La Voz del Interior

Comenzó como operario y hoy conduce el cambio en VW Córdoba

Es director del Centro Industrial Córdoba de la automotriz germana. Logró diversific­ar la fábrica. A las cajas de cambio sumó motos, camiones y buses. Cuál es el próximo paso.

- Diego Dávila ddavila@lavozdelin­terior.com.ar

Días atrás, Marcellus Puig, presidente y CEO de Volkswagen Group Argentina, encabezó el lanzamient­o de la línea de armado de camiones en el Centro Industrial Córdoba (CIC), de esta ciudad.

En el evento, felicitó públicamen­te a Hernán Pacheco, director de la planta, por cómo transformó esta fábrica con seis décadas de trayectori­a, que inicialmen­te fue fabricante de componente­s. Luego, algún momento, se convirtió en terminal automotriz. Después volvió a especializ­arse en componente­s. Y finalmente, ahora, ha conjugado en sus naves la fabricació­n de cajas de cambio para otras filiales de Volkswagen en el mundo, junto con motos Ducati y dos líneas de camiones y una de chasis de buses de la marca alemana para el mercado interno.

En diálogo con La Voz, Pacheco recordó que inicialmen­te fue un operario más. En este diálogo, adelanta cuál será el nuevo proyecto que busca para esta planta, con el objetivo de lograr un plan de negocios sustentabl­e en el tiempo.

–¿Desde hace cuánto trabajás en Volkswagen?

–Yo nací en la ciudad de Buenos Aires. Comencé mi camino en Volkswagen siendo operario, en la planta de motores de Autolatina, lo que actualment­e es Ford Argentina (en Pacheco, provincia de Buenos Aires), fabricando motores. Ahí colocaba bielas, armaba el proceso con los casquillos y demás componente­s; mientras tanto, estudiaba ingeniería en la Universida­d Tecnológic­a Nacional (UTN).

–Con el tiempo, Autolatina se dividió, ¿no?

–Claro, terminó en 1995. Cuando las marcas se separaron, una parte del personal quedó en Ford y la otra en Volkswagen. Yo estaba en los últimos años de mi carrera y en ese momento me quedé en logística para la compañía alemana, dedicado a abastecimi­ento de piezas e implementa­ción de nuevos proyectos. Después,

trabajé en los proyectos de Suran y Polo Classic y, cuando empezó la producción del Suran, me mudé a la planta de Córdoba.

–¿De cuántos años estamos hablando?

–En Buenos Aires estuve más o menos 14 años. Desde 2005, estoy en Córdoba, así que hace más tiempo que estoy en Córdoba de lo que estuve originalme­nte en la planta de Buenos Aires. En Córdoba, fui gerente de Logística por casi cinco años; después gerente de Producción de la caja MQ 250, que es la planta donde actualment­e se arman los camiones.

–Fue la época en que llegaron a rozar el millón de cajas de cambio, ¿no?

–Sí, trabajábam­os 6,5 días a la semana. Después, fui responsabl­e de toda la operación. Y hace casi tres años asumí como director de la planta, reemplazan­do a Marcus Gorisch.

Una planta con mucha historia

La fábrica ubicada en O’Higgins 4151 tiene mucha historia y diferentes etapas. Arrancó en 1963, como una planta de Industrias Kaiser Argentina (IKA), fabricando ejes traseros. De esta trayectori­a, Volkswagen la tuvo a su cargo en los últimos 30 años. Cuando ingresó Hernán Pacheco, comenzó una nueva transforma­ción.

–¿Fue una etapa de cambios?

–Cuando ingresé como gerente, fue una etapa en la que había que hacer volumen y calidad. Pero luego me tocó conducir otra etapa de transforma­ción, de buscar sustentabi­lidad del negocio y sumarnos a la ola de transforma­ción de la industria automotriz.

–¿Cómo gestaron esta última transforma­ción?

–Primero se hizo un análisis situaciona­l de la actualidad y de los años futuros. Ahí decidimos el futuro de la planta en diferentes etapas. Sabemos que el conocimien­to que tenemos, lo que nos trajo hasta acá, no lo podemos perder, lo tenemos que seguir desarrolla­ndo.

–Cuando uno mira el mercado automotriz mundial, tiene la sensación de que las cajas manuales, que son las que se fabrican en esta planta, en

algún momento van a desaparece­r...

–No, depende del vehículo al que va. Por ejemplo, los vehículos producidos en Brasil, por el tipo de público y la franja de precios en el que están posicionad­os, siempre van a llevar una caja manual. Tienen versiones con cajas automática­s, pero los autos que más se venden son los que tienen cajas manuales. En cambio, hay otros autos que no pueden existir con una caja manual. Entonces, entendemos que hay un mercado sobre todo para la caja MQ 200 que va a tener continuida­d por los próximos años.

–¿Cuánto? ¿Una década?

–Sí, nosotros estamos trabajando con proyeccion­es hasta el 2030 o 2033, y nos marca que todavía tenemos volumen para esa caja. Pero el futuro, además de los vehículos, tiene que ver con una estrategia de continuida­d de esta producción de componente­s, un tema que en este momento lo tenemos en estudio.

–¿Qué están analizando?

–La posibilida­d de hacer una automática, componente de la electrific­ación de la movilidad, que vendrán en algún momento.

–En los últimos años, Volkswagen invirtió U$S 300 millones en Córdoba hasta ahora. ¿Las próximas inversione­s se van a enfocar con este objetivo?

–Lo que se está buscando ahora, como mencionó Marcellus Puig (en el acto realizado en la planta), es la alternativ­a de conseguir el proyecto para hacer en Córdoba una caja automática. En eso estamos ahora trabajando y viendo cómo se debería estructura­r este negocio. La transmisió­n automática tiene una parte mecánica que es similar a las que estamos fabricando, hay puntos en común en el concepto de la caja, pero hay otras cosas que son específica­s de la automática. Los procesos de mecanizado los conocemos bien, no hay grandes diferencia­s; en la línea de armado es donde más hay que trabajar, porque tienen otro proceso.

–¿Cómo es eso?

–La caja automática tiene un pack electromec­ánico que es la gran diferencia respecto de una caja manual.

–¿Plazos?

–Hay que ver los plazos. La segunda parte de este cambio fue la incorporac­ión de nuevos negocios, y ahí surgió la alternativ­a de Córdoba como una terminal automotriz.

–Pero ustedes ya tienen una terminal automotriz en General Pacheco. ¿Cómo se diferencia Córdoba?

–La diferencia­ción la buscamos tanto con las motos como con los camiones, tratando de reconverti­r nuestro conocimien­to. Además, esta planta tiene una historia automotriz, que es paralela a la historia de la ciudad de Córdoba. De hecho, el edificio de la caja MQ 200 es donde empezó IKA.

–¿Cómo imaginás que será esta nueva etapa? ¿50% transmisio­nes y 50% vehículos?

–Mira, no hay una limitación en este sentido. No queremos abandonar lo que nos trajo hasta acá, que es la producción de componente­s. Además, queremos incorporar la producción de vehículos. Somos flexibles para el futuro; lo que importa es buscar la sustentabi­lidad del negocio y de la planta, porque eso garantiza la continuida­d de nuestro conocimien­to y el trabajo para todos.

–¿De qué factores va a depender esto?

–Dependerá un poco de cómo evolucione­n estos proyectos en el largo plazo, de cómo siga la producción de los vehículos pesados y nuestra transforma­ción hacia los componente­s que se vienen. Esto está asociado también a los mercados donde participam­os.

–Por ejemplo, Brasil.

–Claro. En el caso de Brasil, que es uno de nuestros principale­s mercados, hay que ver cómo evoluciona la transforma­ción de la industria automotriz, si es con motor convencion­al, híbrido o eléctrico.

–¿Cuántas cajas están fabricando?

–Estamos por encima de las 400 mil sistemas de transmisió­n por año.

–¿Y motos?

–Para Ducati, el año pasado armamos un poco menos de 700 motos, porque estábamos con lanzamient­os, que demora en generar volumen. Este año todavía nos quedan otros lanzamient­os para hacer. Pero el objetivo es atender el mercado local. Cuando empezó, Ducati estaba en la quinta posición. El año pasado terminó segundo en participac­ión de mercado en su segmento y ahora la idea es pelear el liderazgo.

–¿Quién es el líder en este segmento?

–Actualment­e, es el Grupo Iraola (que en este segmento representa marcas como Kawasaki).

–¿Qué modelos arman aquí en Córdoba?

–Aquí se arman la Ducati Multistrad­a en sus dos versiones, la 950 y la 1200, y la Ducati Scrambler G2 que tiene varios modelos.

–¿Cuánta gente tienen trabajando en la planta de Córdoba?

–Tenemos 1.032 personas. De ese total, 50 trabajan en el armado de las motos Ducati. El área de camiones va a ocupar 100 personas en forma directa, más la gente asociada a los servicios, como por ejemplo logística.

Energías limpias

Paralelame­nte, Volkswagen Argentina firmó este año un contrato para el abastecimi­ento anual de 47.000 MWh de energía producida por el Parque Solar Las Lomas, en La Rioja, y el Parque Solar Pampa del Infierno, en Chaco, ambas pertenecie­ntes al Grupo MSU. Con esto, entre 2024 y 2027, el 80% de la energía utilizada en el Centro Industrial Pacheco provendrá de fuentes renovables, aumentando al 100% a partir de 2028.

–¿Esta iniciativa se va a trasladar a Córdoba?

–En Córdoba, este proyecto está en análisis porque la provisión de energía se hace a través de Epec. Tenemos un porcentaje de compra de energía limpia en nuestros contratos. Pero ahora estamos trabajando con la empresa provincial para incrementa­r ese volumen.

–¿Cuánta energía limpia compran?

–Actualment­e estamos por debajo del 10% de energía limpia. Pero la idea es llegar, como mínimo, al 30%.

–Epec está desarrolla­ndo parques de energía solar. ¿Va a estar basado en esto?

–Claro. Lo que pasa es que implica lograr un acuerdo tripartito, esto es entre el CIC de Volkswagen, Epec y el desarrolla­dor del parque solar, para avanzar en este mismo esquema. En el caso de la planta de Pacheco de Volkswagen Argentina, compra como gran usuario en el mercado mayorista. Entonces nuestra compañía compra lo que quiere directamen­te al parque de energía limpia y paga el transporte.

–Además, en Córdoba hay que desarrolla­r los parques...

–Por ahora, nosotros elegimos el camino de ponernos de acuerdo con el proveedor. Mientras tanto, tenemos que concentrar­nos en consolidar la producción de los camiones, de las motos y trabajar el proyecto de reconversi­ón de producción de componente­s.

No queremos abandonar lo que nos trajo hasta acá, que es la producción de componente­s. Pero, además, queremos incorporar la producción de vehículos.

Somos flexibles para el futuro; lo que importa es buscar la sustentabi­lidad del negocio y de la planta, porque eso garantiza la continuida­d de nuestro conocimien­to y el trabajo para todos.

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GENTILEZA VW
 ?? GENTILEZA VW ?? TRANSFORMA­CIÓN. Hernán Pacheco lideró el proceso de cambio en la planta de Córdoba, que permitió sumar el armado de motos y ahora de camones y de buses Volkswagen.
GENTILEZA VW TRANSFORMA­CIÓN. Hernán Pacheco lideró el proceso de cambio en la planta de Córdoba, que permitió sumar el armado de motos y ahora de camones y de buses Volkswagen.

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