Provincia
Calvo, uno de los “heridos” en el oficialismo
No hubo sorpresas en la oficialización de las candidaturas que impulsó el gobernador Juan Schiaretti, pero quedaron algunos “heridos”, como se denomina en la jerga política a aquellos dirigentes que tenían expectativas y no pudieron cumplirlas.
Nadie lo va a admitir y es probable que lo nieguen, pero uno de los más molestos fue el vicegobernador Manuel Calvo. Varios días antes de la confirmación de las candidaturas,
La Voz había adelantado que el ministro de Industria y Comercio, Eduardo Accastello, era el que con más fuerza sonaba para acompañar a Alejandra Vigo en la fórmula para senadores. Para ese lugar, durante largos meses se había mencionado el nombre de Calvo. Aunque en el oficialismo provincial admiten por lo bajo que el segundo lugar para la Cámara Alta es testimonial, al vicegobernador, que ya mira el lejano 2023, le hubiera venido muy bien que su nombre apareciera en la principal boleta de Hacemos por Córdoba. El otro tema que golpeó a Calvo fue que el intendente de San Francisco, Ignacio García Aresca, sea quien ocupe el segundo lugar en la lista para Diputados. El intendente es hombre de Martín Llaryora, el principal rival de Calvo en la interna del PJ provincial, y todos ellos dirigentes del departamento San Justo. Una pulseada que nadie reconoce en público, pero que asoma en cada decisión que se toma en el oficialismo provincial y municipal. Según dos fuentes confiables del Centro Cívico, el gobernador Juan Schiaretti le confirmó en persona a Calvo que no sería candidato cinco días antes de la oficialización de las listas. Aunque al mandatario provincial y principal impulsor de su postulación como vice no le dijo nada para mostrar su molestia, se asegura que Calvo estuvo un par de días sin contestarle el teléfono a funcionarios y dirigentes del PJ.