Vinilos. Y nuevas variantes de formatos físicos para la música
Cuarteto Numen editó su más reciente disco en vinilo. Y proyectos como Rayos Láser o Crespín buscan otras formas de experimentar con objetos.
¿Cuál es hoy el sentido de darle un soporte físico a una edición musical a la que, en paralelo, se puede acceder de manera casi libre ya sea en plataformas digitales o buscadores? Si bien siguen existiendo los melómanos de colecciones impecables (y a veces impagables), lo cierto es que la gran mayoría de “la gente de a pie” escucha su música preferida con un teléfono o, con suerte, con algún equipo de música devenido en parlante amplificador de otro dispositivo con acceso a Spotify o similares.
Entonces, ¿cuál es la salida para un artista que busque llevar al plano de lo material aquello que hoy sucede mayormente en el plano virtual? ¿Tiene sentido apostar por objetos que parecen cada vez más inútiles?
Eugenia Menta, del Cuarteto Numen, confirma al menos la duda detrás de esa pregunta. “Pasa algo extraño con las opciones físicas en este momento”, dice la violoncelista del proyecto de cuerdas.
Numen se alió al compositor rosarino Ezequiel Diz para crear Tangábile, un disco de músicas originales dedicadas al tango que fue grabado en 2019 por el técnico Néstor Alderete y publicado finalmente en 2021.
Vinilo adorado
“El CD está en aparente extinción. Extrañamente, en paralelo a eso, el vinilo parece como si estuviera in crescendo y también nos pasa que una porción de nuestro público no está tan habituado a lo que tiene que ver con la tecnología y lo visual. Nos pareció una buena apuesta”, analiza sobre la decisión de editar el álbum en vinilo.
“Fue un trabajo cooperativo y colectivo. Todos pusimos desde nuestro lugar”, explica la instrumentista, quien estima aproximadamente unos 3 mil pesos de costo por cada copia del disco, inversión que fue solventada enteramente de forma independiente.
“Cuando estábamos pensando la portada del disco digital, surgió el nombre del artista Enzo Ivkovich. Y al ver la obra original que hizo para este proyecto, un cuadro de grandes dimensiones, nació la idea de recuperar esto del objeto artístico”, explica Menta.
“Esto de verlo, de abrirlo, de recuperar ese momento de tener la música en tanto arte en tus manos. Además, la situación de no tener la posibilidad del zapping . Es sentarse, poner el disco y volver a ese ritual de escuchar música”, amplía.
También destaca la calidad del audio final y el agregado de una reproducción en miniatura del cuadro que ilustra la tapa y una lámina firmada por todos los involucrados.
“Es una edición de lujo a bajo costo”, define la artista, quien hace énfasis en el beneficio que implica para el proyecto la comercialización directa del disco.
“La idea es recuperar la inversión. Una edición así podría costar 6 mil o 7 mil pesos, nosotros la vendemos a 4.500 pesos”, explica, mientras aclara que, además de los puntos físicos en los que se consigue el disco, el vinilo de Tangábile es vendido a cuenta propia por sus intérpretes y su compositor.
En agosto, en tanto, el proyecto será presentado formalmente en el teatro El Círculo, de Rosario, donde además se sumará la presencia estelar del bandoneonista Daniel Binelli (arreglador de la orquesta de Osvaldo Pugliese y colaborador de Astor
Piazzolla, entre otros) y del fagotista Fabián Contreras, ambos presentes en la grabación.
Menta espera poder replicar en Córdoba ese encuentro (posiblemente en noviembre) y, mientras tanto, es seducida por la idea de que
Tangábile tenga repercusión fronteras afuera.
Sin embargo, aclara el fin último de esta aventura en formato físico: “El fondo real fue abrazar el proyecto y querer que salga sin muchas metas de esas que uno por ahí piensa a futuro”.
“También no deja de ser un acto de resistencia ante tanta inmaterialidad o inmediatez que proponen las plataformas. Es un poco romántico, pero creo que todos los que estamos involucrados tenemos esa sensación”, cierra Menta.