para luego pasar por la casa a mediana velocidad para contrastar que no podrá celebrar con él. “Esto es una bomba”, pensó. Y el tiempo, que no siempre lo destruye todo, le dio la razón.
TikTok fue la nafta para ese fuego que ganó en intensidad cuando vieron que Olivia tenía más material en tono similar como para un disco full.
Sour se llama ese debut. Y es un mezcladito que, así como remite a Hole, la banda noventosa de Courtney Love, también se deja permear por divas más contemporáneas como Taylor Swift (aportó en la composición de 1 step forward, 3 steps back y en la idea de titular las canciones con minúsculas) y Lorde.
La neozelandesa, de hecho, es una influencia blanqueada por Olivia en The Guardian. “Me tomé esto en serio cuando escuché Pure Heroine de Lorde”, dijo a ese diario.
“Ya tenía 12 años. Ella hablaba de viajar por los suburbios, ir a la escuela, los amigos, el drama. Me acuerdo de que me sentí vista. Ella tomaba una experiencia normal por la que todos pasamos y la convertía en un hecho artístico hermoso”, amplió.
Así que ya ven: Lorde ya ejerce de veterana y se convierte en una influencia de esta nueva princesa del pop, nacida cuatro años después del disco debut de Britney Spears. El tiempo vuela, claro está. “Incluso para los estándares actuales de fama viral, su ascenso ha sido excepcional”, observó Pitchfork, un medio de flotación indie.
“Sour es el disco pop más consciente de los últimos tiempos y una muestra impecable de música para la Generación Z”, aporta Los Angeles
Times, acaso enfocándose en las descarnadas confesiones de Olivia.
“Estoy tan harta de los 17 / ¿Dónde está mi maldito sueño adolescente?”, gruñe en Brutal, una apertura que, en algún punto, le devuelve centralidad al rock de guitarras. good 4 you mantiene ese pulso cuasi grunge y suma tono de reproche para un ex, que puede ser el mismo o no de Driver’s license. “Bien por vos / te ves feliz y sano / Yo no lo estoy / aunque no me lo preguntaste”, se le oye ahí. Y en el complementario folk
enough for you, lanza “Intenté con todas mis fuerzas ser todo lo que a vos te gusta / Leí todos tus libros de autoayuda para que pensaras que soy inteligente”.
En fin, Olivia Rodrigo es el “naranjo en flor” que cumple la premisa de “primero hay que saber sufrir”.
Pero cuidado, ella sabe que vienen cosas mejores. “Te rompen el corazón a los 16 o 17 años, cuando aún no tenés perspectiva”.
“Cuando no sabés que la vida sigue y que vas a conocer a otras personas. Que el novio que se fue no será la única experiencia feliz que tendrás”, cierra la estrella cuyo ascenso meteórico se produjo en un nuevo paradigma sociocultural, con empoderamiento femenino, nuevos consumos y un futuro incierto.