Delitos. La violenta trama de la pelea de la hinchada tiene dos barras presos por matar
Detuvieron al “Tuerto” Cabanillas y a uno de sus hijos. La escalada entre las facciones del club Instituto terminaron con dos asesinatos en villa El Nailon. Hay numerosos imputados.
Dos miembros de peso de la barra del club Instituto fueron detenidos este lunes por investigadores de la Policía de Córdoba acusados de tener participación activa en los violentos episodios registrados semanas atrás en villa El Nailon, en la Capital, y que terminaron con dos hermanos asesinados a tiros en pocos días. Los ahora detenidos estaban prófugos: se trata de Mariano “el Tuerto” Cabanillas (46) y su hijo Benjamín Aguilar, de 31 años. Están acusados por uno de los crímenes.
Ambos fueron capturados por pesquisas del Departamento Homicidios de la Policía cordobesa luego de un allanamiento realizado en un domicilio de la localidad de La Calera, en el Gran Córdoba.
En el marco de la rivalidad entre dos facciones de la barra del Instituto Atlético Central Córdoba se vienen registrando graves episodios armados en los últimos tiempos tanto en la villa El Nailon como en el barrio Marqués Anexo y hasta en Alta Córdoba, entre otros puntos.
En ese marco, en febrero pasado, y como presunta consecuencia de esa “guerra” entre facciones y de una escalada imparable, dos hermanos fueron asesinados a balazos en cuestión de horas.
Primero fue ultimado Maximiliano Ezequiel Gómez (30). A las pocas horas, su hermano Tomás Misael Moyano (18) acabó asesinado por jóvenes armados.
En el medio de esta violenta historia, hubo heridos, balaceras y ataques armados contra viviendas en El Nailon. Incluso, una casa fue incendiada.
De hecho, patrullas policiales fueron atacadas en febrero pasado, lo que derivó que hubiera un fuerte operativo posterior por parte de la Guardia de Infantería y unidades especiales de la fuerza de seguridad.
En el marco de esta compleja causa, hay casi una veintena de detenidos e imputados por varios delitos, como asociación ilícita, daño, robo calificado por el uso de arma, amenazas calificadas con armas, violación de domicilio, entre otros cargos, por orden de la fiscal Claudia Palacios.
Pero por los hechos más graves (homicidio) ahora hay tres acusados.
Búsquedas y capturas
Desde hace tiempo, se viene registrando un recrudecimiento de la violencia entre dos facciones de la barra del tradicional club de Alta Córdoba.
“Así como hubo graves episodios de violencia con ‘La Fiel’ (la barra de Talleres) y en ‘Los Piratas’ (de Belgrano), en Instituto se vienen peleando desde hace tiempo miembros de dos facciones. Hubo peleas dentro del estadio, luego afuera y el tema se fue extendiendo a otras barriadas”, contó una alta fuente de la causa.
Así las cosas, a mediados de febrero pasado la escalada de violencia fue creciendo en villa El Nailon y llego a un punto sin retorno cuando se produjeron fuertes enfrentamientos a balazos entre dos grupos enemistados. Los disparos se extendieron por varias horas.
En ese marco de violencia urbana, Maximiliano Gómez terminó ultimado de varios disparos.
A las pocas horas, y luego de su velatorio, su hermano Tomás Moyano también terminó ejecutado a tiros.
En toda esa cadena de violencia, en la propia villa se filmaron a jóvenes con remeras de Instituto y ostentando armas de fuego. Una persona que habría filmado a esos individuos terminó amenazada de muerte y su casa fue incendiada.
En el marco de los hechos de violencia, hasta los propios móviles policiales fueron agredidos y hasta hubo disparos. Alguien llegó a arrojar una granada de plástico para amedrentar a los uniformados.
A las pocas horas, la Policía irrumpió en la barriada y concretó allanamientos. Sobre todo, presencia.
Barras, armas y violencia
Como es de imaginar, no fue simple la tarea de los investigadores policiales y judiciales en torno a esta trama de violencia urbana. Varios vecinos optaron por no decir nada por temor a represalias. Son los códigos urbanos que lamentablemente no dejan de extenderse.
Sin embargo, un paciente trabajo de los detectives policiales y judiciales fue armando el rompecabezas.
Desde marzo comenzaron a registrarse detenciones.
Algunos jóvenes fueron capturados en allanamientos. Otros optaron por entregarse para evitar represalias contra sus familias.
Un joven quedó preso por homicidio. Sin embargo, los dos principales acusados lograron escabullirse de la zona, según señalaron fuentes del caso. Se trataba de Mariano “el Tuerto” Cabanillas y uno de sus hijos: Benjamín Aguilar.
Ambos habían quedado seriamente comprometidos por el crimen de Gómez, según fuentes del caso.
Con absoluta dedicación y paciencia, el cuerpo de pesquisas policiales de Homicidios siguió los pasos de padre e hijo.
Finalmente, ambos fueron atrapados en el marco de un allanamiento realizado en las últimas horas en un domicilio de La Calera. “Se estaban ocultando en la casa de un conocido”, indicó una fuente del caso, quien añadió que “no hubo problemas para atraparlo”. Ambos quedaron acusados por presunto homicidio agravado por el uso de arma de fuego, por orden de la fiscal Palacios.
Se esperan más detenciones.
Causa compleja. Por los graves episodios de violencia registrados desde hace tiempo por facciones de la barra, y que terminaron con dos crímenes, hay prácticamente una veintena de personas imputadas. Tres están acusados por homicidio.