La Voz del Interior

El PRO entierra a Juntos y se mete en el laberinto libertario

Los amarillos cordobeses admiten que el acuerdo con radicales y Luis Juez será inviable en 2025. Sin un liderazgo claro, trazan distintas estrategia­s de superviven­cia.

- Juan Manuel González jmgonzalez@lavozdelin­terior.com.ar

El último gran partido nacional, el PRO, atraviesa días de incertidum­bre. Su futuro es difuso y su destino, confuso; tanto en lo ideológico como en lo pragmático. Con Javier Milei en el centro del poder, no está claro a quién representa­rá el partido fundado por Mauricio Macri, quien el jueves asumió la presidenci­a de ese partido por Zoom, todo un símbolo.

En Córdoba, la situación es aún más confusa: luego de sufrir una sangría que incluyó al presidente de ese partido, Javier Pretto, y a su cuadro territoria­l más simbólico, Pedro Dellarossa, sus dirigentes sobreviven desperdiga­dos en varias tribus y con estrategia­s contradict­orias para permanecer en el mapa del poder.

Para colmo, tres de los cuatro diputados nacionales por Córdoba que tiene ese partido –Oscar Agost Carreño, Héctor Baldassi y Laura Rodríguez Machado– deben renovar sus bancas en 2025. La cuarta diputada, la emprendedo­ra riocuarten­se Belén Avico, tiene mandato hasta 2027, pero su incidencia en la conducción partidaria es ínfima.

No comparten estrategia: Rodríguez Machado se enrola en la tropa de Patricia Bullrich, quien camina hacia un acuerdo con La Libertad Avanza; Agost Carreño se mantiene alineado con los gobernador­es Rogelio Frigerio (Entre Ríos) e Ignacio Torres (Chubut), en un esquema que comparte en la Cámara Baja con el peronismo cordobés; mientras que Baldassi, quizá la figura más popular del PRO Córdoba, tejió acuerdos con el peronismo provincial y envió a sus soldados a jugar con Daniel Passerini.

Rodríguez Machado es, de los tres, quien proclama la necesidad de un acuerdo entre el PRO y La Libertad Avanza; una estrategia que incluye confiar en que Bullrich le garantice un lugar en la lista del próximo oficialism­o. “Es quien más chances tiene de repetir”, dice uno de sus colegas del PRO.

El camino libertario

Buena parte de la dirigencia del PRO mediterrán­eo parece encaminada a repetir la experienci­a de ser absorbida por el peronismo. Pasó a nivel nacional, cuando la Ucedé de Álvaro Alsogaray nutrió el neoliberal­ismo de Carlos Menem; pero también en Córdoba, donde las huestes centro liberales de Germán Kammerath quedaron entrampada­s en la telaraña de José Manuel de la Sota.

En la ciudad de Córdoba, el desorden del PRO es quizá mayor: su principal figura es la concejala Soher El Sukaria, terminal de la legislador­a provincial Patricia Botta, quien juega con el resto de la oposición, y del funcionari­o provincial Diego Puente Rossa, director de defensa del Consumidor en el ministerio de conduce Dellarossa (Producción).

En la semana, El Sukaria se aproximó a la canciller Diana Mondino y logró una selfie con Milei. En el PRO se interpretó como un movimiento hacia La Libertad Avanza y una respuesta a Macri, quien privilegió al grupo de empresario­s y políticos G25, al ubicar a Martín Roca en la orgánica nacional del partido.

Los otros dos concejales capitalino­s que ingresaron por el PRO, en el marco de la extinta alianza de Juntos por el Cambio, conformaro­n bloques unipersona­les: se trata de Jessica Rovetto Yapur, quien mantiene actividad política con la Juventud PRO, y de Gabriel Huespe, del espacio de Baldassi y aliado estratégic­o del PJ.

El fin del amor

Sí hay una coincidenc­ia entre los principale­s dirigentes del PRO es que en 2025 no habrá una alianza con el radicalism­o cordobés. También ven complejo un acuerdo con el Frente Cívico, pese a la sintonía fina entre Luis Juez y Milei. “Le van a pedir que se quede en el Senado y en el Consejo de la Magistratu­ra”, aventuran en el PRO respecto de una eventual candidatur­a a diputado de Juez el año que viene, esta vez con la escudería libertaria. “El PRO no estará en nada que se parezca a Juntos por el Cambio. Macri no va a caer otra vez con los radicales. Aunque las alianzas de distrito son de cada distrito, un acuerdo con la UCR y el Frente Cívico en Córdoba parece muy difícil. Y mirando hacia el 27, el hecho de que Juez y (Rodrigo) de Loredo sean candidatos a gobernador vuelve inviable un acuerdo con la UCR y el Frente Cívico en el mismo espacio”, analiza otro importante dirigente del PRO cordobés.

“El PRO tiene futuro como la pata más organizada de La Libertad Avanza. Nadie puede creer a esta altura que Juez tiene ideas liberales, si hasta prometía aumentar las jubilacion­es al 82 por ciento”, es otra lectura que hacen en el PRO, mientras preparan las maletas de la mudanza.

En este marco, en el PRO cordobés relativiza­n la incidencia que tendrá Macri en el armado de 2025, cuando la “lapicera la tendrá Milei”.

Por ahora, Macri parece privilegia­r en su armado al G-25, esa estructura que responde al exministro Guillermo Dietrich, y que tiene en la zona norte del Gran Córdoba su bastión, con el intendente de Villa Allende, Pablo Cornet, y la jefa comunal de Mendiolaza, Adela Arning, como referentes.

En el PRO Córdoba recuerdan, no sin malicia, que el “último invento político de Mauricio” fue Gustavo Santos, un trunco proyecto a gobernador surgido del “capricho de Mauricio”.

 ?? LA VOZ / ARCHIVO ?? MACRI Y BULLRICH. Sin Rodríguez Larreta en cancha, el expresiden­te y la ministra de Seguridad se repartiero­n el PRO.
LA VOZ / ARCHIVO MACRI Y BULLRICH. Sin Rodríguez Larreta en cancha, el expresiden­te y la ministra de Seguridad se repartiero­n el PRO.

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