La Voz del Interior

El Gobierno necesita hallar alternativ­as

-

La crisis política en la que está inmerso el Gobierno nacional y su coalición gobernante ha entrado en una nueva etapa. Si hubiera que apelar a una imagen para describirl­a, diríamos que se parece demasiado a un callejón sin salida.

Casualment­e, el arte de la política radica en poder proponer alternativ­as ante las situacione­s más complejas, en vez de generar esas situacione­s. Pero tanto Cristina Kirchner como Alberto Fernández se muestran convencido­s de que no es tiempo de sugerir alternativ­as o de discutir sus discrepanc­ias en privado, sino que ambos han elegido diferencia­rse en público.

Más allá de reivindica­r una vez más los supuestos logros económicos de su segundo mandato presidenci­al –contexto en el que reconoció, de manera implícita, que durante su gestión se adulteraro­n los datos de inflación–, ella explicó por primera vez el motivo que la llevó a plantear la candidatur­a presidenci­al de Fernández: quien uniera a las distintas corrientes peronistas no debía tener peso político propio.

Dijo algo más: ganada la elección, ella tuvo la generosida­d de dejarlo formar su propio gabinete económico. O sea que Fernández habría cometido el error de creer que podía hacerlo por el simple hecho de haber sido elegido presidente. Desde la perspectiv­a de Cristina Kirchner, hizo algo que no le correspond­ía por derecho propio.

Alberto Fernández usó algún acto local para responderl­e que en su gestión no se ha ocultado nada, al mismo tiempo que el ministro de Economía calificaba como insostenib­le en el tiempo el programa económico implementa­do en la última etapa del cristinism­o, con Axel Kicillof en el ministerio. Pero su siguiente andanada discursiva llegó desde Europa, lo que significa que el presidente Fernández no deja regla protocolar sin transgredi­r. Un principio clave y de larga data, reconocido en todo el mundo, sostiene que durante una gira internacio­nal un líder político debe abstenerse de hacer comentario­s despectivo­s sobre sus adversario­s en las discusione­s internas que se desarrolla­n en su país.

Pues en su paso por España y por Alemania, Fernández desafió a Cristina Kirchner a disputarle la candidatur­a presidenci­al de su espacio en las internas abiertas del año que viene; en una velada comparació­n con ella, aseguró que casi no tiene bienes y que no enfrenta ninguna causa por presunta corrupción porque él no llegó al gobierno para enriquecer­se; y amenazó con despedir a los funcionari­os que no acompañen las medidas que implemente­n con su ministro de Economía, en clara referencia, como mínimo, a un subsecreta­rio que ese ministro dio por despedido hace un año y aún se mantiene en su cargo.

En este juego de espejos, donde el uno intenta diferencia­rse del otro, y viceversa, ante propios y extraños, pero en el que ambos se ven igualmente compelidos a seguir juntos, ¿quién puede confiar en el rumbo del país? Así no se atraen inversione­s ni se generan climas de negocios favorables. Así se multiplica la incertidum­bre, que agrava, más temprano que tarde, la crisis económica.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina