“Es todo un estilo el que desaparece con Charlie”
La marca registrada de la expresión de Charlie Watts era percutir el tambor sin la necesidad de acentuar el golpe con el hi hat.
No hay un nombre técnico para referir a eso y tiene toda lógica: los genios van por afuera de toda nomenclatura.
“Esa forma se llama justamente Charlie Watts”, le dice la baterista Andrea Álvarez a VOS.
“Estoy muy desolada –añade–. Si bien la lógica dice que una persona de 80 años se puede morir, en realidad me apena todo lo que se muere con esa persona. Es toda una forma, un estilo el que está desapareciendo con Charlie”.
El cordobés “Popi” Pedroza, acaso uno de los cultores más obsesivos del toque de Watts en nuestra plaza, dice que el Stone acentuaba sensualidad y magia.
“Todo era muy suyo y por eso resultaba especial. No te das cuenta, pero cuando intentás tocar como él, te cambia el groove, la intención”, precisa.
“Y ojo que en vivo no lo hacía todo el tiempo. Hay filmaciones con tomas enfocadas sólo en él y es una locura. Lo ves en el conjunto y decís ‘no toca demasiado’ y cuando analizás detenidamente lo que hace, no lo podés creer”, remata.
Estos análisis de Álvarez y Pedroza están en sintonía con el rescate del crítico español Diego Manrique: “Charlie Watts no era una prima donna; más bien, un trabajador concienzudo. Dado que estaba oculto en el escenario, es instructivo observarlo en acción: serio, concentrado, contundente…”.