Decepcionante (con “spoilers”)
Pese a las buenas críticas que recibió por el lado emotivo, Guardianes de la Galaxia Vol. 3 recurre a un montón de golpes bajos innecesarios y a un excesivo uso de escenas heroicas que terminan cansando. Por supuesto que la historia de Rocket no se podía contar con flores y bombones, pero las escenas de crueldad y maltrato animal fueron totalmente inesperadas con el objetivo de vender amarillismo y no tanto causar empatía.
Además, la resurrección del personaje sucede con tanta rapidez (secuencia obviamente esperada) que la escena termina siendo una suerte de ceremonia religiosa de salvación televisiva. Por otro lado, la clásica caminata de héroes hacia la cámara es una escena épica y estelar, pero los directores la explotaron tanto que agotaron la secuencia. Quizás fue armada a nivel irónico, pero tampoco llegó a causar esa impresión.
Otro rasgo que desilusiona es la poca importancia que le dieron a personajes secundarios como Warlock (Will Poulter), Kraglin (Sean Gunn) y Cosmo (con la voz de Maria Bakalova). Ante el inminente ingreso de una nueva generación de héroes y villanos, Warlock se vende como el mal principal de la película, pero termina siendo sólo el nexo entre los guardianes y el Alto Evolucionador (Chukwudi Iwuji).
Su pava participación a lo largo del film sólo se sostiene para evitar la muerte de Quill (Chris Pratt). Por su parte, la perrita (que aparece brevemente en la primera película como parte del Museo del Coleccionista) y el exaprendiz de Yondu, aparecen con exabrupto y descolocan a la audiencia. Si bien sus historias se desarrollaron con fuerza en el especial navideño en Disney+ (y Kraglin es parte clave del Vol. 2), la serie se hizo para un nicho muy pequeño y en un momento del año que trae más aires de oportunismo que otra cosa.
Por último, el final es una celebración eterna de una tristeza infinita. El baile con las infancias en Knowhere es larguísimo y aburrido.
Se comprende el hecho de por qué los guardianes tomarán rumbos diferentes, aunque también se pone en evidencia que será el negocio perfecto para seguir facturando con series individuales.