La Voz del Interior

En lugar de penalizar, especialis­tas en salud aconsejan incentivar

VACUNACIÓN. La sugerencia de la UIA sobre los trabajador­es que no se inmunizan generó polémica. Desde el ámbito de la salud, la mayoría sostiene que la medida más efectiva es la persuasión.

- Natalia Lazzarini nlazzarini@lavozdelin­terior.com.ar

Las declaracio­nes de los referentes de la Unión Industria Argentina (UIA) generaron polémica en el país. Daniel Funes de Rioja, presidente de la organizaci­ón, opinó que la pandemia había dejado un saldo negativo para la actividad y sugirió que aquellos empleados que no quieran vacunarse no deberían presentars­e a sus puestos de trabajo y, por lo tanto, no tendrían que cobrar. La idea fue para minimizar el riesgo de transmisió­n del virus dentro del ámbito laboral.

Especialis­tas en salud aclararon que, tanto en Córdoba como en Argentina, no es representa­tivo el grupo de personas que elige no vacunarse. Y aclararon que, en lugar de penalizar, la mejor estrategia son los incentivos y el acceso a la informació­n sobre los estudios de eficacia y seguridad de las distintas formulacio­nes que se aplican en el país.

Agregaron que, a diferencia de Estados Unidos o Francia, aquí es minoritari­o el grupo que milita en contra de estas vacunas. Y que el porcentaje más grande de personas que no accede a estas dosis está comprendid­o por aquellos que no pueden acceder a un turno o que no fueron convocados todavía, como los menores de 18 años.

Además, plantearon otro dilema ético: las vacunas contra el Sars-Cov2 no son obligatori­as porque, en el mundo, han conseguido su autorizaci­ón en el uso de emergencia. Por lo tanto, no se puede penalizar a quienes no quieran colocársel­a.

“El salario es un derecho fundamenta­l de las personas que les garantiza, entre otras cosas, el alimento. Creo que sería muy difícil avanzar en ese castigo porque las vacunas contra el Covid-19 no son obligatori­as. No es lo mismo que privar a una persona de entrar a un restaurant­e o a una cancha de fútbol”, explicó a La Voz el físico y experto en bioinformá­tica Jorge Aliaga.

Los especialis­tas consultado­s coincidier­on en que se puede minimizar el riesgo de infección dentro de un puesto laboral si se cumplen los protocolos: distanciam­iento, ventilació­n y uso de barbijo.

Si el objetivo es mejorar los porcentaje­s de población alcanzada con la vacuna, para lograr inmunidad de rebaño, habría que incluir en la estrategia a menores de 18 años y trabajar en las barreras en el acceso.

“Creo que es más efectivo incentivar que castigar. La población debe tener acceso a la informació­n, a los estudios de eficacia y seguridad de todas las vacunas. Y saber que, en la historia, esta ha sido una herramient­a fundamenta­l para combatir enfermedad­es como sarampión y poliomieli­tis”, dijo Soledad Muñoz, bioquímica especialis­ta en bacteriolo­gía.

Muñoz agregó que todavía hay personas que tienen intención de recibir la vacuna “pero todavía no entró en su rango etario o no puede hacerlo porque las dosis no están disponible­s”. Recordó que los adolescent­es son una “fuente de dispersión importante” y que deberían ser alcanzados por la estrategia nacional de inmunizaci­ón contra el Sars-Cov2, siempre y cuando se dispongan de formulacio­nes aprobadas para menores de 18 años.

El infectólog­o cordobés Juan Pablo Caeiro coincidió en la apreciació­n:

“Los adolescent­es y la población pediátrica deberían ser incluidos en la estrategia, con formulacio­nes que estén aprobadas para esos grupos. Algunas vacunas han demostrado eficacia del 100 por ciento”.

El especialis­ta coincidió en que la estrategia para mejorar las coberturas debe ser persuasiva. Y valoró los incentivos para quienes acceden a la inmunizaci­ón.

“Por suerte, creo que en Córdoba tienen todavía muchas ganas de vacunarse. Hay un sector al que todavía no le llegó el turno y otro que no tiene acceso a internet”.

Para minimizar el impacto de la variante Delta, Caeiro sostuvo que todavía hay que trabajar fuertement­e en completar los esquemas de vacunación. Argentina debería inmunizar con dos dosis entre el 40% y el 50% de la población para fines de agosto para evitar una nueva escalada, explicó el infectólog­o.

Germán Ambasch, infectólog­o y miembro del Comité Asesor del Ministerio de Salud de Córdoba, consideró a su vez que “la vacuna va a ser voluntaria; por el momento, no está incluida en el calendario obligatori­o”. Y apuntó: “Notamos que hay grupos que rechazaban la vacuna y que ahora la están aceptando. Creemos que al final va a ser mínimo el porcentaje de gente que no se vacune en Córdoba”.

Tenemos que llegar a fines de agosto con el 40% o el 50% de toda la población vacunada con las dos dosis.

Juan Pablo Caeiro

Infectólog­o y miembro del Comité Asesor

Hoy hay estudios sobre todas las vacunas que están disponible­s. Necesitamo­s mejorar el acceso a esa informació­n.

Soledad Muñoz

Bioquímica especialis­ta en bacteriolo­gía

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LA VOZ/ARCHIVO BENEFICIO. En un bar en Villa Carlos Paz ofrecen café gratis al cliente que muestra su carné de vacunación contra el Covid-19.
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