Repensar procesos de selección
Amás de un año del comienzo de la pandemia y el cambio radical en las formas de trabajar, las empresas entendieron que la especialización técnica debe estar acompañada de habilidades blandas, como competencias culturales, valores o recursos emocionales, en un contexto en que las personas deben desempeñarse de forma individual y en equipo de un modo diferente al presencial.
Existe una nueva mentalidad a la hora de buscar los recursos: las compañías reclutan colaboradores que empaticen con su cultura, que tengan cierta visión y pilares, además de la capacidad de ejecutar las tareas técnicas requeridas en cada puesto.
Una investigación realizada en 2019 por Apex América junto a especialistas de la Universidad Siglo 21 llegó a la conclusión de que a mayores niveles de desarrollo en competencias culturales, mejor nivel de compromiso o vínculo positivo con las tareas. Y por lo tanto, mejor desempeño en su trabajo.
Además, se comprendió que las competencias culturales se relacionan con bienestar, orgullo y performance, en el marco teórico de la psicología positiva.
La psicología positiva –un concepto abordado por Susana Llorens, Isabel Martínez y Marisa Salanova en el libro
Organizaciones saludables. Una mirada desde la psicología positiva
(2019)– es una perspectiva científica que estudia los pensamientos, sentimientos y comportamientos humanos con un enfoque en las fortalezas en lugar de las debilidades, construyendo lo bueno en la vida –en lugar de reparar lo malo– y estudiando a personas con un buen nivel de bienestar, en lugar de centrarse sólo en aquellas que están mal.
Trasladado a un ámbito laboral, se pone el foco en factores que facilitan que una persona, grupo u organización se desarrolle de manera positiva; por ejemplo, bajo condiciones de incertidumbre (resiliencia).
Para las empresas, poder distinguir cuáles son las competencias culturales más allá de los saberes técnicos tiene un impacto directo en el compromiso del colaborador con la organización.
La pandemia es una oportunidad de repensar las áreas de recursos humanos y para empezar a trabajar algo que tenía que ver con las competencias culturales.
Lo primero que se debe adaptar en el proceso de selección es la manera de buscar en las personas esas competencias culturales que necesita la compañía de una manera 100% virtual.
Este pasaje de lo presencial a lo virtual –aun cuando los contextos sean más híbridos entre la presencialidad y la virtualidad– es una tendencia global acompañada por muchas plataformas y softwares destinados a facilitar esta transformación.
En una encuesta a más de 1.500 profesionales de reclutamiento en 28 países, LinkedIn pudo identificar seis tendencias que los profesionales de selección y reclutamiento de personal deben tener en cuenta al trazar su estrategia para 2021, las cuales aseguran que la modalidad de selección virtual llegó para quedarse y que serán las personas encargadas de reclutar quienes liderarán la transición al trabajo remoto.
En la actualidad, el foco está puesto en el capital psicológico como principal impulso de crecimiento y el éxito de una compañía.