Imputan a instructor que baleó a un agente
POLICÍA. Ocurrió en Río Cuarto. La víctima fue un sargento que recibió un disparo en el abdomen.
La Justicia provincial y el Tribunal de Conducta Policial investigan un grave episodio protagonizado por efectivos de la Policía de Córdoba durante una práctica de tiro: un instructor le pegó un balazo a un alumno. Todo habría sido un accidente. Sucedió en la ciudad de Río Cuarto.
La víctima fue un sargento primero que recibió un impacto en la parte baja del abdomen y que le alcanzó un glúteo. Si bien el suboficial debió ser internado, afortunadamente tuvo una rápida evolución.
Fuentes oficiales señalaron que este martes fue dado de alta.
Según se presume, el autor del disparo, con la pistola reglamentaria, habría sido un instructor de la propia Policía provincial, dato que hasta ahora no había trascendido.
El oficial principal fue imputado por el delito de lesiones leves culposas, por disposición del fiscal Pablo Jávega. Se trata de una figura que versa en torno a la negligencia, a la imprudencia.
“Fue un accidente. Fue una maniobra desafortunada”, insisten desde altos mandos policiales.
En tanto, el instructor quedó en situación pasiva y se le retiró el arma, de manera preventiva, por disposición del Tribunal de Conducta Policial, ente que abrió un sumario administrativo.
Todo sucedió el pasado jueves en el Centro de Formación para Suboficiales que la Policía de la Provincia tiene en la ciudad de Río Cuarto.
Fuentes oficiales señalaron que, como parte de la preparación para las y los uniformados en el manejo de las armas automáticas, se estaba realizando una práctica de tiro.
Al parecer, al terminar la práctica, mientras el instructor manipulaba una pistola 9 milímetros, se efectuó accidentalmente un disparo.
“No está claro si estaba sacando o guardando el arma en la cartuchera. Supuestamente estaba enseñando a desenfundar el arma”, indicó una fuente oficial.
Lo concreto es que el balazo le dio desde corta distancia a uno de los alumnos, un sargento primero, que precisamente estaba participando de la clase.
“El suboficial tenía el chaleco antibalas puesto. El proyectil lo alcanzó en la parte baja del abdomen y le afectó el glúteo derecho”, indicó la fuente oficial consultada.
Dudas por aclarar
Tanto en la investigación judicial como en la interna, son varios los puntos para aclarar. Por un lado, determinar de manera fehaciente cómo y dónde ocurrió todo.
La hipótesis es que todo fue un accidente. No hay un elemento o testimonio que abone una posibilidad contraria.
De todos modos, queda la duda de saber qué pasó con el instructor.
Sucede que las pistolas automáticas –y más las que usan las fuerzas de seguridad– tienen mecanismos de seguridad para evitar precisamente los disparos accidentales.
Otro elemento por considerar es por qué había una bala en la recámara. Los uniformados no tienen permitido tener el arma cargada y menos con un proyectil en la recámara.
Esta medida fue adoptada años atrás precisamente ante la reiteración de “accidentes” con la manipulación de armas de fuego.
En tanto, el suboficial herido presenta una franca mejoría y ya fue dado de alta de la clínica de Río Cuarto en la que se encontraba internado.