Talleres, el sistema y su dilema
El Mundo Talleres debate la eliminación del primer equipo de la Copa de la Liga y las declaraciones de Federico Girotti contra el juez Nicolás Ramírez, el VAR y la AFA de Claudio Tapia y de Pablo Toviggino, su estrecho ladero .
Así como el delantero, gran parte de la masa albiazul está convencida de que el mal arbitraje de Nicolás Ramírez tiene directa relación con la marcada oposición de Andrés Fassi, titular de Talleres, hacia la AFA de Claudio Tapia y que se reaviva de tanto en tanto.
Hoy es haber tomado posición de nuevo por el desembarco de las Sociedades Anónimas Deportivas en el fútbol argentino. Algo que tuvo visos de seriedad por parte del presidente Javier Milei, quien lo planteó directo a través de un DNU que está parado. El movimiento ameritó la respuesta subida de tono de Pablo Toviggino, mano derecha de “Chiqui”, y el silencio del resto de los clubes y ligas que ya se manifestaron a favor del status actual de las asociaciones civiles sin fines de lucro. Juan Sebastián Verón, presidente de Estudiantes LP fue la única vos de apoyo y también fue duramente atacado. Mañana será la organización de los torneos, pasado los derechos de transmisión, y así.
¿Qué puede hacer Talleres? En soledad y con declaraciones públicas, poco logró. Desde el diálogo, igual. De hecho, Talleres tiene su propia representación en Liga. Es cierto que hubo algunos gestos de cambios de horario y sede en semifinal de Copa Argentina. Además de arbitrajes correctos en las dos finales que jugó del torneo federal, sobre todo ante Boca a cargo de un Darío Herrera a quien la “T” había cuestionado. Sin embargo, para marcarle la cancha a Talleres siempre le enviaron jueces que lo habían perjudicado, y algunos habían sido recusados como Merlos o Espinoza.
¿Qué resta? La herramienta deportiva sigue siendo soberana. Talleres va por ese camino ahora. Este año formó un plantel con elementos de jerarquía para jugar cinco torneos, quizá como pocas veces en la gestión Fassi. ¿Que nada garantiza que lo condicionen? Probablemente, pero a mejores equipos, será más difícil de voltear.
El lunes Talleres fue condicionado, pero antes perdió muchos puntos. Futbolísticamente, fue de los más goleadores, pero hubo objetivos de juego que no pudo cumplir y que los pagó carísimos. Marcar casi dos goles por partido le permitió ganar partidos o empatar otros, pero en el último juego, no le alcanzó. Las otras alternativas son más extremas. Encolumnarse en serio detrás de la AFA de Tapia y no sacar los pies del plato, para nada. Hay que decir que sí a todo. ¿La última? Presentarse y armar una lista para cambiar el sistema desde adentro. Es utópica, pero cierta.