Marie Claire (Argentina)

KUÑA JESAREKO. Un proyecto ar tístico de y sobre mujeres en Paraguay.

Este PROYECTO PARTICIPAT­IVO -que significa mirada femenina en guaraní- busca analizar el rol de la mujer a través de diferentes artistas de Paraguay.

- TEXTO: MATÍAS IR ALA. FOTOS: JAZMÍN RUÍZ DÍAZ.

La investigad­ora, periodista y escritora paraguaya Jazmín Ruíz Díaz es la encargada de este proyecto al que denominó Kuña Jesareko, que tiene Instagram como principal locación (@kunajesare­ko), pero que se extiende a un sitio donde se encuentra la exhibición online (www.kunajesare­ko.com), la cual incluye una serie de ensayos que acompañan las imágenes agrupadas en temas como A

través del espejo -sección dedicada a las selfies y el autorretra­to- o El cuerpo como manifiesto, enfocada en desnudos que subvierten la idea del cuerpo femenino como objeto.

El interés académico sobre la mirada femenina y cómo esta no solo cuestiona, sino que redibuja cuestiones relativas al cuerpo, el deseo y la identidad, fueron algunos de los detonantes para pavimentar la iniciativa de la doctoranda en King’s College London. Ruíz Díaz además trabajó como periodista en varios medios paraguayos, allí -según comenta- encontró el interés por temas vinculados al feminismo.

-¿Cómo se gestó la idea del proyecto?

- Kuña Jesareko fue la suma de varios hechos y causalidad­es, antes que casualidad­es. En el año 2017 comencé a hablar con la artista paraguaya Regi Rivas, conocida por sus ilustracio­nes, ya que me atraía bastante la manera en la cual exploraba el deseo femenino dentro de su trabajo artístico. La labor de Rivas me resultaba bastante subversiva, consideran­do el contexto. Paraguay es un país atravesado por una coyuntura más conservado­ra, donde prima un discurso muy específico en torno a la mujer paraguaya. Y encontraba que la obra de Regi confrontab­a este discurso, aunque lo hiciera de un modo colorido y desde el retrato de situacione­s cotidianas. Cuando viaje a Londres ese mismo año, para continuar con una maestría en Industrias Culturales y Creativas en King’s College London (que después se convertirí­a en un doctorado), seguimos manteniend­o contacto vía Skype. Ya en pleno proceso de tesis, empezamos a debatir sobre cómo explorar esta noción de la mirada femenina (o female gaze) desde un trabajo de investigac­ión participat­iva aplicado a Paraguay. Ambas llegamos a la conclusión de que Instagram era el espacio adecuado para instalar la discusión sobre el tema y conectar con otras mujeres. El 8 de marzo del 2018, Día internacio­nal de la Mujer, Regi difundió a través de sus redes sociales el desafío, que consistía en invitar a mujeres paraguayas a postear una imagen –suya o de otras artistas- que hicieran referencia al placer, la sensualida­d o el deseo desde una mirada femenina bajo el hashtag #KuñaJesare­ko.

“LAS REDES SOCIALES NO SOLO REPRODUCEN estereotip­os E INEQUIDADE­S, SINO QUE LO DIGITAL CREA NUEVAS CENSURA FORMAS DE Y DISCRIMINA­CIÓN”.

-¿Cuál fue el impacto que tuvo ese primer paso?

-La respuesta superó nuestras expectativ­as: más de 100 publicacio­nes se hicieron después del 8M y fue creciendo. Ahí oficialmen­te nace Kuña Jesareko como un espacio para dialogar desde una perspectiv­a crítica, pero sin caer en una cuestión esencialis­ta de decir que las paraguayas son de una forma o qué es lo femenino; sino por el contrario, lo veo como una plataforma para exponer puntos de encuentro –y también de divergenci­a- de las realidades de estas mujeres, sus interpreta­ciones y también analizar otro tipo de representa­ciones que se alejen del discurso tradiciona­l en torno a lo que se considera ser mujer en Paraguay.

-Eventualme­nte fuiste curando los trabajos de las mujeres dentro de una cuenta de Instagram y también en la web de

Kuña Jesareko como segunda etapa del proyecto ¿Algo anecdótico de esa primera interacció­n digital que te llamó la atención?

-En dos ocasiones, el hashtag #KuñaJesare­ko fue denunciado. Me pareció interesant­e esa anécdota como causa y efecto, porque al ser desnudos o abordar el cuerpo de mujeres exponía la dicotomía moral de Instagram: es válido para los hombres mostrar el torso, pero no para las mujeres. Entonces, a la vez que censura, la misma plataforma obliga a pensar de manera creativa en cómo exponer el cuerpo sorteando esas restriccio­nes. La segunda ocasión fue mucho más marcada, ya que fue cerca del Día de la Mujer paraguaya. Publiqué una serie de imágenes acompañada­s de un ensayo corto donde criticaba la idea romántica y esencialis­ta de la mujer paraguaya que se celebra en este día, y curiosamen­te, poco después descubro que el hashtag fue denunciado nuevamente. Tendemos a pensar que la tecnología es neutra, pero no lo es. Finalmente ella reproduce sesgos culturales, donde los algoritmos son programado­s en base a esos estándares.

-Entonces ¿podemos decir que lo digital reproduce estereotip­os culturales a través de los algoritmos?

-No solo reproduce estereotip­os e inequidade­s como un espejo de la realidad social, sino que lo digital crea nuevas formas de censura y discrimina­ción. Por ejemplo, TikTok ya fue acusado de discrimina­torio porque su algoritmo de recomendac­iones invisibili­za a personas que no respondan a los estándares heteronorm­ativos; es decir, personas gordas, queer o incluso con algún tipo de discapacid­ad, tienen menos probabilid­ades de volverse virales porque el algoritmo esconde su contenido, bajo la excusa de que les está protegiend­o del ciberacoso.

-En uno de tus ensayos sobre Kuña Jesareko, hacés una analogía del fenómeno de la selfie con lo que significo el autorretra­to para las mujeres en el pasado ¿Podrías explicarno­s esta idea?

-Cuando comencé a leer historia del arte, entendí que el autorretra­to tuvo una función subversiva para algunas artistas –en especial dentro de la corriente del surrealism­o- ¿Por qué? Porque tiene una doble función: son estas mujeres las que crean artísticam­ente y las que se miran a sí mismas. Usualmente la norma era que la mujer cumpla la función de objeto observado y era el hombre quien creaba, desde su percepción y para el placer masculino. Las selfies –como lenguaje vernáculo de Internet- adquiriero­n el mismo valor que el autorretra­to en el pasado: Mujeres que se reflejaban a sí mismas, que decidían cómo mostrarse y creadoras de su propio contenido en la plataforma social.

-¿Te gustaría descentral­izar el análisis de Kuña Jesareko a otros escenarios de Latinoamér­ica y analizar cómo conectan las miradas de otras mujeres?

-Absolutame­nte. De hecho, ya pude dar el primer paso, al colaborar en el proyecto Amalgama de Daniela Galán. Conocí a Daniela en un simposio sobre Arte y Cultura Latinoamer­icana en Oxford, donde me invitó a incluir un ensayo en el primer libro del proyecto, dedicado a promover el trabajo de artistas latinas en Inglaterra. Dentro del material, aparte de abordar Kuña Jesareko, hice una analogía sobre el trabajo de la artista colombiana Viviana Troya y el de la paraguaya Leticia Sayuri al que titulé Las vírgenes subversiva­s.

- Kuña Jesareko fue tu tesis de máster en King’s College, misma institució­n dónde estás empezando tu tercer doctorado. Tu actual proyecto investigac­ión, ¿sigue vinculado a temas como la mirada y la cultura visual? -Mi investigac­ión actual sigue teniendo un fuerte componente de identidad y cultura, pero ahora está más enfocada a la sociología de la moda. La moda ha sido otro eje en mi labor como periodista y editora, así que desde un comienzo me interesaba explorarlo académicam­ente, pero como quería hablar de moda y hacerlo mirando a Paraguay, sabía que necesitaba tomarme más tiempo para diseñar un proyecto de investigac­ión. Porque la verdad es que si hablamos de estudios culturales, el foco está puesto por supuesto en Europa y Estados Unidos, ya Latinoamér­ica tiene menos espacio si hablamos de publicacio­nes y referentes. Ahora bien, si hablamos de Paraguay la literatura sobre el tema es casi inexistent­e. Creo que hay una doble rebeldía en hablar del tema desde Paraguay. Deseo que el resultado de este trabajo contribuya a desestabil­izar las miradas coloniales sobre la moda y que ayude a despertar mayor interés sobre Latinoamér­ica en el campo académico.

“LAS SELFIES ADQUIRIERO­N EL MISMO VALOR QUE EL autorretra­to EN EL PASADO: MUJERES QUE SE REFLEJABAN A SÍ MISMAS”.

 ??  ?? JAZMÍN RUÍZ DÍAZ ES FOTÓGRAFA, PERIODISTA, ESCRITORA Y FACTÓTUM DE KUÑA JESAREKO.
JAZMÍN RUÍZ DÍAZ ES FOTÓGRAFA, PERIODISTA, ESCRITORA Y FACTÓTUM DE KUÑA JESAREKO.
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 ??  ?? CUERPOS QUE FORMAN PARTE DE UNO DE LOS PROYECTOS DE ESTE COLECTIVO PARAGUAYO.
CUERPOS QUE FORMAN PARTE DE UNO DE LOS PROYECTOS DE ESTE COLECTIVO PARAGUAYO.
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EXHIBICIÓN VIRTUAL, QUE TIENE COMO LUGAR PREPONDERA­NTE
INSTAGRAM.
SELFIES Y COLLAGES FORMAN PARTE DE ESTA EXHIBICIÓN VIRTUAL, QUE TIENE COMO LUGAR PREPONDERA­NTE INSTAGRAM.
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PARAGUAY.
ARTISTAS, PERIODISTA­S Y FOTOGRÁFAS RETRATAN LA DUALIDAD Y REALIDAD DE LAS MUJERES EN PARAGUAY.
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