La Voz del Interior

Un quiosquero llamado Borges y una pelirroja

- Demian Orosz dorosz@lavozdelin­terior.com.ar

En las primeras líneas de La banda de los polacos hay una visión que parodia el “Argumentum Ornitholog­icum”, un cuento ultrabreve de Borges incluido en el libro El hacedor ,quea su vez versiona el Argumento ontológico con el que el teólogo medieval y filósofo escolástic­o San Anselmo pretendía demostrar la existencia de Dios. Pero la parodia con la que Federico Jeanmaire arranca su nueva novela podría no ser estrictame­nte una burla, sino una oda cantada en falsete, casi un homenaje, un ejercicio de ventrílocu­o que le otorga una voz a un narrador.

Borges, en La banda de los polacos, es un quiosquero que tiene el don de la clarividen­cia. Cierra los ojos y ve cosas. Anota en un cuaderno sus visiones y se las cuenta a un grupo de pibes villeros que intentan descifrar la clave hermética de sus anticipaci­ones, y cuya experienci­a cotidiana podría ser en sí misma la demostraci­ón de que no hay ningún Dios capaz de haber creado y sostener la existencia de un mundo tan choto. Borges los confunde, pero en el fondo los guía.

La Yesi, una pelirroja que parte la tierra, es el motor de la acción en la novela. La Colorada o la Polaca, como le dicen, tiene entre ceja y ceja cumplir una vendetta relacionad­a a su origen: es una gringa hermosa, fuera de contexto en esa barriada de calles de tierra, el culo del mundo estilo argento, efecto colateral de la relación de su mamá con un hombrecito poderoso que ejerció el derecho de pernada cuando ella tenía 14 años.

La Polaca enrosca a los pibes en un plan para hacer de esta triste tierra un mundo mejor, su engañosa manera de llamar a su movida vengativa, entre cómica y maquiavéli­ca. Digamos que se trata, para no espoilear, de un proyecto de sexo y fecundació­n, de cruce de realidades (sociales) y de pieles (blancas y oscuras).

Los pibes se juntan en una placita. En una esquina está el quiosco de Borges, que invita cervezas. En la otra hay una capilla con un curita al que le gustan los chicos, y cuyo grado cero de fieles concurrent­es se ve apenas incrementa­do por esa caterva sin destino. La comunidad unida por la desesperac­ión se llama “la banda de los polacos”, son siete (como los siete locos de Arlt, pero más pobres y con pensamient­os metafísico­s más barrosos). Se hacen llamar los Wotjila, en parodia-homenaje al papa polaco.

Manejando las artes de la narración y el cruce de géneros sin alardes ni moralejas, la novela de Jeanmaire le saca filo a una sexualidad espinosa (el curita y uno de los pibes de la villa se trenzan en un par de escenas de homoerotis­mo inolvidabl­e) y pinta su aldea con tonos de realismo social mezclado con una pizca de metaficció­n. La banda de los polacos sabe lo que hace, y le deja picando a quien lee si sabe qué pasa en la esquina.

 ?? ?? La banda de los polacos Federico Jeanmaire
Editorial Anagrama 2023
190 páginas $ 4.650
La banda de los polacos Federico Jeanmaire Editorial Anagrama 2023 190 páginas $ 4.650

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina