Antisemitismo. Las historias de Malvinas
La Guerra de Malvinas está repleta de historias por contar, como es el caso del libro “Los soldados judíos de Malvinas”, de Hernán Dobry.
El libro Los soldados judíos de Malvinas (Ediciones Hebraica), de Hernán Dobry, busca contar las vivencias de 39 jóvenes que fueron a la Guerra de Malvinas y fueron olvidados durante décadas por la sociedad.
“Me tocó vivir dos guerras paralelas: la que tenía con los militares argentinos antisemitas y, la otra, contra los ingleses”, afirma Sigrid Kogan, quien sirvió en el Regimiento 1 Patricios, de la ciudad de Buenos Aires, en las cercanías de Puerto Argentino, a las órdenes del por entonces teniente Ricardo Ferrer.
Fue él mismo quien se encargó de deformarle la cara a golpes, tras haberse enterado de que se había escapado de su posición para comprar comida en la capital malvinense y, así, evitar morirse de hambre.
“Me empezó a matar a trompadas. Me hizo mierda por mi religión. Me caía, me pegaba, me levantaba y me volvía a pegar. Me decía: ‘Párese’, y yo lo hacía. Debí haberme quedado tirado en el piso, pero quizás me hubiera agarrado a patadas, ya que, a pesar de tener la cara ensangrentada, seguía con su golpiza. La nariz no se me curó nunca más”, detalla. El de Kogan es uno de los testimonios que recoge el libro.
Al igual que Kogan, su compañero de carpa, con quien además compartía religión, Jorge Darío Ertel también debió padecer los maltratos antisemitas de Ferrer poco tiempo después. “Me estaqueó por ser judío y después, porque como mi abuelo se estaba muriendo, vino a buscarme un cabo primero y me llevó a la parte de Comunicaciones, a dos cuadras de la Enfermería y hablé con mi vieja. Se puso loco, porque tuvo que autorizar mi salida y me odiaba”, destaca Ertel en el libro.
El teniente lo mantuvo a la intemperie durante casi 14 horas desde el mediodía hasta la noche, mientras los británicos bombardeaban las diferentes posiciones argentinas en las Malvinas. “No podía moverme, sentía impotencia, que iba a morir y, a la vez, le pedía a Dios que eso no pasara. Estar atado, mirando para arriba, que pasara un avión y nos
Presentación. Los soldados judíos de Malvinas, de Hernán Dobry, se presentará este miércoles 17 de mayo, a las 19, en el Templo de la Escuela Israelita San Martín (Duarte Quirós 4870). Con los periodistas Alejandra Conti y Sergio Suppo.
bombardeara y que no me sacaran por ser judío, pudiendo haberlo hecho, eso era ser antisemita. Después de que me liberaron, caí en un sueño profundo. Estaba ido, no había podido comer. Por suerte, pude recuperarme”, afirma Ertel.
Una situación similar debió padecer Julio Gluzman, en el Regimiento de Infantería 7, de la localidad bonaerense de La Plata, en manos de un subteniente del que nunca conoció su nombre, cuando fue trasladado junto con sus compañeros al monte Longdon, en medio de los combates cara a cara con los ingleses. Muchos soldados le habían dibujado una cruz al casco y él había grabado una estrella de David en la cacha de su fusil. Eso desató la ira del oficial.
“Cuando lo vio, se puso loco y empezó a gritarme con insultos antisemitas. Me hizo de todo y me estaqueó de pies y manos en medio de los combates, durante dos días”, contó Gluzman.