A Todo Trigo. Los acopiadores reclamaron un cambio de rumbo
El titular de la federación, Fernando Rivara, criticó con dureza en Mar del Plata a la política del Gobierno. El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, evitó responder en público.
La inauguración de la 11ª edición del Congreso A Todo Trigo se vio enmarcada por las notorias diferencias entre el campo y el gobierno nacional. En su discurso de apertura en el amplio salón Héctor Gaudio del Hotel Sheraton de Mar del Plata, el presidente de la Federación de Acopiadores, Fernando Rivara, cargó duramente contra las políticas del actual Gobierno.
El ministro de Agricultura de la Nación, Julián Domínguez, presente en el lugar, le respondió a Rivara, aunque evitando confrontar de manera directa.
El contrapunto se da a las pocas horas de conocerse que se aprobó la siembra y comercialización de trigo HB4 (resistente al estrés hídrico) y en el marco del lanzamiento de un plan gubernamental para llevar la producción de este cereal hasta 25 millones de toneladas.
Discurso crítico
“Seguimos en caída libre, haciendo las cosas a contramano de lo que hace el resto del mundo”, sostuvo Rivara al dar el discurso de bienvenida y tras afirmar que “en los últimos 50 años, mientras nuestra producción agrícola y ganadera aumentó 6 veces, la de Brasil lo hizo 14 y sus exportaciones se multiplicaron por 70.
Rivara criticó fuertemente el gasto público (”el Congreso tiene más de 10 mil empleados”, dijo), pero también se refirió al “clima de desesperanza” de los jóvenes que buscan emigrar, del aumento de la pobreza, la deserción escolar y el narcotráfico.
El titular de la entidad que organiza A Todo Trigo fustigó el despilfarro de recursos en lugar de destinarlos a fomentar el trabajo.
“En 20 años se recaudaron 150 mil millones de dólares solo por retenciones. Y estamos peor que antes. Se regaló plata a manos llenas, se eligió el asistencialismo sobre el fomento a la creación de puestos de trabajo y encima se descalifica a los que crean riqueza. Sinceramente, creemos que es absolutamente imprescindible reestructurar y bajar en términos reales el costo de la organización política en los tres poderes a nivel nacional, provincial y municipal”, aseguró.
Para terminar con la crisis, Rivara pidió “un nuevo contrato social” donde prevalezcan los debates argumentales y sin descalificaciones. Además, señaló que la agroindustria tendrá un papel decisivo para la “inserción del país en el mundo” mediante inversiones de capital y tecnología que aumenten la productividad.
A modo de propuesta, el titular de la Federación de Acopiadores señaló los siguientes temas para un “acuerdo marco”: eliminación del artículo 755 (retenciones) del Código Aduanero, leyes de Fertilizantes, Semillas y de Fomento Agroindustrial, normalización dominial de acopios en terrenos ferroviarios, inserción internacional
Joaquín Aguirre jaguirre@lavozdelinterior.com.ar
con desarrollo de exportaciones, reorganización impositiva en concordancia con países competidores, reglas de juego permanentes y estables.
La réplica de Domínguez
Presente en el salón, el ministro de Agricultura de la Nación, Julián Domínguez ensayó una respuesta cuando le tocó subirse al estrado.
El funcionario, uno de los pocos miembros del Gobierno que conserva sintonía con productores y dirigentes agropecuarios, evitó confrontar directamente con Rivara.
“Permítame salirme del libreto un minuto. Como dice Larralde, ‘déjeme hablar como lo siento, sin demasiadas vueltas. Y yendo directamente al grano’. Sobre lo político no voy a responder. A la empresa Rivara la conozco hace mucho tiempo, son un orgullo”, expresó.
“Hay infinidad de coincidencias y también de distintas miradas de la realidad”, ahondó.
Destacó que si en los últimos 25 años el país quedó “desbalanceado” en materia agraria fue porque en el espejo miramos a Brasil, cuya evolución ha sido gigante.
“Si no podemos ir a una ley de semillas… tenemos que resolver qué hacemos con el conocimiento en Argentina”, reclamó.
Sobre la crisis global de los alimentos, dijo: “El mundo ve en nosotros un potencial que si ponemos a punto el motor podemos dar respuesta a esa demanda”.
Y cerró de manera componedora al manifestar que la dirigencia política debe “liberarse del complejo de que al sector le va bien, porque a veces le va mal”.
A Todo Trigo reunió a los eslabones de la cadena triguera, en un congreso con contenido técnico y con mirada política.