Festival de Cannes. Grandes autores y expectativas
El festival francés se acerca a su final. Ayer se estrenó una de las últimas películas en competencia, “Pacifiction”, de Albert Serra. Hoy se conocerán los ganadores.
Todas las funciones de la competencia del Festival de Cannes comienzan con un breve video institucional en el que se ve una escalera de colores anaranjado y azul que asciende hacia el mar. En cada escalón se lee el nombre de un cineasta consagrado en el festival. Hasta mayo de 2022, el nombre de Albert Serra no estaba entre los elegidos. Quizás en 2023 se añada. Así debería ocurrir.
Pacifiction es el título de la nueva película del cineasta catalán, el más sofisticado de su país, dueño de un estilo inimitable y uno de los pocos cineastas del presente cuya poética es absolutamente original.
Hasta acá Serra había hecho películas notables, pero apenas accesibles. Su presunto radicalismo estético nunca ha sido críptico, tampoco ha reclamado conocimientos indispensables para acercarse a su obra.
Honor de cavalleria tenía sus tiempos extensos y poco o casi nada se hablaba, más allá de que la matriz del relato era el Quijote. Luego hizo un filme sobre los Reyes Magos y otro sobre un rey francés moribundo.
En su obra maestra, titulada Historia de mi muerte, Serra combinaba el racionalismo hedonista de Casanova con la metafísica siniestra de Drácula. Nada igual se había visto hasta entonces, pero era una película que demandaba una atención a contramano de los hábitos perceptivos del cine contemporáneo.
Pacifiction transcurre en la Polinesia y en la actualidad. El difuso tema que amalgama el conjunto de situaciones es el regreso de un viejo monstruo del siglo 20: los ensayos nucleares. En la película se habla muchísimo, porque el personaje principal, representante del Estado francés, no deja nunca de hacerlo. El trabajo formidable de Benoît Magimel le confiere a la palabra matices insospechados que demuestran la inteligencia de Serra cuando se propone darle peso al discurso y asimismo su capacidad para dirigir actores. El oficial De Roller es la encarnación de un ente literario en el corazón del cine. En esta película más que en ninguna, la relación con la imaginación literaria impregna la variedad de personajes y las situaciones que se desprenden en torno al destino de la isla.
Pero Pacifiction no se sostiene en la palabra, sino en un registro cinematográfico que intensifica el extrañamiento ocasionando una distancia misteriosa debido a la posición de cámara. Esa forma de filmar es una de las virtudes de la poética de Serra y de allí procede el momento más hermoso de la película. Es también la que mejor expresa el deseo de los que llegan hasta la ciudad costera francesa: ver algo que nunca antes se había visto, verificar que en el cine aún puede haber un giro creativo.
Fuera de competencia
Fuera de la competencia, hubo otra película de las que hacen una diferencia en cualquier festival. Los lectores de W. S. Sebald reconocerán de inmediato en Sobre la historia
Festival de Cannes. Hoy se darán a conocer los ganadores del festival. Ayer se presentó en competencia “Pacifiction”, de Albert Serra. Y fuera de competencia se destacaron los filmes “Sobre la historia natural de la destrucción” y “Showing Up”.
natural de la destrucción, de Sergei Loznitsa, el título homónimo del libro del escritor alemán. En aquel libro incómodo, Sebald cuestionaba la omisión de las ciudades hechas escombros y prácticamente destruidas en toda la literatura alemana de posguerra.
A esa inquietud responde tardíamente Loznitsa con una magistral película compaginada con archivos que son elocuentes por sí mismos, pero donde el montaje y el trabajo sonoro sobre todos los materiales permiten asimilar lo siniestro de los bombardeos.
La última película exhibida en competencia fue Showing Up ,de Kelly Reichardt. Las expectativas eran altísimas debido a que su precedente trabajo es una de las grandes películas estadounidenses de este siglo, First Cow.
En Showing Up, el relato oficial se ciñe a los días previos a una exposición en la que una artista plástica interpretada por Michelle Williams dará a conocer sus pequeñas esculturas a la comunidad artística. El relato clandestino indica una segunda película con dos líneas narrativas: un examen sin concesiones sobre la institución artística y las escuelas de arte; un retrato mudamente doloroso sobre una familia disfuncional.
Hoy se darán a conocer los premios. No hay candidatas ni rumores que permitan conjeturar el palmarés. La única certeza es que no ha sido el mejor año del festival. El jurado deberá definir cuáles fueron los títulos que hicieron la diferencia. La justicia estética es todavía más endeble que la de los tribunales.