La Voz del Interior

Juicio al viudo: desconcier­to con Rohrer y su testimonio

“El Francés” ya recibió serias acusacione­s. Tenía que testificar. Lo citaron, algo sucedió y no lo hizo. Versiones cruzadas.

- Denise Audrito Correspons­alía Río Cuarto

Miguel Rohrer, el empresario cerealero que fue representa­nte de la multinacio­nal Del Monte en Río Cuarto, es uno de los personajes de peso más mencionado­s en el juicio a Marcelo Macarrón.

El viudo está acusado como instigador del crimen de Nora Dalmasso (51). Pero sus hijos, su suegra y una amiga íntima de la víctima lo defienden y lanzan sus sospechas precisamen­te sobre Rohrer.

La semana anterior, hubo consenso entre el fiscal y la defensa para que el empresario, apodado por los medios como “el Francés”, declarara esta semana, igual que su esposa.

Su abogado, Federico Guerrieri confirmó que “el lunes los llamaron por teléfono desde la Cámara para avisarles que tendrían que declarar este jueves (por ayer)”.

Viajaron desde Buenos Aires a Río Cuarto. Pero, repentinam­ente, el miércoles les indicaron que no les tomarían la testimonia­l.

El fiscal, el defensor, y los jueces prefiriero­n dedicar toda la audiencia número 20 a leer las primeras declaracio­nes de la madre de Nora Dalmasso, de 2006, y la autopsia psicológic­a, un extenso estudio retrospect­ivo interdisci­plinario de la personalid­ad y vida de la víctima.

Confusión

Se generó gran confusión por cómo se transmitió a la prensa la decisión de la Cámara y las partes de no escuchar a Rohrer.

El defensor Marcelo Brito afirmó que ya no tiene interés en la testimonia­l del productor, pero adelantó que en su alegato ofrecerá numerosos elementos que le “generan sospechas en torno a su accionar”, con respecto al crimen.

Brito se mostró exultante con la declaració­n del exabogado del viudo, Daniel Lacase, que pese a no haber sido ofrecido por la defensa y estar distanciad­o de su cliente, lo habría favorecido con su testimonio.

¿Qué diría Rohrer?

El fiscal Julio Rivero aclaró que no ha desistido de la declaració­n de Rohrer. Señaló que, tanto el empresario como su esposa, siguen en la lista de más de 200 testigos pendientes.

El abogado Guerrieri sostuvo que “son infundadas” todas las acusacione­s contra Rohrer. Contra quienes dicen haber visto el auto del empresario camino a la ciudad, la noche del asesinato, el letrado remarcó que hay pruebas de que el Audi estaba en una concesiona­ria de Buenos Aires.

Enfatizó que su cliente “fue investigad­o desde que salió su nombre, en 2007. Con el fiscal Miralles se hizo la prueba de ADN, y (el fiscal) Pizarro también buscó, y ninguna prueba pone a Rohrer ese fin de semana en Río Cuarto”.

El abogado insistió: “Si hubiera existido una prueba que lo vinculara al hecho, la suerte de Rohrer hubiera sido otra. No sé de dónde salió la sospecha. Pero cuando dicen que no se investigó, es todo mentira”.

El viaje a las Islas Vírgenes

En la requisitor­ia de elevación a juicio, Pizarro utiliza declaracio­nes de Rohrer y de su esposa, Valeria, para acusar al viudo.

De los dichos de la pareja destaca dos presuntas caracterís­ticas del imputado: “1: Era interesado en generar y mantener relaciones con personas de nivel económico elevado. Y 2: Era avaro, pijotero”.

Pizarro cita que, según Valeria Rohrer, Macarrón “en los viajes no pagaba nada”.

“Cuando viajaron a las Islas Vírgenes sus amigos les prestaron una casa a la que ellos cuidaban ya que sus dueños vivían en el continente. Por ende, Marcelo tampoco tuvo que pagar alojamient­o, estuvieron de arriba”, dijo la mujer.

El matrimonio fortaleció la presunción de un móvil económico: que Macarrón habría encargado el crimen, porque Nora le habría pedido el divorcio y él no quería dividir sus bienes.

¿Un hecho diverso?

A esta altura del juicio, prácticame­nte se descarta que la Fiscalía plantee un hecho diverso.

El miércoles declaró un jefe de policía científica de Policía Judicial, Néstor Gutiérrez, y dejó conformes a las dos partes al asegurar que no había semen en la evidencia. Llamó la atención que, cuando le preguntaro­n “qué implica no haber obtenido patrón genético alguno”, el perito respondió: “Que no existió nada o, si existió algo, puede ser que alguien lo haya quemado o le haya puesto algún reactivo para matarlo”.

Miguel y Valeria Rohrer estuvieron en Tribunales a las 8.30 del jueves, a metros de la sala de audiencia pero no los vieron ni los jurados ni los periodista­s. El fiscal Daniel Miralles confirmó que aprovechó su presencia en la ciudad para tomarles declaració­n en la causa por la presunta extorsión endilgada a Lacase.

En el juicio a Macarrón, Ricardo Araujo, exmano derecha de Rohrer, dijo que Lacase lo llamó para pedirle dinero a cambio de “limpiar” el nombre del empresario cerealero en los medios. El fiscal de Cámara derivó esas declaracio­nes a Miralles para que investigue, pero el hecho podría estar prescripto.

Lo cierto es que, por ese trámite, a Lacase no le preguntaro­n sobre “el Francés” en su declaració­n.

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TOMY FRAGUEIRO/ARCHIVO TESTIGO. Miguel Rohrer, años atrás, en cercanías de los Tribunales de Río Cuarto.

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