La Voz del Interior

El sinsentido común con la pandemia

- Ary Garbovetzk­y agarbovetz­ky@lavozdelin­terior.com.ar

La mejor manera de dar vuelta la página y olvidarnos del Covid-19, de la pandemia, del barbijo y del alcohol en gel es completar y mantener actualizad­a nuestra cobertura de vacunación.

Ponerse una dosis que nos prevenga de tener un cuadro severo, de llegar a la hospitaliz­ación o de sufrir secuelas como fatiga crónica o laguna mental es gratis: basta con acudir, sin turno, a cualquiera de los centros de salud o farmacias que tienen dosis disponible­s para iniciar o completar esquemas primarios y dar refuerzos con terceras y cuartas dosis.

Pero a uno de cada tres niños de 3 a 11 años sus padres no los llevaron a que completara­n un esquema de dos dosis, a pesar de que este año ya tienen presencial­idad plena escolar; apenas la mitad de los adultos jóvenes de 18 a 49 años tienen una tercera aplicación, cuando son la población con mayor número de interrelac­iones por trabajo o vida social, y aún falta un tercio de las personas en la edad en la que pueden comenzar las complicaci­ones –de 50 a 59 años– de colocarse el primer refuerzo, cuando ya tendrían que estar cubiertos con la cuarta dosis, que sólo completó el tres por ciento de este grupo.

No usar el barbijo en espacios cerrados y con una cobertura incompleta de vacunación puede estar diciendo a los gritos “me cansé del Covid“.

Lo que no va a hacer es que desaparezc­a el riesgo de volver a infectarse, como lo demuestra el análisis que hizo el equipo de Epidemiolo­gía de la Municipali­dad de Córdoba sobre el grupo de sus testeados, el cual detectó que al menos el 12 por ciento de los casos positivos correspond­e a personas que ya tuvieron antes la enfermedad, y en la abrumadora mayoría de estos contagios los esquemas de cobertura con vacunas estaban incompleto­s.

“Yo me puse dos dosis y me contagié con Ómicron; ya estoy cubierto. No pienso ir a perder tiempo a un vacunatori­o”. Esa frase la escuchamos todos en el último tiempo. Estaría bueno que sea cierto, pero no lo es. No alcanza para prevenir contagios con la subvariant­e BA2, una versión aún más contagiosa de Ómicron, con tener dos vacunas diseñadas para las primeras formas del Sars-Cov-2, ni incluso con un antecedent­e por un contagio en alguna de las olas precedente­s de la pandemia.

Hay momentos en los que los saberes populares, eso que se construye como sentido común, son la mejor forma de lograr lo contrario de lo que se desea.

Es un sinsentido común. Como taparse fuerte fuerte los ojos y pretender que por eso la realidad que tenemos al frente desaparezc­a.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina