Belgrano se trajo un gran triunfo
Le ganó 3-2 a Quilmes de visitante con un gol de Longo sobre el final y se acomoda en la tabla de la Zona A.
Ganar a lo Belgrano significa el grito desencajado de gol de Santiago Longo a los 44 minutos del segundo tiempo. El festejo loco de Guillermo Farré en el banco. Y el abrazo apretado de los futbolistas celestes al término del partido. Ganar a lo Belgrano es ganar 3-2 como se lo hizo ayer en Quilmes. Con el alma, con lo último que se tenía, cuando no se podía pero se creía. Dejándolo todo y más también.
Dos veces estuvo en desventaja el Celeste, ayer vestido de rojo. Perdía 1-0 a los 7 minutos del primer tiempo, con un gol de Facundo Pons, y 2-1 a los 21 minutos del segundo, con un tanto de penal de Tomás Blanco por una falta dentro del área de Nahuel Tecilla (quien jugó por Diego Novaretti, resentido durante el calentamiento por un problema de salud) a Brandon Obregón. Y las dos veces, para remontar la cuesta, la visita apeló a su carácter por encima de fallas y desaciertos individuales y de una posesión de la pelota que de a ratos resultó monótona e improductiva.
Empató primero con un gol de penal de Pablo Vegetti a los 7 minutos de la etapa complementaria, luego de que el lateral Martín Ortega zamarreó dentro del área a Wilfredo Olivera. Y volvió a empatar a los 33, con un gol en contra de cabeza del zaguero “cervecero” Agustín García Basso, luego de un buen centro del uruguayo Adolfo Lima desde la izquierda.
Cualquier otro equipo se hubiera dado por conforme. Hubiera dejado de buscar ahí mismo. Pero Belgrano no. Siguió yendo al frente sin mucha línea. Pero con el ímpetu renovado luego de los ingresos de Ulises Sánchez, Lima, Ruiz Gómez y Longo. A los 44 minutos, Ruiz Gómez lanzó un córner desde la derecha, Longo anticipó a todos en el vértice del área chica y con un remate mordido y esquinado desató una fiesta cordobesa en el sur del Gran Buenos Aires.
“El énfasis y las ganas de ganar que tiene este grupo hicieron que el final del partido fuera beneficioso para nosotros”, afirmó el técnico Guillermo Farré cuando Mundo D lo consultó sobre las razones de un triunfo tan agónico.
“El equipo nunca se entregó y aparte siempre jugó con mentalidad ganadora. Eso es lo que quiero instalar en el grupo, que todo se puede, que no hay que bajar los brazos”, agregó el entrenador, quien desde que está al frente del equipo, hace siete fechas, esta es la tercera vez que logra revertir de visitante un resultado en los últimos minutos: antes, empató 1-1 con Riestra y le ganó 1-0 a Estudiantes de Río Cuarto, en tiempo de descuento.
Belgrano comenzará a transitar la segunda rueda del campeonato ante Tigre, el domingo a las 15.50 en Victoria. Con una eficacia del 50 por ciento (24 puntos logrados sobre 48 jugados), está a sólo dos unidades de Atlanta que, con 26 unidades, ocupa el cuarto puesto que conduce al Reducido por el segundo ascenso a Primera. Ese es la meta para el segundo tramo del campeonato. Pero Farré no quiere ir tan lejos.
“No puedo mirar el final del torneo si antes no veo a Tigre, que es lo más importante. Vamos a preparar ese partido y vamos a jugarlo el domingo como lo hicimos acá. Ese es el objetivo y esa es la mentalidad que debemos tener. Después, al final del torneo se verá”, dijo el técnico especializado en ganar con el último aliento. A lo Belgrano, que es como más le gusta ganar al pueblo “celeste”.