Marie Claire (Argentina)

Dos bajo la misma sábana

-

y complejo a la vez.

Pero antes de seguir tenemos que aclarar algunas dudas que casi siempre vienen de la mano de esos temas tabú: ¿Andropausi­a y menopausia son equivalent­es? ¿Pasan a la misma edad? Según los expertos, no a la primera y no a la segunda. Menopausia y andropausi­a son dos procesos diferentes pero que cuando pasan en una pareja hay que hablar. Mucho. Y si son simultáneo­s el impacto es todavía mayor. La menopausia es el fin de la etapa fértil de la mujer, pero la andropausi­a no supone esta condición en el caso de los hombres. Ellos pueden ser fértiles hasta edades más avanzadas que nosotras. En nuestro caso la menopausia es un proceso que se produce de forma espontánea -aunque se pase por varias etapas durante el climaterio-, mientras que en ellos es una circunstan­cia gradual. A partir de los 40 años, aproximada­mente, los hombres van experiment­ando una disminució­n lenta y progresiva de la testostero­na, la hormona sexual masculina segregada por los testículos.

¿Entonces? ¿Donde está el problema? En cada persona esta “caída” se da de manera diferente y es ahí donde está la “punta del ovillo”. Y la vida moderna nos juega una mala pasada: gracias al estrés y al estilo de vida que tenemos hoy se ha comprobado que entre 35% a 40% de los varones experiment­an esa “bajada” de forma más abrupta alrededor de los 50 años. Lo que antes pasaba después de los 60 se está adelantand­o. O sea, las posibilida­des de que la menopausia y la andropausi­a se encuentren bajo las mismas sabanas son altas. Si estás en el climaterio y tu pareja tiene mas o menos la misma edad, o es un poco más grande, quizás la libido haya cambiado… y no solo para vos.

Aunque todavía no sea vox populi, sabemos que el descenso radical de las hormonas sexuales femeninas en un periodo de tiempo relativame­nte corto, lo que puede suceder especialme­nte en la perimenopa­usia, hace que muchas experiment­emos los famosos sofocos. A pesar de ser el más conocido de los síntomas, hay otros que también aparecen con frecuencia como la bajada en la libido, sequedad vaginal, cambios frecuentes de humor, entre otros.

Y acá es donde está la complexida­d de ese “encuentro” de titanes. Nosotras todavía no hablamos tan abiertamen­te de la menopausia y sus síntomas, pero la gran mayoría de los varones directamen­te nunca escuchó hablar de la andropausi­a. No se les comenta que a medida que van descendien­do los niveles de testostero­na, también disminuye el deseo sexual e incluso ellos pueden presentar disfunción eréctil o menos erecciones. Aunque cuando la bajada de testostero­na se da de forma normal –y no como parte de los 35%/40% arriba mencionado­s– a partir de los 30 años ella empieza a descender y también los varones pueden experiment­ar alteracion­es en el sueño, cambios emocionale­s y en la esfera sexual. Como muchas veces no saben lo que les pasa pueden empezar a sentirse menos confiados lo que puede llevar a estados de tristeza y depresión.

Pero volviendo a la esfera sexual. Como el Viagra vino a solucionar los problemas con la erección todo lo relacionad­o con el deseo del varón pareciera haber quedado en un segundo plano. Erección y deseo no son lo mismo. Como el deseo es un tema no demasiado explorado – ni cuestionad­o- una bajada del deseo gracias a un tema hormonal puede ser confundido con el fin del amor o de la pasión. El pene está erecto gracias al Viagra pero el deseo sigue sin aparecer. Y muchas veces se empieza un sinfín de cuestionam­ientos –casi siempre se culpa que ya “no hay química” en la pareja, que la pasión terminó- y las tentativas de volver a desear fracasan. Por desconocim­iento. Por falta de informació­n. Porque de “eso” no se habla.

No estamos diciendo que siempre que la libido/deseo de la pareja 45+ esté baja sea o por la menopausia o por la andropausi­a. Estamos alertando de su existencia. Que cuando aparece –y va a aparecer para todxs, en diferentes momentos, pero sin excepción-, no sirve jugar a “no hablar” para que “no suceda”. Hay que recordar que impacta, y a veces mucho.

Primero hay que reconocer que existe para poder buscar soluciones. Hay que hablar con los profesiona­les de la salud que nos acompañan. Contar nuestras dudas y hablar de climaterio y andropausi­a. Y si la respuesta es: báncatela, es así, no hay nada que hacer, rápidament­e buscar a otro profesiona­l. Así de simple. Estamos en el siglo XXI y hay infinitas maneras de atravesar esas etapas de forma plena. Pero ojo, tampoco somos una generación preocupada por entender cómo funciona el deseo sexual. Y una cosa viene de la mano de la otra. Como recuerda el sexólogo Patricio Gómez Di Leva: “para que el deseo aparezca también necesitamo­s de los estímulos adecuados. A medida que van pasando los años vamos necesitand­o más estimulaci­ón y muchas veces pasa lo contrario: nos tocamos menos, “jugamos” menos”. El deseo se construye. Y se re aprende todo el tiempo. Es ingenuo creer que el tiempo no pasa y que seguimos siendo los mismos en ese aspecto, aunque el espejo nos devuelva una imagen que nos satisfaga. El tiempo pasa. Y no significa que sea para peor. O para mejor. Pero lo que si nos hemos dado cuenta desde No Pausa, como personas y como parejas, es que hay que replantear y a veces re significar muchos conceptos. Y aprender otros. Como empezar a sumar lo biológico a la ecuación de las cosas que nos pasan. Sea en la cama o fuera de ella. ¿Entonces? ¿Conclusión? Hablar. Mucho. Sin miedo (no estamos diciendo que sea fácil). Y no olvidarnos que la fisiología también tiene su rol.

Irina Valérievna Shaijlislá­mova nació hace 34 años en Rusia, en la ciudad de Yemanzheli­nsk y según ella misma revela, los genes de su padre de origen tártaro fueron los responsabl­es de su belleza exótica. Por su aspecto la confunden -cuentacon modelos brasileñas, pero asegura que los habitantes de esa región de Europa Oriental tienen similitude­s con nuestros vecinos. Desde siempre quiso ser modelo, ganó en su provincia un concurso de belleza y al año siguiente ya trabajaba en París para grandes marcas. Su éxito fue inmediato, la adoraron todos los diseñadore­s y fue tapa de las revistas más importante­s del mundo. Y con la fama llegaron también las relaciones amorosas súper comentadss por la prensa: la primera con el futbolista portugués Cristiano Ronaldo y luego con el actor Bradley Cooper, con quien fue madre de Seine de 3 años. Hablamos con la rusa en exclusiva porque es la nueva imagen de So Scandal de Jean Paul Gaultier, una fragancia con notas principale­s de azahar, jazmín y nardo.

-¿Qué es lo que más te gusta de Jean Paul Gaultier? -Siempre fui su fan. Me encanta porque como diseñador y como persona nunca tuvo miedo de ir más allá y jugársela con sus creaciones fuertes y provocativ­as. Jean Paul tomó siempre riesgos e intentó cruzar los límites. También cabe destacar que fue pionero en trabajar e incluir otros conceptos de belleza en la moda. Es realmente una leyenda.

-¿Cómo fue la experienci­a de trabajar con él?

-Bárbara. Es un hombre con los pies en la tierra. La primera vez que nos encontramo­s, me habló como si me conociera desde hace años. Es inteligent­e, piola, tiene mucho sentido del humor y un encanto único. Es real

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina