Mar Chiquita: el aguará guazú está en jaque por la ruta 17
Ya fueron atropellados cinco ejemplares cerca de Altos de Chipión. Es un sector que no estará protegido por el parque nacional. Reclaman medidas para evitar estos accidentes.
Al último se lo llevó puesto un colectivo a unos kilómetros de Altos de Chipión, sobre la ruta provincial 17. Una pasajera se dio cuenta de que no era un animal cualquiera. Era un aguará guazú (Chrysocyon brachyurus), una de las especies emblemáticas del futuro Parque Nacional Ansenuza, que dará resguardo a Mar Chiquita y los Bañados del Río Dulce.
Este mamífero, el mayor cánido de América del Sur, es escaso en la región. Sin embargo, en los últimos años se reportaron cinco ejemplares atropellados. Los últimos dos ocurrieron el 14 de octubre de 2021 y el 2 de mayo de este año. Otra hembra falleció por la misma causa en octubre de 2019
Está categorizada como “en peligro” para Argentina y Córdoba. Biólogos y ONG ambientalistas están preocupados porque esta zona cercana a la laguna no estará bajo el paraguas del parque nacional y puede convertirse en un colador fatal para el aguará guazú.
Walter Cejas, director alterno del Museo de Zoología de la Universidad Nacional de Córdoba, explica que son 10 kilómetros críticos de la ruta donde antes cruzaba el cauce original del río Xanaes (Segundo).
“Era un importante humedal con campos inundables donde se hacía ganadería y un lugar de conservación de aves. Pero la zona fue desecada con canales hace algunos años. Sigue siendo una zona de pastizales altos donde el aguará consigue alimento como cuices y lagartijas”, detalla el especialista.
Lucila Castro, directora argentina de Natura International, una ONG que trabaja en el futuro parque, asegura que hay muy pocos ejemplares de esta especie en Mar Chiquita. “Estamos monitoreando los mamíferos que viven alrededor de la laguna con cámaras trampa. Hay muy pocos aguará guazú. Estamos tratando de determinar dónde viven y cuántos hay”, comenta.
Una zona de alto riesgo
En 2015, la fundación Temaikén realizó una campaña de concientización en la zona y liberaron dos ejemplares, llamados “Ansenuza” y “Chipión”, que tenían collares de geolocalización. Los dos murieron atropellados unos años después.
Referentes locales, guardaparques, ONG, autoridades y fotógrafos de naturaleza integran una red para registrar a todos los mamíferos avistados en la zona, tanto vivos como los que aparecen muertos. A partir de esta experiencia se sabe que la ruta no es sólo una vía peligrosa para el aguará.
En tanto, un estudio realizado entre 2015 y 2016 detectó 500 animales atropellados en apenas nueve meses en el mismo sitio. Se observaron zorros, gatos monteses, comadrejas, hurones, pumas y zorrinos.
Cejas explica que los aguarás son animales que necesitan un amplio territorio para poder alimentarse ya que cazan animales chicos, a diferencia del puma. Por eso caminan mucho y se los suele avistar hasta en las Sierras Chicas.
A fines de 2021, la Provincia liberó un ejemplar en Rosario del Saladillo, al oeste de Mar Chiquita. El animal había sido rescatado herido cerca de Obispo Trejo en 2019. Fue rehabilitado en la Reserva Tatu Carreta, con ayuda de Temaikén.
“Hay casos de atropellamiento de pumas, pero el aguará guazú es un animal más lento y que se encandila fácilmente”, comenta. Castro agrega: “Es una especie muy vulnerable porque no es agresiva y además es poco temerosa”.