Según el Inadi, el 72% de la población fue discriminada
Los jóvenes entre 18 y 29 años fueron los que más lo percibieron. El ámbito escolar es donde se registra la mayor cantidad de hechos.
El 36 por ciento de la población en Argentina considera la discriminación como una “vulneración de derechos”, el 72 por ciento experimentó alguna situación discriminatoria en su vida y los espacios más reiterados donde se sufrió este hecho fueron en los ámbitos educativo, laboral y en la vía pública, según el Mapa Nacional de la Discriminación que el Inadi (Instituto Nacional contra la Discriminación) presentará el próximo martes.
Entre los principales datos, el estudio identificó que, mientras que en la anterior edición, en 2013, solo un 12 por ciento de la población consideraba a la discriminación como una vulneración de derechos, en 2019 esa cifra trepó al 36 por ciento.
Esto implica que, mientras en el anterior relevamiento muchas personas identificaban a la discriminación únicamente como “falta de educación, falta de respeto, burlas o maltrato”, en esta nueva edición se triplicó la cantidad de individuos que incorporan “la mirada de la discriminación como la negación de un derecho”, interpretó el organismo.
“Este dato nos parece muy importante porque habla de que un porcentaje grande de la población reconoce (en la nueva edición) a la discriminación como algo que limita al ejercicio pleno de sus derechos”, aseguró Karina Iummato, coordinadora del informe y del Observatorio de Investigaciones del Inadi.
A partir de los hogares encuestados, el estudio relevó que el 72 por ciento de la población tuvo experiencias de discriminación a lo largo de su vida, mientras que en 2013 esa población era del 65 por ciento.
En particular, este dato adquiere especial relevancia entre jóvenes, ya que de las personas de 18 a 29 años un 82 por ciento sufrió discriminación, mientras que entre quienes tienen de 60 a 74 años, un 53 por ciento dice haber vivido algún tipo de hecho discriminatorio.
El ámbito donde más se padeció este hecho fue en el educativo, con el 41 por ciento, donde las principales causas de discriminación fueron aquellas relativas a “las cuestiones estéticas y a las corporalidades gordas”. Los ambientes que siguieron al educativo, como espacios donde se produjeron hechos de discriminación, fueron el laboral, el barrio y locales nocturnos.
En la vía pública, la discriminación se expresó principalmente en situaciones relativas al racismo estructural, mientras que en el ámbito laboral la dimensión del género ocupó el primer lugar de estas experiencias negativas, especificó el estudio.
El mapeo del Inadi identificó como la más reiterada a la discriminación étnico-racial, es decir, aquella que sufren las personas por su color de piel, su nacionalidad, su situación socioeconómica, su lugar de origen y su pertenencia étnico-cultural.
En particular, la discriminación por la situación de pobreza fue la respuesta más mencionada por las personas en las provincias de Chaco, Salta, Santiago del Estero y Tucumán.
En cuanto a género, mientras que en 2013 las respuestas sobre la discriminación por ser mujer estaba en un seis por ciento, en esta edición se incrementó al 12, por las experiencias sufridas a nivel general y un 21 por ciento si sólo se tienen en cuenta las respuestas de las mujeres.