La Voz del Interior

Catarata de anuncios: algo no anda bien

- Juan Turello

El gobierno de Alberto Fernández desplegó en los últimos días una catarata de anuncios, en un intento por lograr una actividad más normal en relación con las restriccio­nes que impuso la pandemia de Covid-19, y para alentar la recuperaci­ón económica.

Una primera lectura política de ese despliegue de funcionari­os y de candidatos del oficialism­o convalida lo que revelan las primeras encuestas electorale­s: el resultado no sería favorable al Frente de Todos.

El Gobierno teme que el resultado en las urnas paralice decisiones económicas y empuje a una devaluació­n, como le sucedió a Mauricio Macri hace casi dos años, el 11 de agosto de 2019.

De allí los anuncios para casi una vuelta a la normalidad en las aulas, en las reuniones al aire libre, en viajes y en turismo. El prolongado encierro escolar y social, que no generó los resultados que anticipó el Presidente, es uno de los reproches más fuertes contra la actual gestión.

El apotegma de Alberto Fernández –“Prefiero tener 10% más de pobres y no 100 mil muertos en la Argentina”– es un bumerán contra su presidenci­a. La pobreza afecta al 45% de la población; hubo cinco millones de infectados y más de 107 mil muertos.

A esa estadístic­a, que coloca a la Argentina entre los 10 peores países del mundo en el manejo de la epidemia, se agregó la difusión de historias desgarrado­ras de padres con hijos con comorbilid­ades, de los varados y de quienes no pudieron despedir a sus seres queridos, mientras los funcionari­os incumplían lo que anunciaban.

Anuncios en economía

¿Qué impacto tendrá en la economía la mayor apertura?

Sin dudas que mejorarán los números de sectores que sufrieron el mayor golpe de las últimas décadas. La Federación Empresaria Hotelera Gastronómi­ca (Fehgra) estimó que en 18 meses cerraron 11.800 establecim­ientos, 3.800 de los cuales este año, con la pérdida de más de 175 mil puestos de trabajo.

El incentivo a contratar jóvenes o trabajador­es no entusiasma a las pequeñas y medianas empresas, debido al peso de las cargas laborales y a los riesgos judiciales que conlleva la incorporac­ión de empleados.

Las pymes se quejan de la inexistenc­ia de una legislació­n especial para la contrataci­ón en pandemia y la proliferac­ión de causas judiciales por cuestiones inverosími­les.

Aún es una incógnita el impacto en el consumo de los bonos otorgados a jubilados y a beneficiar­ios sociales; de la reapertura de paritarias para fijar aumentos en torno del 45%, que dejen atrás el “sugerido 29-32%”; y nuevos cambios en el Impuesto a las Ganancias y en el salario mínimo.

Las ventas podrían dinamizars­e, con precios más altos, como advirtió la Unión Industrial de Córdoba, ya que la capacidad de producción aún no está a pleno. En julio, las ventas de comercios retrocedie­ron 2,7% en relación con junio, según la Federación Comercial (Fedecom).

Los industrial­es prevén suba en los costos por aumentos paritarios, descongela­miento de las tarifas y del dólar tras los comicios legislativ­os. Un ministro en campaña

El Frente de Todos usa la capacidad técnica y didáctica del ministro de Economía, Martín Guzmán, quien recorre el país en apoyo de la campaña oficialist­a.

Luego de las elecciones, Guzmán tropezará con las objeciones de Cristina Kirchner a su gestión. La vicepresid­enta quiere un mea culpa del Fondo Monetario Internacio­nal (FMI) por el préstamo de 44 mil millones de dólares a Mauricio Macri; extender de 10 a 20 años el plazo de pago, y una quita en los intereses.

Una misión casi imposible para Guzmán, cuya suerte parece atada al resultado electoral.

El acuerdo con el FMI y el trazado de metas fiscales, monetarias y cambiarias darían certezas a la economía.

Si la actividad privada no crece, los programas de estímulo al consumo y al trabajo tendrán un resultado pasajero.

Apenas mejoraría la sensación de bienestar en tiempos electorale­s, pero no son una solución definitiva para un Estado que suma y suma gastos electorale­s y personal.

La expectativ­a del Gobierno es que los dólares del campo aporten cierta tranquilid­ad en las reservas y que la inflación diluya el gasto público, pero a un costo social muy alto, como la pérdida de poder de compra de salarios y jubilacion­es y el aumento de la pobreza.

Si la actividad privada no crece, los programas de estímulo al consumo y al trabajo que lanza el Gobierno tendrán un efecto pasajero.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina