Delta: estudio de aguas residuales descartó circulación comunitaria
CÓRDOBA CAPITAL. Se trata de una investigación del Instituto Vanella y del Laboratorio Central. Las muestras se recolectan en Bajo Grande.
Una muy buena noticia: la variante peligrosa Delta, detectada días atrás en viajeros llegados a nuestra provincia, no se traduce por el momento en circulación comunitaria del virus en Córdoba capital.
Así surge del último estudio realizado por el Instituto de Virología José María Vanella, de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNC, en conjunto con el Laboratorio Central de la Provincia y el Ministerio de Salud de Córdoba, en aguas residuales muestreadas en la planta de tratamiento de líquidos cloacales de Bajo Grande.
El dato fue confirmado a La Voz por la secretaria de Promoción y Prevención de la Salud, Gabriela Barbás. “La investigación de aguas residuales no detectó hasta el momento, la presencia de la variante Delta. Lo biológico confirma lo epidemiológico: no hay hasta ahora circulación comunitaria de esta variante en Córdoba Capital”, dijo la funcionaria.
“No obstante la buena noticia que nos brinda este parámetro predictivo, vamos a seguir con una vigilancia intensificada a los viajeros internacionales que lleguen a Córdoba”, afirmó Barbás.
El resultado negativo también fue confirmado por Gisela Masachessi, responsable del trabajo de investigación del Instituto Vanella. “No hemos encontrado indicios de variante Delta en las aguas residuales que llegan a Bajo Grande. La última muestra la tomamos el pasado 2 de agosto, y la terminamos de procesar días atrás. Esto es muy bueno, porque significa que no hay circulación comunitaria de esta variante”, dijo la especialista en virología.
Rastreo de variantes
El grupo de investigación viene analizando desde comienzos de 2020 el genoma del Sars-Cov-2 detectado en aguas residuales de la ciudad de Córdoba, identificando las variables con circulación comunitaria. Hasta el momento, han identificado el resto de las versiones del virus, como la de Manaos (predominante) y el Reino Unido.
“Las aguas residuales son un resumen de todos los virus que se excretan por materia fecal y que circulan en la población. Las personas infectadas, tanto las sintomáticas como las asintomáticas, excretan el virus por materia fecal. Las aguas residuales son una suerte de centinelas silenciosas de lo que está sucediendo en la población”, explicó Masachessi.
“Así, cuando se detecta determinado genoma en las cloacas, implica que ese virus está circulando en la población”, sumó.
La especialista explicó que las aguas residuales tienen un gran poder predictivo, ya que el virus se empieza a excretar mucho antes por la materia fecal que por las vías respiratorias. Y es excretado tanto por individuos sintomáticos como por asintomáticos.
Así, el equipo de investigación del Instituto Vanella y del Laboratorio Central logró advertir de manera anticipada el impacto tanto de la primera como de la segunda ola de coronavirus en Córdoba, así como el brote de verano, identificando las variantes predominantes en cada momento.
Masachessi dijo que por ahora la variante Delta está controlada en Córdoba, merced a que todos los casos detectados están restringidos a contactos estrechos de viajeros. Y a que las acciones desplegadas por el Ministerio de Salud han permitido que esta cepa no salga de los círculos íntimos de esas personas.
Análisis
Según anticipó Masachessi, el equipo de investigación continuará con este estudio monitoreando las variantes predominantes en la ciudad de Córdoba, a la espera de que la versión Delta aparezca lo más tarde posible.
Todos los lunes, recolectan muestras en la planta de Bajo Grande y las analizan. Primero, se realiza un preanálisis que incluye la concentración de la muestra, reduciendo el volumen recolectado de medio litro a tan sólo cinco mililitros.
Luego, se extraen los ácidos nucleicos, para posteriormente aplicar una técnica especial de PCR en tiempo real para identificar el genoma del Sars-Cov-2.
La búsqueda de la variante Delta comenzó a partir del caso del viajero que arribó de Perú a la ciudad de Córdoba el pasado 29 de julio, y que provocó un brote que terminó contagiando a una veintena de personas tras una cena familiar.