Guillermo Farré “Quiero un equipo solidario y que no baje los brazos”
El entrenador celeste dijo que deben seguir creciendo y buscando la regularidad.
Si los jugadores tienen sólo un par de días para disfrutar un triunfo o digerir una derrota, los entrenadores gozan de menor cantidad de tiempo porque son quienes deben superar los buenos o malos momentos para de inmediato seguir adelante.
Guillermo Farré llegó a Belgrano con el objetivo de reordenar el equipo y empezar a darle forma al sueño de pelear por los puestos de ascenso. Desde su arribo, el DT dirigió siete partidos, con cuatro victorias, un empate y dos derrotas.
–Los buenos resultados tapan todas las críticas…
–El fútbol, desde el rol en el que uno lo vive ahora, siempre necesita ser analizado y, más allá del resultado positivo o negativo, se deben tener conclusiones y sacar cosas en limpio para transmitirle al jugador. Estoy tranquilo desde lo numérico, porque eso hace que el grupo tome los conceptos de manera más fácil. Pero también estoy tranquilo desde la predisposición que tienen los jugadores para asimilar lo que se les pide. Siempre hay cosas para mejorar y superarse, pero uno sabe que la categoría no deja que los partidos siempre se presenten iguales y la mentalidad que está teniendo el grupo es la que nos está haciendo ser competitivos.
–¿Es una categoría en la cual cualquiera pierde con cualquiera y los errores se pagan caros?
–Es así. Se está dando este patrón en el torneo. No hay un equipo que esté plantado y se muestre superior a los rivales. Se está dando que algunos equipos tienen una forma de jugar más constante y no varían de partido a partido: son los que suman puntos. No soy ajeno a esta lectura del certamen, por eso quiero que mi equipo se plante y pueda ser paciente. Además, el que se equivoca está pagando y eso hace un poco a la irregularidad .
–¿Y dónde está la mayor irregularidad de Belgrano?
–Así como tenemos virtudes, tenemos defectos. Todo se puede ir solucionando con la actitud que tenga el equipo. Hay que bajar un poco el grado de ansiedad que se tiene para ir consiguiendo los triunfos, que los jugadores se sientan más sueltos y cómodos por la estructura del equipo. Todos los futbolistas deben entender que son importantes en el rol que les toca, que no deben hacer cosas sobresalientes. Estoy en la búsqueda de ese equilibrio emocional.
–El equipo pasa de buenos a malos momentos casi sin pausa...
–Estamos buscando el equilibrio emocional para que el jugador pueda fluir de manera más natural. Que sepa manejar los tiempos, la ansiedad y la locura de los partidos. Podemos jugar con más pausa y tranquilidad y vamos a ver un fútbol más fluido, porque las características de mis jugadores van a aflorar.
–¿Qué estás intentando transmitirles a los jugadores?
–Más allá del sistema de juego que podamos utilizar, lo que quiero es que entiendan la esencia de un equipo compacto, solidario y que no baje los brazos. Después, el sistema se acomodará a esta esencia.
–Para equilibrar el medio, ¿te está faltando otro “5”?
–Faltaría uno mixto. El que hoy tenemos en esa función es Tomás Asprea, que me puede dar una mano en lo defensivo y una dinámica distinta para salir. Longo es de contención y Sánchez es por afuera. Queremos alguien que nos venga a cumplir esa función y que nos permita potenciar a los jugadores que tenemos.
–Los dos de arriba, Vegetti y Balboa, ¿son inamovibles?
–Están dando una sensación de acecho permanente que hace que los rivales estén muy preocupados a la hora de marcar. Además, entiendo que con los dos se ganó en pelota parada a favor o en contra, algo que es muy importante en esta categoría. Están cumpliendo en todos los aspectos, vienen trabajando en lo físico y en lo táctico de manera muy buena. Me hace pensar que, más allá del sistema, los dos se han ganado el puesto.
–¿El arranque de la segunda rueda es clave o va por partido?
–El partido que viene es el más importante, se debe analizarlo y jugarlo. Primero, pensar en este y, después, en el que sigue. Nos quedan 16 y hay que trabajar para seguir en carrera. Tenemos que seguir creciendo y buscando la regularidad que nos haga llegar con expectativas al final.
–¿Qué te da más tranquilidad?: ¿un buen resultado o un buen partido más allá del resultado?
–Me acomodo mejor cuando el equipo me transmite desde dentro de la cancha lo que hemos trabajado y lo que pretendo como su esencia. Después nos puede ir bien o mal, pero si fui intenso, ordenado y trabajé bien el partido, pero por esas cosas del fútbol perdí, me voy más tranquilo que si gano con un ida y vuelta en el que emboqué un gol y nada más.
–¿Hay un rival por vencer?
–No. Lo más importante es pensar en uno, preparar el partido que se tiene adelante y plasmar la idea que se tiene. Trabajar en el día a día, sabiendo que si se gana no sos el mejor o si se pierde no sos el peor.
–¿Refuerzos sí o sí?
–No debe ser así. Tienen que venir a potenciar lo que tenemos y a ser una opción para hacer otras cosas. No quiere gente que venga a competir por el puesto porque esa competencia interna ya la tengo. Se busca a alguien que nos dé más opciones de juego.
–No es sencillo traer jugadores...
–Cuando uno ve todo lo que hay en el camino, comprende que las trabas son muchas. Entonces ves que nos es tan fácil traer al jugador donde se puso el ojo, pese a que ese jugador quiera venir, porque hay muchas cosas al medio. No es tan fácil como parece.