Las razones de los cambios, según expertos
Especialistas en bioinformática atribuyen el cambio de tendencia a un impacto de la campaña de vacunación. El plan, que comenzó con mayores de 70 años y continuó con los que tenían más de 60, estuvo orientado a disminuir la mortalidad en esa franja etaria, que es la que presentaba más riesgo por vulnerabilidad, explicó Rodrigo Quiroga, bioquímico e investigador de Conicet.
Una vez que la campaña cubrió a este grupo poblacional, se disminuyeron las muertes en mayores de 60 y entonces bajó el promedio de edad de fallecidos. Un comportamiento que, en Córdoba, “se comenzó a notar a partir de abril”, indicó Quiroga.
Después, la estrategia continuó con la franja de entre 30 y 60 años, que también presentaba riesgos si se infectaban sin vacunar.
Una vez cubierto también ese grupo y equiparado con el de más de 60, la edad promedio de fallecidos vuelve a subir.
“Con esta lógica, hay que vacunar a los niños y adolescentes que tengan comorbilidades, para reducir las complicaciones y muertes. Y también a los sanos, para lograr inmunidad de rebaño y cortar la circulación del virus”, explicó el investigador cordobés.
Jorge Aliaga, experto en bioinformática, confirmó en tanto que similar tendencia se repite a nivel nacional, “En Argentina, la estrategia de vacunación priorizó a los que tenían más probabilidades de fallecer, no de contagiarse. Se buscó bajar los muertos. Aunque es difícil de dimensionar, habría que ver cuántas personas más hubiesen fallecido con este nivel de contagios, si no se hubiesen colocado vacunas”, dijo a La Voz.
Los especialistas destacan que, una vez que se cubra con vacunas a todos los grupos poblacionales, el promedio de edad de los fallecidos volverá a ser el mismo del primer año de pandemia, antes de la vacunación, aunque con un número absoluto menor de muertes por Covid-19.