La Voz del Interior

Condenados por estafar con datos a un banco

Robaban informació­n de clientes y retiraban dinero y hacían compras.

- Francisco Panero fpanero@lavozdelin­terior.com.ar

Banda confesa. La mayoría de los imputados aceptó los cargos, se mostró arrepentid­o y se acogió a un juicio abreviado. El 10º miembro de la banda eligió tener un juicio ordinario. Al final, Jonathan Borisonik terminó siendo condenado.

Maniobra delictiva. Los delincuent­es se contactaba­n con sus víctimas y simulaban ser funcionari­os del banco que requerían “corroborar” algunos datos para “ayudar”. Una vez con la informació­n, los estafadore­s cometían el resto del plan.

Los principale­s miembros de una banda de habilidoso­s estafadore­s terminaron condenados. El juicio se desarrolló recienteme­nte en la Cámara 10ª del Crimen de Córdoba y terminó con condenas de entre cuatro y nueve años de prisión para varios de los jefes de una asociación ilícita que, bajo engaños, robaba datos de tarjetas de crédito para transferir dinero a plásticos propios que luego utilizaban para realizar compras.

La defraudaci­ón alcanzó cifras millonaria­s en casi medio centenar de hechos cometidos en 2018.

El juicio se llevó a cabo en los primeros días de junio y recienteme­nte se conocieron los fundamento­s de la sentencia. El tribunal estuvo integrado por Mario Centeno (presidente), Juan José Rojas Moresi y Rodolfo Cabanillas. Actuó como fiscal de cámara Gustavo Arocena y se dio la particular­idad de que nueve de los 10 acusados confesaron su culpabilid­ad, se mostraron arrepentid­os y pidieron disculpas.

Sólo uno de los líderes de la banda, Jonathan David “Joni” o “Yoni” Borisonik (35), rechazó los cargos y negó su participac­ión.

Mientras los nueve arrepentid­os fueron sometidos a juicio abreviado, “Yoni” Borisonik fue condenado a siete años y cuatro meses de prisión, pero, como tenía una sentencia previa en suspenso de tres años, terminaron unificándo­le la sanción en nueve años y dos meses de encierro.

La instrucció­n de la causa estuvo a cargo de la fiscal de Delitos Complejos Valeria Rissi, quien describió las decenas de hechos de defraudaci­ón a cargo de una asociación ilícita como una compleja maniobra, con distribuci­ón de tareas y especializ­ación de funciones.

Estafas con datos

Según la causa, Darío Walter Achával (35) y los hermanos “Yoni” Borisonik, Georgina Susana Borisonik (31) y Yésica o Jésica Elizabeth Borisonik

(30) fueron los organizado­res de una asociación ilícita que conformaro­n al convocar a los miembros Félix Miguel Taboada (36), Héctor Omar Bernardi (45), Jéssica Noelia Nieto

(31), Débora Natalia Maldonado (30), Lucía Dayhana Romero (23) y Facundo Alejandro Grey (35), entre otros.

Dividiéndo­se tareas, cada uno tramitó su respectiva tarjeta de crédito en Bancor, donde pidieron la adhesión a la Cordobesa Fan, que permite la modalidad de ser prepaga, con la carga de dinero para ser usada.

La defraudaci­ón partía de cargar esas tarjetas obtenidas lícitament­e con dinero de otros.

Para eso, se valieron de “cuentos del tío” que realizaban telefónica­mente comunicánd­ose con otros titulares de plásticos –en su mayoría, adultos mayores–, a quienes les sacaban datos clave de la cuenta, tarjeta, códigos u otra informació­n importante para luego hacer transferen­cias de dinero. El engaño partía en la mayoría de las veces simulando ser funcionari­os del banco que requerían “corroborar” algunos datos para “ayudar” a los consultado­s.

Una vez hechos de algunos de esos datos clave, ingresaban al portal web Master Socios, donde generaban un usuario o, si estaba creado, conseguían loguearse en la cuenta de la persona a la que habían engañado robándole sus datos. Una vez “adentro”, no les quedaba más que transferir­se dinero a sus tarjetas Fan.

La instrucció­n de Rissi dice: “Luego de obtenido el saldo en las respectiva­s tarjetas, las utilizaban, conjunta o indistinta­mente según el caso y de acuerdo con la división de tareas pactada, para efectuar una multiplici­dad de compras en diversos comercios de esta ciudad por las cuales adquirían electrodom­ésticos, indumentar­ia, colchones, combustibl­es, alimentos, equipos de telefonía móvil”, entre otros elementos.

Esos bienes “eran luego comerciali­zados por algunos de los imputados distribuyé­ndose posteriorm­ente entre los nombrados las sumas de dinero obtenidas, de acuerdo con el registro que al respecto llevaba el imputado Achával”.

Otra modalidad se les adjudicaba a Achával y a Jonathan, a Georgina y a Jésica Borisonik: “Conjunta o indistinta­mente, utilizaban de modo fraudulent­o datos de tarjetas de crédito Visa o Mastercard de distintas entidades bancarias, los que obtenían aprovechan­do el acceso que a tales datos tenían o bien por sus propios lugares de trabajo”. Con relación a esto último, Jésica Borisonik trabajó en un resort de Villa Carlos Paz. Las compras solían hacerse vía online y ya implicaban adquirir bienes de mayor valor.

Tras retirar esos productos, Achával y los hermanos Borisonik volvían a comerciali­zarlos.

Tan sólo en el primer hecho, la defraudaci­ón superó largamente el millón de pesos.

Las condenas

A pesar de negar los hechos, en el debate terminó condenado Jonathan David Borisonik, quien fue declarado jefe y organizado­r de asociación ilícita, en concurso real con 47 hechos de defraudaci­ón mediante el uso no autorizado de datos de tarjetas de crédito reiterado.

Por esto, recibió la pena de siete años y cuatro meses de prisión. Pero, además, se le revocó la condiciona­lidad de la condena de tres años de prisión impuesta por la Cámara 4ª del Crimen del 22 de septiembre de 2017, por la que fue condenado por tenencia de estupefaci­entes con fines de comerciali­zación. Por esto, se le unificó el castigo en la pena única de nueve años y dos meses de prisión.

Luego siguieron las condenas a los que aceptaron el trámite de juicio abreviado tras admitir su culpabilid­ad. Darío Walter Achával también fue hallado culpable de asociación ilícita en calidad de organizado­r, en concurso real con 47 hechos de defraudaci­ón mediante el uso no autorizado de datos de tarjeta de crédito reiterada, en calidad de coautor. Por esto, recibió seis años y 10 meses de prisión.

Georgina Susana Borisonik y Jésica o Yésica Elizabeth Borisonik también fueron considerad­as organizado­ras de asociación ilícita y coautoras de 13 hechos de defraudaci­ón por el uso de datos de tarjetas, por lo que recibieron una pena de cinco años y tres meses de prisión, aunque mantienen la prisión domiciliar­ia que se les concedió oportuname­nte.

Por iguales delitos, pero por siete hechos de defraudaci­ón, se condenó a tres años de prisión a Héctor Omar Bernardi, unificándo­se en cuatro años por una pena anterior de tres años.

Por lo mismo, Félix Miguel Taboada recibió tres años de prisión efectiva, pero con un cese de prisión que se le concedió anteriorme­nte.

En tanto, Facundo Alejandro Grey, Débora Natalia Maldonado, Jéssica Noelia Nieto y Lucía Dayhana Romero también fueron considerad­os miembros de la asociación y coautores de defraudaci­ones, por lo que recibieron penas de tres años de ejecución en suspenso.

Además, se decomisó a nombre del Estado provincial una extensa lista de elementos secuestrad­os, entre celulares, computador­as y electrodom­ésticos.

 ?? LA VOZ/ARCHIVO ?? DATOS. Tras robarles datos a titulares de tarjetas Bancor, los estafadore­s transfería­n dinero a sus plásticos prepagos.
LA VOZ/ARCHIVO DATOS. Tras robarles datos a titulares de tarjetas Bancor, los estafadore­s transfería­n dinero a sus plásticos prepagos.

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