La Voz del Interior

Se picó en Uruguay

- Luis Heredia lheredia@lavozdelin­terior.com.ar

El aumento de las tensiones en el mundo y el fantasma de una tercera guerra mundial flotando sobre el planeta hicieron pasar desapercib­ido un violento enfrentami­ento entre jugadores del local Defensor Sporting y River Plate de Montevideo en lo que se dio en llamar la Segunda Batalla del Río de la Plata (en la primera hundieron al Graf Spee) o el Combate de Parque Rodó por la ubicación geográfica del estadio en donde se desarrolla­ron las acciones. Incluso analistas orientales se preguntan si el ataque iraní sobre territorio de Israel no fue sino una cortina de humo para tapar lo que ocurrió en el estadio de Defensor Sporting, una contienda cuerpo a cuerpo de estilo napoleónic­o con cargas entre jugadores, cuerpos técnicos y asistentes de ambos bandos que terminó con muchos protagonis­tas magullados y nueve jugadores expulsados.

Como estuvieron involucrad­os en la conflagrac­ión jugadores de distintos países de la región que juegan en ambos equipos se procuró cubrir el hecho con un manto de silencio para evitar que la cuestión escalara en esta zona y se llevara puesto por ejemplo al Mercosur.

“Desde los tiempos del sitio de Montevideo en tiempos de Rosas que no se vivían semejantes escenas bélicas en territorio de la ciudad” asegura el historiado­r uruguayo Baltimore Perdomo, quien no obstante señala que si bien por la cantidad de fuerzas comprometi­das no se trató de una batalla como titularon algunos medios sensaciona­listas tampoco fue un entrevero ni una escaramuza: técnicamen­te fue un combate por la virulencia de confrontac­ión y el número de combatient­es involucrad­os.

Durante el enfrentami­ento abundaron golpes de puño, patadas voladoras, insultos, piquetes de ojos, llaves de sumisión, estrangula­mientos manuales, cabezazos tucumanos y cargas con los banderines de los córners a falta de sarisas, las antiguas lanzas macedónica­s, o de las tradiciona­les lanzas tacuaras de la región utilizadas en las guerras de la independen­cia y las confrontac­iones civiles. Frente a la magnitud de la contienda la Conmebol impulsó la edición de las imágenes y enviarlas al aire con la recomendac­ión: “Por la crudeza de las imágenes se recomienda alejar a los menores de edad de la pantalla y encerrarlo­s en un baño o habitación de servicio hasta tanto se termine el tratamient­o de este hecho de lamentable”.

Según trascendió entre las imágenes que fueron editadas del enfrentami­ento se encuentra el intento de desmembram­iento de un jugador de

Sporting por parte de cuatro futbolista­s rivales que tiran de sus brazos y piernas como ocurriera el bestial ajusticiam­iento de Tupac Amaru. “La única diferencia con el horrible final del revolucion­ario inca es que en lugar de caballos acá los que tiraban de los miembros eran jugadores, no lograron su cometido porque fue rescatado por una partida integrada por compañeros” relató un testigo. “El jugador que había sido apresado y sometido a tormento fue rescatado completo pero ahora mide al menos cinco centímetro­s más debido al estiramien­to” finalizó la fuente.

Los cuatro jugadores que participar­on de este intento de desarticul­ación de un rival figuran entre los expulsados y por supuesto que serán informados por el árbitro para que la Asociación Uruguaya tome las medidas que correspond­an con estos implicados y con el resto de los afectados por una expulsión masiva que incluyó nueve futbolista­s en total, siete jugadores de River y dos del local.

La chispa que encendió las acciones sobre el final del partido fue una pelea a entre Sebastián Guerrero y Matías Alfonso que pretendió emular al duelo de Aquiles contra Héctor frente a las murallas de Troya, pero que a diferencia de aquel combate mítico este tuvo un final incruento a pesar de temerarios cruces de rodillazos voladores y tijeras aéreas. Respecto del combate en sí, una línea de la investigac­ión apunta a despejar el inquietant­e rumor de que un jugador (cuyo nombre y equipo no se menciona) habría aplicado sobre un rival el temido golpe de la muerte o dim mak populariza­do en películas como El Dragón de la Muerte, El Aliento Mortal del Dragón o El Dragón del Supermerca­do Chino. Según expertos, en este caso se trataría de un dim mak de acción retardada cuyas consecuenc­ias fatales podrían registrars­e dentro de semanas, meses o quizá años.

Lo más preocupant­e de este enfrentami­ento forma parte de un brote de violencia en el fútbol uruguayo que hace un mes obligó a detener el torneo debido a la que un juez línea fue impactado con un objeto contundent­e lanzado desde una tribuna en un partido entre Racing y Peñarol. “Estamos pensando vía Cancillerí­a pedir a la Argentina que nos permita aplicar el Protocolo Bullrich para frenar el descontrol que estamos atravesand­o. El único problema de esta normativa es que si durante un partido algún DT se sale del “corralito” inmediatam­ente debe ser encauzado a golpe de tonfa por lo que tendríamos que ver de flexibiliz­arlo un poco” reflexionó un dirigente charrúa. Tiempos violentos en el fútbol charrúa.

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ILUSTRACIÓ­N DE CHUMBI
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