Pasó el censo, esperamos los datos
Los censos son eventos extraordinarios. Porque se hacen cada 10 años (en este caso, pandemia mediante, fue 12 años después del anterior), y porque aportan datos significativos sobre la realidad en materia de población y de vivienda.
No es que nos cambian la vida. Pero las cifras que dibujan representan la mejor foto posible de la sociedad en que vivimos. Esa radiografía que se obtiene debiera servir para generar políticas adecuadas, enfocadas, precisas. A la vez, permite trazar evoluciones que nos muestran cuánto y cómo avanzamos o retrocedemos en múltiples aspectos.
El operativo de ayer, que fue tema central en el país y que concentró la atención para el armado de esta edición, culminó con normalidad. Pero quedan no pocos detalles pendientes. Por ejemplo, los hogares sin censar y que hacen incompleta la foto obtenida. En el Censo 2010, fueron unas 33 mil las viviendas no relevadas en Córdoba. Aún no se tiene precisión de cuántas quedaron afuera en el operativo de ayer. Para que esté dentro del rango de lo esperable, no debieran ser más de 45 mil, sobre 1,5 millones de hogares por relevar (un 3%).
Deberá completarse en los próximos días lo que quedó pendiente.
El censo será, al final, una aproximación a la realidad demográfica y social. Podría decirse que es la mejor aproximación posible, comparada con otras herramientas menos precisas.
Que la foto que ofrece sea reflejo de la realidad depende de la capacidad operativa del Estado en la organización, como también de la actitud de la población. La fidelidad de los datos, por cierto, depende de que la gente responda con veracidad.
Con las correcciones que faltaren, el censo tendrá números. Los que más importan demandarán días y hasta meses de procesamiento.
La radiografía que obtengamos servirá para comparaciones, análisis y debates. Pero tendrá verdadero sentido si es de utilidad como herramienta clave para mejorar las condiciones en que vivimos. Con conocernos, no alcanza.
La radiografía que ofrece el censo tendrá verdadero sentido si sirve como herramienta para mejorar las condiciones en que vivimos.