Cine. Se estrena “El hombre del norte”: venganza visionaria
Robert Eggers entrega su película más ambiciosa y fidedigna hasta ahora en “El hombre del norte”, un drama vikingo que llega a los cines.
El pasado como rito iniciático: las dos primeras películas de Robert Eggers (1983), La bruja y El faro, instauraron al estadounidense como uno de los directores más fascinantes de su generación. Audaces en su redescubrimiento expresivo del terror, majestuosas e impecables en su factura, las películas se remontaban a tiempos y terrenos distantes –un bosque de Nueva Inglaterra en el siglo 17, una isla rocosa de fines de siglo 19– para demarcar un imaginario abismal.
Con el viaje aún más alejado hacia la cultura vikinga del siglo 10 en El hombre del norte –de próximo estreno en cines– Eggers redobla la apuesta en forma de superproducción.
El largometraje de 90 millones de dólares marca un súbito salto de escala para Eggers, que debió hacer congeniar su talento excéntrico con los requerimientos flexibles de la industria. Amleth (Alexander Skarsgård) es un musculoso y exiliado príncipe islandés que parte a reconquistar su reino y vengar al padre (Ethan Hawke) asesinado por su tío Fjölnir (Claes Bang), haciéndose pasar por esclavo.
Nicole Kidman, Anya Taylor–Joy (que había trabajado en el debut de Eggers), Willem Dafoe y la cantante Björk (en su primera aparición en cine en 17 años tras Drawing Restraint 9) completan el elenco destacado de esta épica de resonancias tan mitológicas como shakesperianas rebosante de redención y salvajismo.
El mundo antiguo fue siempre un norte para Eggers, que de niño descubrió los grabados de Alberto Durero y Martin Schongauer por medio de un pintor amigo de sus padres. El abordaje del universo vikingo –en boga por series como Vikingos –le parecía sin embargo problemático hasta que emprendió unas vacaciones a Islandia hace unos años y quedó sugestionado por el paisaje escandinavo.
Allí conoció a Björk, quien le presentó al letrista de sus canciones Sjón, también reconocido poeta y escritor, y se encendió la chispa del proyecto.
Según Sam Knight de la revista New Yorker, El hombre del norte aspira a ser “el filme vikingo más fidedigno jamás hecho, y puede que el más ambicioso”. Lector de Carl Jung, Joseph Campbell y Mircea Eliade, Eggers se rodeó de arqueólogos, antropólogos e historiadores experimentados en la materia para respaldar su visión y se lanzó al rodaje con una rigurosidad maniática semejante.
Bajo presión
“Es un perfeccionista, pero también un genio”, dijo Skarsgård de Eggers en entrevista con Indie Wire.
Y agregó: “En El hombre del norte fue la primera vez que trabajé en algo tan meticulosamente estilizado, casi tenías que ver el proceso como una danza entre los actores y la cámara, porque la cámara estaba en constante movimiento igual que nosotros. Si nos salíamos por un poco del tiempo teníamos que filmar de nuevo. Nunca he estado más agotado que después de esos seis meses de rodaje”.
En nota con The New Yorker Ethan Kawke apuntó: “Me he pasado la vida preguntándome si alguna vez formaría parte de un set como el de Apocalipsis Now. Me refiero a esta sensación de alguien que está detrás de algo, que tiene las agallas para llevarlo a cabo y el orgullo y la arrogancia para decir: ‘Quiero hacer una obra maestra. Voy a escribir una película sobre vikingos con un poeta islandés. Y la voy a filmar con una coreografía nunca explorada en cine’. Ver a alguien asumir ese riesgo es como arrojarse de un acantilado”.
Cuando las pruebas de audiencia amenazaban con extender la posproducción al infinito Eggers recibió el comunicado de New Regency de que su más reciente corte había sido aprobado. Fue tanto un alivio como la certeza de que no volvería a meterse en otra empresa mainstream.
“Mis dos primeras películas fueron testeadas para el marketing, pero no tuve que cambiar nada. Hacerlo en esta ocasión significó algo nuevo, y si bien lo padecí también aprendí algo. Más allá de esto es el filme que quise hacer. Este es mi corte de director, la más entretenida que soy capaz de lograr.