A pie y a caballo: los censistas que relevan las alturas del Champaquí
El operativo ya está en marcha en las zonas rurales de más difícil acceso. Y debe llegar incluso a las áreas más altas y aisladas de las sierras de Córdoba.
“Fue muy gratificante ver cómo recibían a la censista con alegría, demoraban más por las preguntas que le hacían a ella los vecinos que por las que ella llenaba para el censo”, graficó María Inés Segura, directora de la escuela rural Florentino Ameghino, ubicada entre los refugios de altura del cerro Champaquí.
No debe quedar rincón de las sierras sin relevar. Y al emblemático cerro, el más alto de Córdoba, también llegan los censistas. Como en todas las zonas rurales de difícil acceso, el censo allí se anticipó y se está haciendo desde el lunes pasado.
La directora de esa escuela de montaña y, a su vez, jefa de radio del operativo, acompañó en una de las jornadas de trabajo a Silvina Pino (24), la censista que recorrió caminando y a caballo las 15 viviendas esparcidas en la gran extensión de la base del cerro.
La joven fue alumna de la escuelita Ameghino y conoce muy bien la zona.
A más de 2.700 metros sobre el nivel del mar, el censo es muy diferente al que pueda realizarse en cualquier pueblo o ciudad. Es, también, una oportunidad para charlar con alguien que llega de visita.
Silvina ya completó la visita de las 15 familias (en total, unas 35 personas censadas) en tres días en el área que le asignaron. Por suerte, no fueron días de frío ni vientos, que en esas alturas pegan más duro.
Por citar uno de sus recorridos, para relevar a la única familia que vive en la base del cerro Negro, vecino del Champaquí, debió desplazarse más de 40 minutos de a caballo. Pero ella aseguró que la tarea no la cansó.
“Las distancias son largas, subir los cerros, en ocasiones lleva hasta dos horas de a caballo”, apuntó María Inés, que coordina la tarea de los tres censistas asignados para una zona con poca población, pero con gran extensión y de topografía compleja.
Además de Silvina, están desarrollando el censo hacia “el bajo” del Champaquí María Laura Montero Jawrosky y Francisco Ledesma. Ellos deben recorrer unas 40 viviendas hacia los cerros que suben a Linderos, entre Villa Yacanto y la zona de unión de los ríos Tabaquillos y San Miguel. Ambos decidieron realizar el recorrido juntos para acompañarse en las largas distancias que deben recorrer. En cuatro días de tarea, no la completaron, y deberán continuar quizá hasta el lunes.
La capacitación para ellos fue por videollamada. Pero el terreno no le es ajeno: son personas que conocen bien la zona y a los vecinos.
Sin internet, nada de digital
María Inés señaló a La Voz que los vecinos estaban informados del censo a través de la escuela y de las jornadas de vacunación, en las que les fueron anticipando los detalles. En principio, ninguno se vio sorprendido por la visita.
Por no contar con Internet en los hogares, allí no era viable el censo digital. “Acá la comunicación es visitando las viviendas o a través de WhatsApp, que los vecinos leen cuando salen a buscar señal entre las montañas”, señaló la docente.
El sticker “vivienda censada” ya se refleja en puertas, candados y tranqueras de las sierras cordobesas.