Ricagno por Fafi Ricagno
Una mujer fuerte que dejó huella como abogada y politóloga mientras, en paralelo, disconforme con la oferta, diseñaba sus propios zapatos. Hoy sus piezas made in Italy se venden en Europa, Asia, y desembarcan en nuestro país.
-¿Cómo asociás los tacos altos con el poder femenino? -La mujer sobre tacos, no necesariamente altísimos, cambia inmediatamente su postura. Y con su postura erguida, su cuerpo habla y dice cosas como “aquí voy”; “reafirmo mi femineidad”; “me siento en control de mi día y mi vida”. Aunque sean unos centímetros, la perspectiva del mundo gira con ese movimiento de ángulo. Y también la mirada que los otros tienen sobre una. -¿Qué te sedujo del rubro de los zapatos, tan distinto al derecho y la política?
-Viene de vieja data. Además de relojes de bolsillo, frascos antiguos, lapiceras y cuchillos, colecciono zapatos. Nada tienen que ver con aquellos que compro desde los dieciséis años, con los que quedaron de mi madre o con los que diseño para mí desde hace dos décadas. Mi colección nace de remates de vestuarios antiguos o casas vintage. Antes de diseñadora de zapatos, soy coleccionista.
-¿Cómo fue tu iniciación creativa?
-Empecé diseñando para mí. Mandaba mis bocetos a Lonté para que los confeccionaran. No me gusta seguir los dictámenes de modas ni usar lo que me venden. Yo dicto mi propia moda.
-Si sólo pudieras usar un par de zapatos por el resto de tu vida, ¿cómo sería?
-Uno de mi madre que tiene cincuenta y cuatro años, y sigo usando con bastante frecuencia. Mis hijas me lo piden prestado cada tanto y estoy segura de que mi nieta, Luna, algún día lo usará también. Está diseñado por un italiano que había emigrado a la Argentina, y fabricado en épocas en que el país exportaba y vendía zapatos con nuestros cueros al mundo. -¿En quién te gustaría ver tus creaciones? -En Christiane Amanpour, periodista de la CNN; en Sofia Loren; en Amal Ramzi, conocida como Clooney, a quien admiro como abogada de derechos penal e internacional y derechos humanos; en
Lady Gaga desde su magistral rol de Amy Maine en A star is born; en Debora Plager y Mónica Gutiérrez; en Chufy de Betak, embajadora de Ricagno por su frescura y belleza, un ejemplo que siempre hace referencia a sus orígenes argentinos. La lista sigue y hay un lugar especial para todas las argentinas con quienes comparto la “iniciativa Pollera Pantalón”.