Un documental chico para un hecho tan grande
Este documental de nombre largo y enigmático ha llegado por fin a la masividad que ofrece Netflix como una forma de reparar nuestro pasado colectivo y de recordarnos que el poder la mayor parte del tiempo no tiene escrúpulos.
Salvando el interés particular que podamos llegar a tener quienes ejercemos un trabajo en la prensa, el tema del asesinato de José Luis Cabezas marcó un antes y un después dentro la historia reciente de nuestro país y de los medios masivos.
El contenido estuvo entre los más vistos de Netflix, pero el diálogo social generado al respecto no tuvo igual repercusión. Quizás los antecedentes de Carmel: ¿quién mató a María Marta? yde Nisman: El fiscal, la presidenta y el espía dejaron la vara muy alta.
Lo primero que hay que advertir es el tratamiento muy somero de situaciones que tenían gran importancia narrativa. Por ejemplo, la forma en la que se había gestado la frase “No se olviden de Cabezas”.
También se pasó muy por encima el gran dato de que ninguno de los condenados está todavía en la cárcel. ¿Quiénes eran realmente? ¿Qué son hoy 25 años después?
Se hizo, como correspondía, foco en la figura difusa Alfredo Yabrán pero tampoco se aportaron grandes datos sobre la persona detrás del personaje generado a raíz del caso.
Tampoco hubo buenas fuentes dispuestas a hablar de él, más allá del gran hallazgo (un tanto desaprovechado) de tener a Eduardo Duhalde como testigo en el documental.
En cambio, se hizo foco en un dato que no era menor pero que le terminó quitando fuerza al desenlace: la idea de que Yabrán no se había matado. Si bien ese comentario público existió, el documental lo expone sin dar verdaderas certezas sobre lo ocurrido. A tal punto queda dando vueltas el tema que el propio director tuvo que aclarar días atrás que él no dudaba de esa muerte.
El hecho de que sea un documental de casi dos horas y no una miniserie también le jugó en contra. Quizás dosificando la información por temáticas y profundizando en datos relevantes se podría haber llegado a más respuestas sin dejar lugar a dudas centrales como si se mató realmente Yabrán o aún sigue vivo en una isla.